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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 - Contents
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    Testimonios personales

    Los mensajes que me eran dados para diferentes personas los escribía frecuentemente para ellas, haciéndolo en muchos casos en respuesta a su urgente pedido. A medida que mi obra se extendía, esto llegó a ser una parte importante y pesada de mis labores. Antes de la publicación del Testimonio no 15 [1868], me habían enviado muchos pedidos de testimonios aquellos a quienes había aconsejado o reprendido; pero me hallaba en un estado de gran agotamiento, por causa de mis pesados trabajos, y rehuía la tarea, especialmente cuando sabía que algunas de esas personas eran muy indignas, y había muy poca esperanza de que las amonestaciones dadas produjesen cambio decidido alguno en ellas. En ese tiempo fui muy alentada por el siguiente sueño:5TPI 617.2

    “Una persona me trajo una pieza de tela blanca, y me pidió que cortase de ella vestidos para personas de todos los tamaños y de todas las descripciones de carácter y circunstancias de la vida. Se me dijo que los cortase y los colgase de modo que estuviesen listos para ser hechos cuando los pidiesen. Tenia la impresión de que muchas de aquellas personas para quienes debía cortar vestiduras eran indignas. Pregunté si ésta sería la última pieza de tela que habría de cortar, y se me dijo que no; que tan pronto como se hubiese terminado ésta, habría otras que debería atender. Me sentía desalentada por la cantidad de trabajo que tenía delante de mí, y declaré que había estado dedicada a cortar vestidos para otros durante más de veinte años, que mis trabajos no habían sido apreciados y que no veía que hubiesen logrado mucho beneficio. A la persona que me traía la tela le hablé de una mujer en particular, para la cual me había ordenado cortar un vestido. Declaré que no lo apreciaría, y que regalárselo sería una pérdida de tiempo y de materiales. Era muy pobre, de intelecto inferior, desaseada en sus costumbres, y pronto lo ensuciaría.5TPI 617.3

    “La persona replicó: ‘Corta los vestidos. Este es tu deber. La pérdida no es tuya, sino mía. Dios ve no como el hombre ve. El te indica el trabajo que quiere que hagas, y no sabes qué prosperará, si esto o aquello’.5TPI 618.1

    “Entonces alcé mis manos, callosas por el largo uso de las tijeras, y declare que no podía menos que rehuir el pensamiento de continuar esa clase de trabajo. La persona volvió a repetir: ‘Corta los vestidos. No ha llegado todavía el momento de tu relevo’.5TPI 618.2

    “Con sentimiento de gran fatiga me levanté para emprender mi trabajo. Delante de mí había tijeras nuevas pulidas, que empecé a usar. En seguida me abandonaron mis sentimientos de cansancio y desaliento. Las tijeras parecían cortar casi sin esfuerzo de mi parte, y corté vestido tras vestido con comparativa facilidad”.5TPI 618.3

    Hay muchos sueños que provienen de las cosas comunes de la vida, con las cuales el Espíritu de Dios no tiene nada que ver. “Como hay falsas visiones, hay también falsos sueños, que son inspirados por el espíritu de Satanás. Pero los sueños del Señor están clasificados en la Palabra de Dios con las visiones, y son tan ciertamente los frutos del espíritu de profecía como las visiones. Los tales sueños, teniendo en cuenta a las personas que los tienen, y las circunstancias en las cuales son dados, contienen sus propias pruebas de veracidad”.5TPI 618.4

    Puesto que la instrucción y la amonestación dadas en los Testimonios para los casos individuales se aplicaban con igual fuerza a muchos otros que no habían sido señalados especialmente de esta manera, me pareció que era mi deber publicar los testimonios personales para beneficio de la iglesia. En el Testimonio no 15, hablando de la necesidad de hacer esto, dije: “No conozco ninguna manera mejor de presentar mis visiones de los peligros y errores generales, así como el deber de todos los que aman a Dios y guardan sus mandamientos, que dando estos testimonios. Tal vez no hay manera más directa y vigorosa de presentar lo que el Señor me ha mostrado”.5TPI 618.5

    En una visión que me fue dada el 12 de junio de 1868, me fue mostrado algo que justificaba plenamente mi conducta al publicar los testimonios personales. “Cuando el Señor elige casos individuales y especifica sus errores, otros, que no han sido mostrados en visión, suponen frecuentemente que ellos están en lo recto, o casi. Si uno es reprendido por un mal especial, los hermanos y las hermanas deben examinarse cuidadosamente a sí mismos para ver en qué han faltado y en qué han sido culpables del mismo pecado. Deben poseer el espíritu de confesión humilde. Si otros creen que tienen razón, no por esto resulta así. Dios mira el corazón. El está probando las almas de esta manera. Al reprender los males de uno quiere corregir a muchos. Pero si dejan de aceptar el reproche y se lisonjean de que Dios pasa por alto sus errores porque no los señala a ellos especialmente, engañan sus propias almas. Quedarán envueltos en las tinieblas, y serán abandonados a su propio camino, para seguir la imaginación de su propio corazón.5TPI 619.1

    “Muchos están obrando falsamente con su propia alma y están en gran manera engañados acerca de su verdadera condición delante de Dios. El emplea los medios y modos que mejor sirven a su propósito, para probar lo que está en el corazón de los que profesan seguirle. Presenta claramente los errores de algunos, para que otros sean amonestados y rehuyan esos errores. Por el examen propio pueden descubrir que están haciendo las mismas cosas que Dios condena en otros. Si realmente desean servir a Dios y temen ofenderle, no esperarán que sus pecado sean especificados antes de confesarlos y volver al Señor con humilde arrepentimiento. Abandonarán las cosas que han desagradado a Dios, como puede verse por lo comunicado a otros. Si, por el contrario, los que no andan bien ven que son culpables de los mismos pecados que han sido reprendidos en otros, y sin embargo continúan en la misma conducta carente de consagración porque no han sido nombrados especialmente, hacen peligrar su propia alma, y serán llevados cautivos por Satanás según su voluntad”.5TPI 619.2

    “Me fue mostrado que en la sabiduría de Dios los errores y pecados de todos no serían revelados... Estos testimonios individuales se dirigen a todos los culpables, aunque los nombres de éstos no estén incluidos en el testimonio especial que se haya dado; si las personas pasan por alto y cubren sus propios pecados porque sus nombres no han sido mencionados especialmente, Dios no las prosperará. No podrán adelantar en la vida divina, sino que se hundirán siempre más en las tinieblas hasta que la luz del cielo les sea completamente retraída”5TPI 620.1

    En una visión que me fue dada hace como veinte años, “me fue ordenado que presentara principios generales, al hablar y escribir, y al mismo tiempo especificara los peligros, errores y pecados de algunas personas, para que todos pudiesen ser amonestados, reprendidos y aconsejados. Vi que todos deben escudriñar su corazón y vida detenidamente, para ver si no han cometido los mismos errores por los cuales otros fueron corregidos, y si las amonestaciones dadas para otros no se aplican a su propio caso. Si así sucede, deben sentir que las reprensiones y el consejo fueron dados especialmente para ellos, y deben darles una aplicación tan práctica como si se les hubiesen dirigido especialmente... Dios quiere probar la fe de todos los que aseveran seguir a Cristo. El probará la sinceridad de las oraciones de todos aquellos que aseveran desear fervientemente conocer su deber. Les presentará claramente su deber. Les dará amplia oportunidad de desarrollar lo que está en su corazón”.5TPI 620.2

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