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El Ministerio de Publicaciones - Contents
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    Capítulo 36—Divulgación de publicaciones por los adventistas

    Distribuid publicaciones como las hojas en otoño—Debemos prepararnos para desempeñar los deberes más solemnes. Hay un mundo que salvar. La obra está avanzando en una forma muy admirable en los países extranjeros. Aun a la sombra de nuestras puertas hay muchas, muchísimas oportunidades para comunicar a otros las verdades salvadoras del mensaje del tercer ángel. Hay que distribuir publicaciones como hojas en otoño*Los miembros de iglesia debían “vender u obsequiar nuestras publicaciones”, o bien proveer “prestando”, ya que la verdad debía llevarse a los hogares de los vecinos y amigos, confiando en esta promesa que se les había hecho: “Estaréis acompañados por la luz del cielo, que morará en estos hogares”. Manuscrito 126, 1902.. Este es el mensaje que hemos estado recibiendo del Señor durante muchos años. En vista de la gran obra que debe hacerse, ¿cómo podemos darnos el lujo de malgastar el tiempo precioso y los recursos dados por Dios haciendo cosas que no son provechosas, y tampoco para la gloria de Dios?—The Review and Herald, 19 de julio de 1906.MPu 409.1

    Los miembros de iglesia tienen el deber de hacer circular las publicaciones—Ahora contamos con grandes facilidades para esparcir la verdad, pero nuestro pueblo no se está poniendo a la altura de los privilegios concedidos. No en todas las iglesias se ve ni se siente la necesidad de usar las habilidades personales para salvar almas. No comprenden su deber de obtener suscriptores a nuestros periódicos, incluyendo nuestra revista de salud, ni de presentar nuestros libros y folletos. Debiera haber hombres trabajando que estén dispuestos a ser enseñados acerca de la mejor forma de relacionarse con los individuos y las familias. Debieran ir adecuadamente vestidos, aunque no con vanidad; y debieran tener buenos modales para no disgustar a la gente. Existe una gran necesidad de verdadera cortesía entre nosotros como pueblo. La cortesía debiera ser cultivada por todos los que participan en la obra misionera.MPu 409.2

    Nuestras casas editoras debieran tener una gran prosperidad. Nuestros miembros podrían sostenerlas si manifestaran un interés definido por llevar las publicaciones al mercado. Pero si en el próximo año se manifestara tan poco interés como durante el año pasado, las editoriales dispondrán sólo de un pequeño margen operativo para hacer su trabajo. Cuanto más amplia la circulación de nuestras publicaciones, tanto mayor será la demanda de libros que aclaran las verdades bíblicas. Muchos se han disgustado a causa de las inconsecuencias, los errores y la apostasía de las iglesias, y también a causa de las ferias, las loterías y numerosas estrategias para extraer dinero a favor de las iglesias. Hay muchos que andan buscando luz en las tinieblas. Si nuestros libros, folletos y revistas que expresan la verdad en claro lenguaje bíblico pudieran ser ampliamente difundidos, muchos descubrirían que es precisamente lo que necesitan. Pero muchos de nuestros hermanos actúan como si pensaran que la gente tiene que ir a verlos a ellos o ponerse en contacto con las casas editoras para conseguir publicaciones, cuando en realidad miles de personas ignoran que ellos existen.MPu 410.1

    Dios pide que su pueblo obre como gente viva, y que no sea indolente, perezoso ni indiferente. Tenemos que llevar las publicaciones a la gente e instarla a que las compren explicándoles que recibirán mucho más que el valor de su dinero. Exaltad el valor de los libros que ofrecéis. Nunca lograréis apreciar totalmente su verdadero valor.MPu 410.2

    Me sentí agobiada al ver la indiferencia de nuestro pueblo, que hace alarde de una profesión adventista tan elevada. Se me mostró que la sangre de las almas mancharía las vestiduras de muchos que ahora se sienten cómodos y no responsables de las almas que perecen a su alrededor por falta de luz y conocimiento. Se han puesto en contacto con ellos, pero nunca los amonestaron nunca oraron con ellos o por ellos, ni hicieron esfuerzos definidos para presentarles la verdad. Se me mostró que ha habido una incomprensible negligencia en este sentido. Los ministros no están haciendo ni la mitad de lo que podrían hacer para educar a la gente por quien trabajan; sobre todo, en lo concerciente a la verdad y el deber, y como resultado, la gente se encuentra sin entusiasmo e inactiva. El suplicio de la hoguera y el patíbulo no están programados para este tiempo como prueba del pueblo de Dios, y por esta misma razón el amor de muchos se ha enfriado.MPu 410.3

    Cuando se presentan las pruebas, se concede gracia para hacer frente a la emergencia. Debemos consagrarnos individualmente en el lugar mismo en el que Dios dijo que se encontraría con nosotros.—Testimonies for the Church 4:391-393.MPu 411.1

    Cada miembro de iglesia debe tener una parte—En el pasado se ha llevado a cabo una amplia obra en la distribución de la página impresa. Este es un ramo de servicio en el que cada miembro de iglesia puede tener una parte. No todos pueden salir a colportar con nuestros libros grandes; pero hay un campo de servicio abierto para muchos de nuestros hermanos y hermanas, y es la distribución de publicaciones llenas de la verdad en los hogares de sus vecinos y amigos.MPu 411.2

    Hace años nuestros hermanos que ocupaban cargos de responsabilidad estudiaron a fondo los medios para llevar a cabo esta línea de trabajo con creciente eficiencia. Como resultado de planes cuidadosamente trazados, paciente instrucción y supervisión adecuada, la circulación de la página impresa llegó a ser un poderoso factor en la diseminación de las verdades del mensaje del tercer ángel.—The Review and Herald, 5 de noviembre de 1914.MPu 411.3

    Compartid los libros con los vecinos—Los que han conocido la verdad desde hace mucho tiempo necesitan buscar al Señor intensamente, para que sus corazones se llenen de una determinación a trabajar por sus vecinos. Hermanos y hermanas, visitad a quienes viven a vuestro alrededor, y tratad de encontrar acceso a sus corazones mediante la simpatía y la bondad. Trabajad en una forma que elimine el prejuicio en lugar de crearlo. Recordad que los que conocen la verdad para este tiempo y que sin embargo confinan sus esfuerzos a su propia iglesia, y rehúsan trabajar por sus vecinos no convertidos, serán llamados a rendir cuentas por incumplimiento del deber.MPu 411.4

    Preste a sus vecinos algunos de nuestros libros más pequeños. Si se despierta su interés, tome algunos de los libros más grandes. Muéstreles el libro Palabras de vida del gran Maestro. Cuénteles su historia, y pregúnteles si les gustaría tener un ejemplar. Si ya lo tienen, pregúnteles si les gustaría leer otros libros de una naturaleza similar. Si es posible, aproveche la oportunidad de enseñarles la verdad. Hemos de sembrar la semilla de la verdad junto a todas las aguas, aunque no sepamos cuál de todas prosperará.—Testimonies for the Church 9:34, 35.MPu 412.1

    Publicaciones en las manos y hogares de todos—Buscad las almas como quienes saben que han de rendir cuenta por ellas. Mediante la obra misionera que hagáis en la iglesia y en el vecindario haced brillar vuestra luz con rayos claros y definidos a fin de que ninguna persona pueda levantarse en el juicio y decir: “¿Por qué no me hablasteis acerca de la verdad? ¿Por qué no os preocupasteis de mi alma?”MPu 412.2

    Luego seamos diligentes en la distribución de las publicaciones que han sido preparadas cuidadosamente para ser empleadas entre los que no pertenecen a nuestra fe. Obtengamos lo más posible de cada oportunidad que tengamos de atraer la atención de los incrédulos. Coloquemos las publicaciones en cada mano que quiera recibirlas. Consagrémonos a la proclamación del mensaje. “Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios”. Isaías 40:3. Los instrumentos divinos y humanos deben unirse para el cumplimiento de un gran objetivo. Ahora es el día de nuestra responsabilidad. “El Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. Apocalipsis 22:17.—Consejos sobre Mayordomía Cristiana, 199.MPu 412.3

    Envíense publicaciones por correo—Aunque le cierren la puerta en la cara, no se apresure a retirarse con indignación, sin hacer más esfuerzos por salvarlos. Pida a Dios con fe que le dé acceso a esas mismas almas. No cese en sus esfuerzos, pero estudie y haga planes hasta encontrar otros medios para llegar hasta ellos. Si no tiene éxito mediante visitas personales, procure enviarles el mensajero silencioso de la verdad. Hay tanto orgullo de opinión en el corazón humano que nuestras publicaciones con frecuencia tienen acceso a lugares donde el mensajero viviente no puede entrar.—Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 150.MPu 413.1

    Las publicaciones sobre la reforma pro salud ganarán almas—Las publicaciones sobre la reforma pro salud llegarán hasta muchas personas que no verán ni leerán nada acerca de importantes temas bíblicos... La verdad sobre la reforma pro salud debe llegar a la gente. Esto es indispensable para atraer la atención hacia la verdad bíblica... Muchas personas a quienes se considera totalmente depravadas, si se las instruye debidamente con respecto a sus prácticas perjudiciales de la salud, serán atraídas por la verdad... Id con vuestras manos repletas de material de lectura adecuado y vuestro corazón lleno del amor de Cristo por sus almas, e id a buscarlos donde están. Muchos que han sido atraídos por el Señor Jesucristo, responderán.—Manuscrito 1, 1875.MPu 413.2

    Recursos invertidos en publicaciones—Hay entre nosotros quienes han invertido de cien a mil dólares, o más aún, en el Instituto de Salud, pero han prometido sólo de cinco a veinticinco dólares en la gran empresa de publicar libros, revistas y folletos que divulgan verdades que tienen que ver con la vida eterna. La primera debía ser una provechosa inversión: la otra, a juzgar por lo reducido de los aportes era considerada una pérdida total.MPu 413.3

    No guardaremos silencio acerca de esto. Nuestro pueblo se pondrá a trabajar. Llegarán los recursos financieros. Y diremos a los que son pobres y que quieren libros: envíe su pedido, con una explicación de su condición financiera. Le enviaremos un paquete de libros con el siguiente material: los cuatro tomos de Los dones espirituales, Cómo vivir, Llamamiento a la juventud, Llamamiento a las madres, Lecturas para el sábado, y dos grandes diagramas con la Clave explicativa. Si ya tiene algunos de estos libros, díganos cuáles, y le enviaremos otros libros en reemplazo; o bien le enviaremos solamente los que no tiene. Envíenos cincuenta centavos para pagar el franqueo, y le enviaremos el paquete por valor de cinco dólares y cargaremos cuatro dólares al fondo*Este testimonio apareció en 1868, en un tiempo cuando las Sociedades de Folletos habían surgido en varios Estados, y habían comenzado a proporcionar libros y folletos a los pobres dignos de confianza. Algunos de los libros aquí mencionados ahora están fuera de circulación..MPu 414.1

    En este asunto caritativo relacionado con los libros, todos deben actuar según el gran plan de la liberalidad, como se lleva a cabo en el plan de publicación y venta de la Sociedad Bíblica Norteamericana. En muchos sentidos, la organización de estas enormes sociedades es digna de imitación. La liberalidad se advierte en testamentos y donaciones, y también en ventas y donaciones de Biblias y folletos. Los adventistas del séptimo día debiéramos estar muy adelante de ellos en el asunto de los libros como también en otras cosas. Que Dios nos ayude. Nuestros folletos debieran ofrecerse por cientos, casi al costo, dejando sólo un reducido margen para pagar el embalaje y los gastos de envío. Los ministros y los miembros debieran dedicarse a hacer circular los libros, los folletos y las revistas, como nunca antes. Vended donde la gente puede comprar y está dispuesta a hacerlo; pero donde no pueden comprar, obsequiadles los libros.—Testimonies for the Church 1:689, 690.MPu 414.2

    Satanás está vaciando los bolsillos adventistas Satanás está presentando constantemente incentivos al pueblo escogido de Dios para desviar su atención de la obra solemne de prepararse para las escenas que le esperan en el futuro cercano. El es, en todo el sentido de la palabra, un engañador, un hábil seductor. Cubre sus planes y trampas con mantos de luz sacados del cielo. Tentó a Eva a comer de la fruta prohibida, haciéndole creer que con ello obtendría grandes ventajas. Satanás induce a sus agentes a intruducir varios inventos y derechos de patentes y otras empresas a fin de que los adventistas observadores del sábado, que tienen prisa para hacerse ricos, caigan en la tentación, queden entrampados, y atraigan sobre sí muchos pesares. El está muy despierto, y se dedica activamente a llevar cautivo al mundo, y por intermedio de los mundanos crea continuamente un entusiasmo agradable, para inducir a los incautos que profesan creer la verdad, a que se unan con los mundanos. La concupiscencia de los ojos, el deseo de excitación y diversión agradable, es una tentación y una trampa para el pueblo de Dios. Satanás tiene muchas redes peligrosas de fina trama, que parecen inocentes, pero con las cuales se prepara hábilmente para engañar al pueblo de Dios. Hay espectáculos agradables, entretenimientos, discursos sobre frenología, y una inacabable variedad de empresas destinadas a desviar al pueblo de Dios, para que ame al mundo y las cosas que están en él. Mediante esta unión con el mundo, se debilita la fe, y los recursos que debieran invertirse en la causa de la verdad presente quedan transferidos a las filas del enemigo. Por medio de estos diferentes recursos Satanás vacía constantemente los bolsillos de los hijos de Dios, y a causa de esto pesa sobre ellos el desagrado del Señor.—Joyas de los Testimonios 1:177.MPu 414.3

    Circulación gratuita de pequeñas publicaciones—Se me ha revelado que no estamos cumpliendo nuestro deber con respecto a la circulación gratuita de publicaciones pequeñas. Hay muchas personas honradas que podrían ser llevadas a aceptar la verdad por este medio solamente. Si en estos folletitos apareciera un anunció de nuestras publicaciones y el lugar donde se pueden conseguir, aumentaría la circulación de las publicaciones mayores, y de las siguientes revistas: Review, Instructor y Reformer.MPu 415.1

    Estos folletos de cuatro, ocho o dieciséis páginas, que cuestan muy poco, pueden pagarse con dinero de un fondo provisto por las donaciones de personas que aman la causa. Cuando escribáis a un amigo podéis incluir uno o más, sin aumentar el franqueo. Cuando conozcáis a alguien en los medios de locomoción que esté dispuesto a escuchar, podéis entregarle un folleto. Estos folletos, en este momento, no deben distribuirse a diestra y siniestra, como hojas en otoño, sino que deben entregarse a personas que causen la impresión de poder apreciarlos. De este modo nuestras publicaciones y la Asociación Publicadora, se darán a conocer en una forma que producirá mucho beneficio.—Testimonies for the Church 1:551, 552.MPu 416.1

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