Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents
Servicio Cristiano - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Una clase de personas que buscan la propia complacencia

    Me fué presentada una clase de personas conscientes de que poseen impulsos generosos, sentimientos de devoción y un deseo de hacer el bien; sin embargo, al mismo tiempo no hacen nada. Poseen un sentimiento de propia complacencia, y se halagan a sí mismas con la idea de que si tuvieran la oportunidad, o si las circunstancias fueran más favorables, podrían hacer una obra grande y buena, y estarían dispuestas a hacerla; pero les falta la oportunidad. Desprecian la estrechez mental del pobre hombre mezquino que da de mala gana la pequeña pitanza a los necesitados. Ven que vive para sí, y que no decidirá por propia iniciativa beneficiar a los demás y bendecirlos con los talentos de influencia y de recursos que le han sido confiados para su uso, y no para su abuso, ni para permitir que se herrumbren, o para guardarlos enterrados. Los que se dejan dominar por su avaricia y egoísmo, son responsables por sus actos de tacañería, y por los talentos de los cuales abusan. Pero más responsables aún son los que poseen impulsos generosos, y tienen una disposición natural para discernir las cosas espirituales, si permanecen inactivos, esperando una oportunidad que suponen no ha venido, y contrastan sin embargo su espíritu dispuesto a obrar con la falta de disposición de los avaros, manifestando que su condición es más favorable que la de sus vecinos de alma mezquina. Se engañan a sí mismos. La mera posesión de cualidades que no se usan, tan sólo acrecienta su responsabilidad; y si conservan los talentos de su Señor sin hacerlos producir, o los esconden, su condición no es mejor que la de sus vecinos por quienes sus almas sienten desprecio. A ellos se les dirá: Conocisteis la voluntad de nuestro Señor, y sin embargo no la hicisteis.—Testimonies for the Church 2:250, 251.SC 46.4

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents