Testimonios Selectos Tomo 4 - Contents
- Prefacio
- Sumario
- Capítulo 1—La influencia de la envidia
- Capítulo 2—La calumnia
- Capítulo 3—Las censuras y los celos condenados
- Capítulo 4—Obreros para Dios
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- Capítulo 6—La diligencia en los negocios
- Capítulo 7—¿Consultaremos a los médicos espiritistas?
- Capítulo 8—Mirando a Jesús
- Capítulo 9—La unión con Cristo
- Capítulo 10—Salvemos a los niños
- Capítulo 11—La unidad cristiana
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- Capítulo 13—Sed firmes
- Capítulo 14—Las malas sospechas
- Capítulo 15—“Alabad a Dios”
- Capítulo 16—El amor entre los hermanos
- Capítulo 17—El casamiento con los incrédulos
- Capítulo 18—El verdadero espíritu misionero
- Capítulo 19—Los negocios y la religión
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- Capítulo 21—La iglesia es la luz del mundo
- Capítulo 22—Josué y el ángel
- Capítulo 23—Avancemos
- Capítulo 24—La conducta en la casa de Dios
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- Capítulo 26—La piedad práctica
- Capítulo 27—“Vuestro racional culto”
- Capítulo 28—El estudio diario de la Biblia es necesario
- Capítulo 29—La educación de los obreros
- Capítulo 30—“La apariencia del mal”
- Capítulo 31—El amor por los que yerran
- Capítulo 32—La presencia de Dios es real
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- Capítulo 34—Los misterios de la Biblia como prueba de su inspiración
- Capítulo 35—Dad libremente
- Capítulo 36—El carácter de Dios revelado en Cristo
- Capítulo 37—El verbo hecho carne
- Capítulo 38—El cuidado de Dios por su obra
- Capítulo 39—El propósito de Dios en la iglesia
- Capítulo 40—La obra para este tiempo
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- Capítulo 42—Las mujeres como obreras evangélicas
- Capítulo 43—La enseñanza de la religión en el hogar
- Capítulo 44—Frente a la oposición
- Capítulo 45—La parábola de la oveja perdida
- Capítulo 46—El designio de Dios para nuestros sanatorios
- Capítulo 47—La obra del médico por las almas
- Capítulo 48—La unidad de nuestra obra
- Capítulo 49—La necesidad del mundo
- Capítulo 50—La necesidad de la iglesia
- Capítulo 51—Nuestro deber para con el mundo
- Capítulo 52—La importancia del colportaje
- Capítulo 53—Las cualidades del colportor
- Capítulo 54—La hospitalidad
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- Capítulo 57—Cristo en toda la Biblia
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- Una amonestación a la iglesia de Efeso
- El resultado de la inacción
- El ganar almas debe ser el blanco principal
- Empecemos por los que están más cerca
- El ejemplo de Felipe con Natanael
- La familia como campo misionero
- Hay que instruir a la iglesia en la obra misionera
- Pónganse los miembros a trabajar
- Aún los incultos pueden trabajar
- Despiértese a los ociosos
- Los jóvenes han de ser misioneros
- Capítulo 59—Ayuda para los campos misioneros
- Capítulo 60—El derecho de la redención
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