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Mensajes Selectos Tomo 3 - Contents
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    Carta de W. C. White a L. E. Froom, del 9 de enero de 1928

    Querido Hno. Froom,

    Después de que le escribí ayer, encontré su carta del 22 de diciembre. En ella Ud. me dice que durante dos años enteros ha estado animando al pastor Daniells a preparar un libro sobre el espíritu de profecía, pero no me ha dicho qué respuesta le ha dado él a esta sugestión.3MS 518.2

    Con respecto a las declaraciones que han sido publicadas por el pastor Loughborough, Ud. habla de la impresión ejercida sobre él por las manifestaciones físicas e íntimas, y dice que estas cosas no lo convencen a Ud.3MS 518.3

    Estoy plenamente con Ud. en que la gran prueba de la mano divina en el don que Dios ha dado a la iglesia remanente está en la evidencia interna de los escritos mismos. Sin embargo, debo creer que en las manifestaciones físicas que han acompañado la concesión de luz y revelación, hay algún verdadero valor, de otra manera Dios no las habría dado. Por otra parte, me relaciono con una gran cantidad de personas fervientes, sinceras y preciosas a la vista del Señor, que consideran estas manifestaciones como algo de seria importancia, y testifican de que su fe ha sido grandemente fortalecida por un conocimiento claro de los métodos adoptados por nuestro Padre celestial para la confirmación de los que habrían de recibir la luz que él les ha dado.3MS 518.4

    Ud. se refiere a la pequeña declaración que yo le envié en cuanto a la inspiración verbal. Esta declaración, hecha por el congreso de la Asociación General de 1883, está en perfecta armonía con las creencias y las posiciones de los pioneros de esta causa, y era, yo creo, la única posición tomada por todos nuestros ministros y maestros hasta que el profesor [W. W.] Prescott, director del colegio de Battle Creek, presentó de una manera muy enfática otro punto de vista: la opinión sostenida y presentada por el profesor Gausen.3[Probablemente François Gaussen, clérico suizo (1790-1863) que sostuvo la posición de que la Biblia era verbalmente inspirada. Véase Mensajes Selectos 1:21-26.] La aceptación de esa opinión por parte de los estudiantes del colegio de Battle Creek y muchos otros, incluyendo al pastor Haskell, ha hecho surgir en nuestra obra innumerables preguntas y perplejidades, y van en aumento.3MS 519.1

    La Hna. White nunca aceptó la teoría de Gausen con respecto a la inspiración verbal [o sea palabra por palabra], ora sea aplicada a su propia obra, ora fuera aplicada a la Biblia.3MS 519.2

    Ud. dice que en su esfuerzo por tener una comprensión leal y racional del trasfondo de este don maravilloso, ha estado tratando de obtener la información con respecto a varias personas que ayudaron a la Hna. White en la fase literaria de su obra.3MS 519.3

    Tengo la convicción, Hno. Froom, de que nunca obtendrá luz con respecto al trasfondo del don del espíritu de profecía estudiando las características y las calificaciones de los fieles copistas y correctores, a los cuales la Hna. White llamó para que la ayudaran a preparar para la publicación, artículos que aparecerían en nuestros periódicos y capítulos de sus libros.3MS 519.4

    El fundamento para establecer la fe en los mensajes que Dios ha enviado a su pueblo, se encontrará en forma mucho más fácil en el estudio de la manera en que Dios trató con sus profetas en siglos pasados. Me parece que el estudio de la vida y las labores y los escritos de San Pablo ayudan más, y son más iluminadores, que ninguna otra clase de estudio que podamos sugerir; y yo no creo que podríamos obtener gran ayuda al establecer confianza en los escritos de Pablo estudiando una lista de sus ayudadores y la historia y las experiencias de ellos. Es fácil para mí creer que Jeremías fue dirigido por Dios en la selección que hizo de Baruc como copista; también Pablo tuvo sabiduría divina al elegir a los que iban a ser sus amanuenses de vez en cuando, de acuerdo con sus necesidades.3MS 519.5

    Yo creo que la Hna. Elena G. de White tuvo la dirección divina para elegir a las personas que actuarían como copistas y las que ayudarían a preparar artículos para nuestros periódicos y capítulos para nuestros libros.3MS 520.1

    Estoy bien relacionado con las circunstancias que la indujeron a seleccionar a algunos de estos obreros, y sé del ánimo directo que ella recibió con respecto a sus calificaciones y su confiabilidad para tal obra. También sé de casos en que ella fue inducida a instruir y decir palabras de cautela, y a veces a despedir a algunos de sus empleados que carecían de espiritualidad, y por lo tanto estaban descalificados para un servicio satisfactorio. En cuanto a esto el pastor Starr podría darle a Ud. un capítulo interesante referente a la experiencia de la Hna. White con la Srta. Fanny Bolton; y yo podría hablarle de una circunstancia por la cual ella se separó de su propia sobrina, Mary Clough, a quien apreciaba mucho.3MS 520.2

    En la primera parte de la década de 1860, la Hna. White no tenía ayuda, con excepción de su esposo, quien solía escucharla mientras leía capítulos de manuscritos, y le sugería correcciones gramaticales. Como niño pequeño recuerdo que presencié circunstancias como ésta: el pastor White, cansado, estaba recostado en el sofá, y la Hna. White traía un capítulo escrito para Spiritual Gifts y se lo leía; y él le sugería, como dije antes, correcciones gramaticales. Artículos para los Testimonies eran tratados de una manera similar.3MS 520.3

    Además de unos pocos testimonios que fueron impresos, muchos testimonios personales eran enviados a individuos, y a menudo la Hna. White les escribía diciendo: “No tengo a nadie para que me copie este testimonio. Por favor haga una copia para Ud. y devuélvame el original”. Como resultado de este método de trabajo, tenemos en nuestro archivo de manuscritos muchos de los primeros testimonios escritos con la propia letra de la Hna. White.3MS 521.1

    En la primera parte de la década de 1860, la Hna. Lucinda M. Hall actuó como ama de llaves de la Hna. White, y también como secretaria, y a veces como compañera de viaje. Era tímida, pero metódica, y solamente corregía los errores gramaticales más evidentes. En 1862, la Hna. Adelia Patten se relacionó con la familia White, y hacía copias para la Hna. White. Más tarde ella trabajó en la Review and Herald.3MS 521.2

    En el otoño de 1872 la Hna. White visitó Colorado y llegó a conocer a su sobrina Mary C. Clough, y durante los años 74, 75 y 76, la Srta. Clough la ayudó a preparar copias para Spirit of Prophecy, t. 2 y 3. También acompañó al pastor White y señora en los trabajos de los congresos campestres, y actuó como reportera para la prensa pública. Tal ocupación hizo que fuera la primera agente de publicidad regularmente empleada por la denominación, y puede ser considerada como la abuela de nuestro Departamento de Publicidad.3MS 521.3

    Su experiencia como periodista, la confianza [presunción] que obtuvo de esta manera, y el encomio que se hacía de su trabajo, la descalificaron para la tarea delicada y santa de ser una correctora de artículos para la Review y de capítulos para el Great Controversy (El gran conflicto). En una visión que se le presentó a la Hna. White, ella y Mary estaban observando maravillosos desarrollos que ocurrían en el cielo. Estos significaban mucho para la Hna. White, pero para Mary parecían no significar nada; y el ángel dijo: “Las cosas espirituales deben ser discernidas espiritualmente”; y entonces instruyó a la Hna. White a que despidiera a su sobrina como su correctora.3MS 521.4

    Durante los años 68, 69 y 70, varias personas fueron empleadas por la Hna. White para hacer copias de sus testimonios. Entre éstas se hallaban la Srta. Emma Sturgess, que más tarde llegó a ser la señora de Amos Prescott; la Srta. Anna Hale, que más tarde fue la esposa de Irwin Royce, y otras, cuyos nombres no recuerdo ahora.3MS 522.1

    Después de la muerte del pastor [Jaime] White en 1881, la Hna. White empleó a la Hna. Marian Davis. Ella había sido por algunos años una correctora de pruebas en la Review and Herald, y la Hna. White recibió la seguridad, por medio de una revelación de que la Hna. Davis sería una ayudante exacta y fiel. Más tarde la Hna. Elisa Burnham fue empleada por la Hna. White, y en una ocasión la Sra. B. L. Whitney y Fanny Bolton fueron empleadas en Battle Creek como ayudantes, cuando había mucho trabajo para hacer. La Hna. Davis estuvo con la Hna. White en Europa en 1886 y 1887. Fue también la principal ayudante de la Hna. White en Australia.3MS 522.2

    Cuando la obra en Australia creció, la Hna. Burnham fue llamada para asistir en la corrección de los libros, y Maggie Hare y Minnie Hawkins fueron empleadas como copistas.3MS 522.3

    Me olvidé de mencionar que durante los años en que la Hna. White estaba en Healdsburg (California), la Hna. J. I. Ings hizo muchas copias de testimonios y de manuscritos.3MS 522.4

    En una ocasión, mientras estábamos en Australia, se propuso que Special Testimonies to Ministers (Special Testimonies, Serie A), publicado y distribuido por medio del pastor [O. A.] Olson4[Presidente de la Asociación General.] en la primera parte de la década del 90, fuera reimpreso, y el material se clasificara por temas. Mientras esto estaba en consideración, ocurrió que el pastor W. A. Colcord, que una vez había sido secretario de la Asociación General y por muchos años un escritor importante sobre tópicos de libertad religiosa, no tenía empleo, y por pedido mío la Hna. White lo ocupó para tomar los testimonios especiales y clasificarlos por temas para su nueva publicación. Pasó varias semanas en este trabajo, y recibía su salario de la Hna. White; pero la obra nunca lo empleó. Si bien recuerdo, esta fue toda su relación con el trabajo literario de ella.3MS 523.1

    La última obra hecha por la Hna. Davis fue la selección y el arreglo del material usado en el Ministerio de curación.3MS 523.2

    El pastor C. C. Crisler ayudó a la Hna. White a seleccionar y arreglar el material que aparece en Hechos de los apóstoles y en Profetas y reyes.3MS 523.3

    Este bosquejo de la obra y los obreros empleados no pretende ser completo. Ni yo ni ninguno de los ayudantes de la Hna. White consideramos jamás que el personal que la ayudaba tenía un interés básico para los lectores de sus obras. Ella era la que escribía los libros. Escribió en forma completa. Siempre había dificultades entre ella y los que publicaban los libros en cuanto a la cantidad de material que debía utilizarse. La Hna. White estaba más contenta cuando un tema era presentado en forma bien amplia, y los impresores siempre ejercían presión para que ella condensara el material o lo abreviara, de tal manera que el libro no fuera demasiado grande. Consecuentemente, después que se prepararon importantes capítulos para el impresor, y a veces después que estos fueron mandados a la imprenta, una nueva presentación del tema solía ser recibida por la Hna. White, y entonces escribía material adicional e insistía en que éste fuera incorporado. Esta experiencia se aplicó mayormente al libro Great Controversy (La gran controversia), t. 4.3MS 523.4

    Una dificultad similar en cuanto a la cantidad de material preparado para El Deseado de todas las gentes fue solucionada, en parte, al eliminar algunas porciones que fueron usadas en Palabras de vida del gran Maestro y en el Discurso maestro de Jesucristo.3MS 524.1

    En cuanto a la lectura de las obras de autores contemporáneos durante el tiempo de la preparación de estos libros, hay muy poco que decir, porque cuando la Hna. White se hallaba totalmente empeñada en escribir, tenía muy poco tiempo para leer. Antes de escribir su obra sobre la vida de Cristo, y durante el tiempo en que lo hizo, hasta cierto punto, leyó de las obras de Hanna, Fleetwood, Farrar y Geikie. Nunca supe que leyera de Edersheim.5[Véase E. G. White: Inspiración e Historia, 23-32.—Nota de la Redacción.] De vez en cuando se refería a Andrews, en forma particular con referencia a cronología.3MS 524.2

    ¿Por qué leía ella algunos de estos libros? Los grandes acontecimientos del conflicto de los siglos, como se presentan en la serie Conflicto, le fueron presentados en parte, en muchas diferentes oportunidades. En la primera presentación le fue dado un breve bosquejo, como se presenta en la tercera sección del libro que ahora se llama Primeros escritos.3MS 524.3

    Más tarde, los grandes acontecimientos de la época patriarcal y la experiencia de los profetas le fueron revelados en la forma en que aparecen en sus artículos en Testimonies for the Church, y en su serie de artículos publicados en años posteriores en la Review, Signs of the Times y en el Southern Watchman. Estas series, como Ud. recordará, tratan en forma plena de la obra de Esdras, Nehemías, Jeremías y otros profetas.3MS 524.4

    Los grandes acontecimientos ocurridos en la vida de nuestro Señor le fueron presentados en escenas panorámicas, así como también las otras porciones de El gran conflicto. En unas pocas de estas escenas se le presentó claramente la cronología y la geografía; pero en la mayor parte de la revelación, las escenas instantáneas, que eran excesivamente vívidas, y las conversaciones y controversias que ella escuchó y que le fue posible narrar, no estaban dentro del punto de vista geográfico o cronológico, y fue dejada para que estudiara la Biblia, la historia y los escritos de hombres que habían presentado la vida de nuestro Señor, para que obtuviera la conexión cronológica y geográfica.3MS 525.1

    Otro propósito perseguido por la lectura de la historia y el libro titulado Life of Our Lord,6[Puede referirse al libro Life of Our Lord (Vida de nuestro Señor) de Guillermo Hanna, publicado en 1863.] y Life of St. Paul, fue que al hacerlo recordó vívidamente escenas presentadas claramente en visión, pero que durante el transcurso de los años, a través de su laborioso ministerio, palidecieron en su memoria.3MS 525.2

    Muchas veces en la lectura de Hanna, Farrar, o Fleetwood, tropezaba con una descripción o una escena que le había sido vívidamente presentada, que había olvidado, pero que ahora podía describirla detalladamente en forma más abarcante de lo que había leído.3MS 525.3

    A pesar de todo el poder que Dios le había dado para presentar las escenas de la vida de Cristo y de los apóstoles, así como de sus profetas y reformadores, de una manera más poderosa y más significativa que otros historiadores, no obstante ella sentía más agudamente los resultados de su falta de preparación escolar. Se admiraba del lenguaje en que otros escritores habían expuesto a sus lectores las escenas que Dios le había presentado a ella en visión, y encontró que era tanto un placer como una conveniencia y economía de tiempo utilizar el lenguaje de ellos, en forma total o parcial, para presentar las cosas que sabía por revelación, y que anhelaba transmitir a sus lectores.3MS 525.4

    En muchos de los manuscritos que provenían de sus manos se usaban comillas. En otros casos, éstas no se empleaban; y su hábito de usar partes de sentencias halladas en escritos ajenos, y de completar una parte con su propia redacción, no se basaba en ningún plan definido, ni fue cuestionado por sus copistas o ayudantes literarios hasta más o menos 1885, y en lo sucesivo.3MS 526.1

    Cuando algunos críticos señalaron este detalle de sus obras como una razón para dudar del don que le había permitido escribir, ella les prestaba poca atención. Más tarde, cuando se presentó la queja de que esto era una injusticia para otros publicadores y escritores, ella hizo un cambio decidido: un cambio con el cual Ud. está familiarizado.3MS 526.2

    Yo creo, Hno. Froom, que no puedo declarar con suficiente frecuencia el hecho de que la mente de la Hna. White era agudamente activa con referencia al contenido de los artículos publicados en nuestros periódicos y a los capítulos de sus libros, y que ella tenía la ayuda del cielo, y era notablemente aguda para descubrir cualquier error hecho por los copistas o por los correctores. Esta condición prevaleció durante todos sus años activos, antes de la muerte de su esposo y después de esto, durante su ministerio en Europa y Australia, y en la mayor parte de sus años pasados en los Estados Unidos después de que regresó de Australia.3MS 526.3

    En los años finales su supervisión no era tan abarcante, pero fue maravillosamente bendecida con su inteligencia para dirigir en algún asunto previamente escrito que estaba siendo utilizado en sus últimos años, y en señalar los temas que necesitaban ser destacados y los que podían pasarse por alto, mientras nosotros continuábamos con la tarea de hacer las abreviaciones de sus libros grandes, preparando manuscritos para que fueran traducidos a idiomas extranjeros.3MS 526.4

    Léale por favor esta declaración al pastor Daniells, y si Ud. observa que en mi apresuramiento he pasado por alto algunos puntos en que podría ser mal entendido, por favor señálemelo, y deme la oportunidad de fortalecer el tema antes de que sea puesto por Ud. ante otros hermanos.3MS 527.1

    Con saludos cristianos,
    W. C. White

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