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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio - Contents
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    La causa de la irritabilidad y la nerviosidad

    361. La regularidad debiera ser la regla en todos los hábitos de los niños. Las madres cometen un grave error al permitir a sus hijos que coman entre horas. El estómago se perturba por esta costumbre, y se echan los cimientos para futuros sufrimientos. Su inquietud puede haber sido motivada por alimentos malsanos que no fueron digeridos; pero la madre considera que no puede perder tiempo para razonar sobre el asunto, y corregir su proceder pernicioso. Ni tampoco puede detenerse para calmar sus congojas impacientes. Ella les da a los enfermitos un trozo de torta u otras golosinas para calmarlos, pero esto simplemente aumenta el mal. Algunas madres, en su afán de trabajar, son dominadas por el apresuramiento nervioso, volviéndose más irritables que los niños, y tratan, por medio de reprensiones y hasta golpes, de atemorizar a los niños para que se estén quietos.CRA 284.2

    Con frecuencia las madres se quejan de la condición delicada de sus hijos, y consultan al médico, cuando, si sólo quisieran usar un poco de sentido común, verían que las dificultades son causadas por equivocaciones cometidas en el régimen alimenticio.CRA 285.1

    Estamos viviendo en una época de glotonería, y los hábitos que los niños están adquiriendo, aun en el caso de muchos adventistas del séptimo día, están en oposición directa con las leyes de la naturaleza. Me encontré sentada cierta vez a la mesa con varios niños de menos de doce años de edad. Se les sirvió una abundante porción de carne, y de pronto una niña delicada y nerviosa pidió pepinos en vinagre. Un frasco de salsa que contenía mostaza y fuertes especias le fue dado del cual se sirvió abundantemente. La niña era conocida por su temperamento nervioso e irritable y estos condimentos picantes se prestaban para producir este estado de cosas. El hijo mayor creía que no podía comer una sola comida si no había carne y se manifestaba muy disgustado, y llegaba hasta la falta de respeto si no se le servía. La madre lo había mimado en sus gustos hasta el punto de haber llegado a ser una esclava de sus caprichos. No le habían enseñado a trabajar y pasaba su tiempo leyendo cosas inútiles o peores que inútiles. Se quejaba casi constantemente de dolor de cabeza y no le agradaban los alimentos sencillos.CRA 285.2

    Los padres deben mantener ocupados a sus hijos. La peor fuente del mal es la indolencia. El trabajo físico que trae cansancio saludable a los músculos, despertará el apetito por el alimento sencillo y sano, y el joven que está debidamente empleado no se levantará de la mesa protestando porque no hay delante de él un plato con carne y otras golosinas para tentar su apetito.CRA 285.3

    Jesús, el Hijo de Dios, al trabajar con sus manos como carpintero, dejó un ejemplo para toda la juventud. Que aquellos que tienen a menos asumir los deberes comunes de la vida recuerden que Jesús se sujetó a sus padres, y contribuyó con su parte al sostenimiento de la familia. Pocos lujos se veían en la mesa de José y María, porque se contaban entre los pobres y humildes.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 6, 62 (1890); Fundamentals of Christian Education, 150, 151.CRA 285.4

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