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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio - Contents
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    La intemperancia fomentada

    351. Muchas madres que se quejan de la intemperancia que existe por todas partes, no buscan bastante hondo para descubrir la causa. Preparan diariamente una variedad de platos con alimentos muy condimentados que tientan el apetito y estimulan a comer demasiado. Las mesas de los americanos están servidas de tal manera que contribuyen a formar alcohólicos. El apetito es el principio gobernante de una gran mayoría. Cualquiera que fomenta el apetito comiendo demasiado a menudo alimento de mala calidad, está debilitando su fuerza para resistir las exigencias del apetito y la pasión en otro sentido, en la medida en que ha fortalecido la propensión hacia los hábitos erróneos en la alimentación. Las madres necesitan reconocer su deber, para con Dios y con el mundo, de presentar a la sociedad hijos con caracteres bien desarrollados. Los hombres y las mujeres que se presenten en el escenario de acción con principios firmes estarán preparados para presentarse limpios en medio de la contaminación moral de esta era corrupta...CRA 274.1

    La mesa de muchas mujeres que profesan ser cristianas es servida diariamente con una variedad de platos que irritan el estómago y afiebran el organismo. La carne constituye el alimento principal servido en la mesa de algunas familias, y como consecuencia su sangre está llena de humores cancerosos y escrofulosos. Sus cuerpos se componen de lo que comen. Pero cuando se presentan el sufrimiento y la enfermedad, se los considera como una aflicción de la Providencia.CRA 274.2

    Repetimos, la intemperancia empieza en nuestras mesas. Se complace al apetito hasta que su complacencia se vuelve una segunda naturaleza. Por el uso del café y el té se fomenta el deseo por el tabaco, y esto despierta el gusto por las bebidas alcohólicas.—Testimonies for the Church 3:563 (1875).CRA 275.1

    352. Emprendan los padres una cruzada antialcohólica en sus propios hogares, mediante los principios que enseñen a sus hijos para que éstos los sigan desde la infancia, y podrán entonces esperar éxito.—El Ministerio de Curación, 257 (1905).CRA 275.2

    353. Los padres deben considerar como su primer objetivo el tratar con inteligencia a los hijos, para que puedan obtener para ellos mentes sanas en cuerpos sanos. Los principios de la temperancia deben llevarse a cabo en todos sus detalles de la vida familiar. Se debe inculcar en los niños el sacrificio propio, e imponérselo, hasta donde se puede, desde la infancia.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 46; Counsels on Health, 113 (1890).CRA 275.3

    [Alimentos irritantes que ocasionan una sed que el agua no calmará—558]CRA 275.4

    354. Muchos padres educan los gustos de sus hijos y forman su apetito. Les permiten comer carne y beber té y café. Los alimentos a base de carne y altamente sazonados, y el té y café cuyo consumo algunas madres fomentan en sus hijos, los preparan para desear estimulantes más fuertes, como el tabaco. El uso de éste despierta el deseo de ingerir bebidas alcohólicas; y el consumo de tabaco y bebidas reduce invariablemente la energía nerviosa.CRA 275.5

    Si las sensibilidades morales de los cristianos se aguzaran en el tema de la temperancia en todas las cosas, podrían, por su ejemplo, y principiando en sus mesas, ayudar a los que tienen poco dominio propio, a los que son casi incapaces de resistir a las instancias de su apetito. Si pudiésemos comprender que los hábitos que adquirimos en esta vida afectarán nuestros intereses eternos, y que nuestro destino eterno depende de que nos habituemos a ser temperantes, lucharíamos para ser estrictamente temperantes en el comer y beber.CRA 275.6

    Por nuestro ejemplo y esfuerzo personales, podemos ser instrumentos para salvar a muchas almas de la degradación de la intemperancia, el crimen y la muerte. Nuestras hermanas pueden hacer mucho en la obra de la salvación de los demás, al poner sobre sus mesas únicamente alimentos sanos y nutritivos. Pueden dedicar su precioso tiempo a educar los gustos y apetitos de sus hijos, a hacerles adquirir hábitos de temperancia en todas las cosas, y a estimular la abnegación y la benevolencia para beneficio de los demás.CRA 276.1

    No obstante el ejemplo que Cristo nos dio en el desierto de la tentación al negarse a complacer el apetito y al vencer su poder, son muchas las madres cristianas que, por su ejemplo y por la educación que dan a sus hijos, los están preparando para que lleguen a ser glotones y bebedores. Con frecuencia se permite a los niños que coman lo que prefieren y cuando quieren, sin tener en cuenta su salud. Son muchos los niños a quienes se educa desde su infancia para que lleguen a ser glotones. Por la complacencia del apetito, padecen de dispepsia desde su tierna infancia. La sensualidad y la intemperancia en el comer se desarrollan y fortalecen con el aumento de vigor. El poder mental y físico es sacrificado por la indulgencia de los padres. Adquieren gusto por ciertos manjares de los cuales no reciben beneficio, sino perjuicio, y como el organismo se recarga, la constitución se debilita.—Joyas de los Testimonios 1:419, 420 (1875).CRA 276.2

    [El fundamento de la intemperancia—203]CRA 276.3

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