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La Verdad acerca de los Angeles - Contents
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    Otras apariciones después de la resurrección

    Hacia el atardecer del día de la resurrección, dos de los discípulos se hallaban en camino a Emaús, pequeña ciudad situada a unos doce kilómetros de Jerusalén... Habían oído las nuevas de esa mañana, de que el cuerpo de Cristo había sido sacado de la tumba, y también el informe de las mujeres que habían visto a los ángeles y se habían encontrado con Jesús. Volvían ahora a su casa...VAAn 220.2

    No habían progresado mucho en su viaje cuando se les unió un extraño, pero estaban tan absortos en su lobreguez y desaliento, que no le observaron detenidamente. Continuaron su conversación, expresando los pensamientos de su corazón... Mientras hablaban de los sucesos que habían ocurrido, Jesús anhelaba consolarlos... Pero primero debía darles lecciones que nunca olvidaran...VAAn 220.3

    Empezando con Moisés... Cristo expuso en todas las Escrituras las cosas concernientes a él... Razonando sobre la base de la profecía, Cristo dio a sus discípulos una idea correcta de lo que había de ser en la humanidad...VAAn 220.4

    Durante el viaje, el sol se había puesto... Cuando los discípulos estaban por entrar en casa, el extraño pareció querer continuar su viaje. Pero los discípulos se sentían atraídos a él... “Quédate con nosotros”, dijeron. Como no parecía aceptar la invitación, insistieron diciendo: “Porque se hace tarde, y el día ya ha declinado”. Cristo accedió a este ruego y “entró, pues, a quedarse con ellos”. Lucas 24:29...VAAn 220.5

    Pronto estuvo preparada la sencilla cena de pan. Fue colocada delante del huésped, que había tomado su asiento a la cabecera de la mesa. Entonces alzó las manos para bendecir el alimento. Los discípulos retrocedieron asombrados. Su compañero extendía las manos exactamente como solía hacerlo su Maestro. Vuelven a mirar, y he aquí que ven en sus manos los rastros de los clavos. Ambos exclaman a la vez: ¡Es el Señor Jesús! ¡Ha resucitado de los muertos!VAAn 221.1

    Se levantan para echarse a sus pies y adorarle, pero ha desaparecido de su vista... Teniendo esta gran nueva que comunicar, no pueden permanecer sentados conversando... Dejan sin probar su cena, y llenos de gozo vuelven a tomar la misma senda por la cual vinieron, apresurándose para ir a contar las nuevas a los discípulos que están en la ciudad.—El Deseado de Todas las Gentes, 738-742.VAAn 221.2

    Al llegar a Jerusalén, los dos discípulos entraron por la puerta oriental, que permanecía abierta de noche durante las fiestas... Fueron al aposento alto, donde Jesús había pasado las primeras horas de la última noche antes de su muerte... Encontraron la puerta del aposento atrancada seguramente. Llamaron para que se les admitiese, pero sin recibir respuesta. Todo estaba en silencio. Entonces dieron sus nombres. La puerta se abrió cautelosamente; ellos entraron y Otro, invisible, entró con ellos. Luego la puerta se volvió a cerrar, para impedir la entrada de espías.VAAn 221.3

    Los viajeros encontraron a todos sorprendidos y excitados. Las voces de los que estaban en la pieza estallaron en agradecimiento y alabanza diciendo: “Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón”. Entonces los dos viajeros... contaron la historia maravillosa de cómo Jesús se les apareció. Apenas acabado su relato... vieron otra persona delante de sí... Oyeron entonces una voz que no era otra que la de su Maestro...VAAn 222.1

    “Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies”. Lucas 24:33-40.—El Deseado de Todas las Gentes, 743-744.VAAn 222.2

    Unos cuantos de los discípulos hicieron entonces del familiar aposento alto su morada temporal, y a la noche se reunían todos, excepto Tomás. Una noche, Tomás resolvió reunirse con los demás... Mientras los discípulos estaban cenando, hablaban de las evidencias que Cristo les había dado en las profecías. Entonces “llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros”.VAAn 222.3

    Volviéndose hacia Tomás dijo: “Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente”... [Tomás] no deseaba otra prueba. Su corazón palpitó de gozo, y se echó a los pies de Jesús clamando: “¡Señor mío, y Dios mío!” Juan 20:26-28.—El Deseado de Todas las Gentes, 747-748.VAAn 222.4

    Jesús había citado a sus discípulos a una reunión con él en Galilea; y poco después que terminara la semana de Pascua, ellos dirigieron sus pasos hacia allá... Siete de los discípulos estaban juntos. Iban vestidos con el humilde atavío de los pescadores... Trabajaron toda la noche sin éxito... Mientras tanto un observador solitario, invisible, los seguía con los ojos desde la orilla. Al fin amaneció... y los discípulos vieron de pie sobre la playa a un extraño... Juan reconoció al extraño, y le dijo a Pedro: “¡Es el Señor!”—El Deseado de Todas las Gentes, 749-750.VAAn 223.1

    En una montaña de Galilea se realizó una reunión, en la cual se congregaron todos los creyentes que pudieron ser llamados... Al momento fijado, como quinientos creyentes se habían reunido en grupitos en la ladera de la montaña, ansiosos de aprender todo lo que podían de los que habían visto a Cristo desde su resurrección... De repente Jesús se presentó en medio de ellos. Nadie podía decir de dónde ni cómo había venido... Ahora declaró que “toda potestad” le era dada. Sus palabras elevaron los espíritus de sus oyentes por encima de las cosas terrenales y temporales hasta las celestiales y eternas.—El Deseado de Todas las Gentes, 757-758.VAAn 223.2

    Por cuarenta días Cristo permaneció en la tierra, preparando a los discípulos para la obra que tenían por delante, y explicándoles lo que hasta entonces habían sido incapaces de comprender. Les habló de las profecías concernientes a su advenimiento, su rechazamiento por los judíos, y su muerte, mostrando que todas las especificaciones de estas profecías se habían cumplido. Les dijo que debían considerar este cumplimiento de la profecía como una garantía del poder que los asistiría en sus labores futuras.—Los Hechos de los Apóstoles, 22.VAAn 223.3

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