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La Verdad acerca de los Angeles - Contents
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    Abrahán probado

    Cuando Abrahán tenía casi cien años, se le repitió la promesa de un hijo, y se le aseguró que el futuro heredero sería hijo de Sara... El nacimiento de Isaac, al traer, después de una espera de toda la vida, el cumplimiento de las más caras esperanzas de Abrahán y Sara, llenó de felicidad su campamento...VAAn 83.2

    Sara vio en la inclinación turbulenta de Ismael una fuente perpetua de discordia, y le pidió a Abrahán que alejara del campamento a Ismael y a Agar. El patriarca se llenó de angustia. ¿Cómo podría desterrar a Ismael, su hijo, a quien todavía amaba entrañablemente? En su perplejidad, Abrahán pidió la dirección divina. Mediante un santo ángel, el Señor le ordenó que accediera a la petición de Sara... Y el ángel le dio la promesa consoladora de que aunque estuviese separado del hogar de su padre, Ismael no sería abandonado por Dios; su vida sería conservada, y llegaría a ser padre de una gran nación. Abrahán obedeció la palabra del ángel, aunque no sin sufrir gran pena.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 142-143.VAAn 83.3

    Dios había llamado a Abrahán para que fuese el padre de los fieles, y su vida había de servir como ejemplo de fe para las generaciones futuras. Pero su fe no había sido perfecta... Para que pudiera alcanzar la norma más alta, Dios le sometió a otra prueba, la mayor que se haya impuesto jamás a hombre alguno. En una visión nocturna se le ordenó ir a la tierra de Moria para ofrecer allí a su hijo en holocausto en un monte que se le indicaría...VAAn 84.1

    La orden fue expresada con palabras que debieron torturar angustiosamente el corazón de aquel padre: “Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas,... y ofrécelo allí en holocausto”. Génesis 22:2. Isaac era la luz de su casa, el solaz de su vejez, y sobre todo era el heredero de la bendición prometida...VAAn 84.2

    Satanás estaba listo para sugerirle que se engañaba, pues la ley divina mandaba: “No matarás”, y Dios no habría de exigir lo que una vez había prohibido. Abrahán salió de su tienda y miró hacia el sereno resplandor del firmamento despejado, y recordó la promesa que se le había hecho casi cincuenta años antes, a saber, que su simiente sería innumerable como las estrellas. Si se había de cumplir esta promesa por medio de Isaac, ¿cómo podía ser muerto? Abrahán estuvo tentado a creer que se engañaba... Recordó a los ángeles que se le enviaron para revelarle el propósito de Dios acerca de la destrucción de Sodoma, y que le prometieron este mismo hijo Isaac. Fue al sitio donde varias veces se había encontrado con los mensajeros celestiales, esperando hallarlos allí otra vez y recibir más instrucción; pero ninguno de ellos vino en su ayuda.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 143-145.VAAn 84.3

    Todo el día esperó la llegada de un ángel que viniera a bendecirlo y confortarlo o, tal vez, a revocar el mandato de Dios; pero no apareció ningún mensajero de misericordia... Un segundo día concluyó y llegó otra noche de vigilia dedicada a humillarse y a orar. Entonces, al tercer día, comenzó el viaje.—The Signs of the Times, 1 de abril de 1875.VAAn 85.1

    En el sitio indicado construyeron el altar, y pusieron sobre él la leña. Entonces, con voz temblorosa, Abrahán reveló a su hijo el mensaje divino. Con terror y asombro Isaac se enteró de su destino; pero no ofreció resistencia... Participaba de la fe de Abrahán, y consideraba como un honor el ser llamado a dar su vida en holocausto a Dios...VAAn 85.2

    Por fin se dicen las últimas palabras de amor, derraman las últimas lágrimas, y se dan el último abrazo. El padre levanta el cuchillo para dar muerte a su hijo, y de repente su brazo es detenido. Un ángel del Señor llama al patriarca desde el cielo: “Abrahán, Abrahán”. El contesta en seguida: “Heme aquí”. De nuevo se oye la voz: “No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”. Génesis 22:11-12...VAAn 85.3

    Dios dio a su Hijo para que muriera en la agonía y la vergüenza. A los ángeles que presenciaron la humillación y la angustia del Hijo de Dios, no se les permitió intervenir como en el caso de Isaac. No hubo voz que clamara: “¡Basta!” El Rey de la gloria dio su vida para salvar a la raza caída...VAAn 85.4

    Los seres celestiales fueron testigos de la escena en que se probaron la fe de Abrahán y la sumisión de Isaac... Todo el cielo presenció, absorto y maravillado, la intachable obediencia de Abrahán. Todo el cielo aplaudió su fidelidad. Se demostró que las acusaciones de Satanás eran falsas...VAAn 86.1

    Había sido difícil aun para los ángeles comprender el misterio de la redención, entender que el Soberano del cielo, el Hijo de Dios, debía morir por el hombre culpable. Cuando a Abrahán se le mandó ofrecer a su hijo en sacrificio, se despertó el interés de todos los seres celestiales. Con intenso fervor, observaron cada paso dado en cumplimiento de ese mandato. Cuando a la pregunta de Isaac: “¿Dónde está el cordero para el holocausto?” Abrahán contestó: “Dios se proveerá de cordero”; y cuando fue detenida la mano del padre en el momento mismo en que estaba por sacrificar a su hijo y el carnero que Dios había provisto fue ofrecido en lugar de Isaac, entonces se derramó luz sobre el misterio de la redención, y aun los ángeles comprendieron más claramente las medidas admirables que había tomado Dios para salvar al hombre.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 147-151.VAAn 86.2

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