Tarifas escolares demasiado bajas
En algunos de nuestros colegios las tarifas de la enseñanza son demasiado bajas. Esto, en muchos sentidos, ha prejudicado la obra educativa. Ha ocasionado deudas desalentadoras; ha afectado la administración con la constante sospecha de malos cálculos, falta de economía y planes desacertados; ha sido muy desalentador para los maestros e induce a exigir precios proporcionalmente bajos en otras escuelas. Cualquiera que haya sido el propósito al establecer la tarifa de la enseñanza en una suma menor que los costos, el hecho de que un colegio se haya endeudado mucho constituye una razón suficiente para reconsiderar los planes y fijar los precios, de modo que en el futuro las cosas vayan mejor. La cantidad cobrada por la enseñanza, comida y alojamiento, debiera bastar para el pago de los sueldos del personal docente, para surtir la mesa con abundancia de alimentos saludables y nutritivos, para conservar los muebles de las habitaciones y para mantener reparado el edificio y hacer frente a otros gastos corrientes que sean necesarios. Este es un asunto importante y no requiere un cálculo elaborado, sino una investigación cuidadosa. Se necesita el consejo del Señor. El colegio debiera tener ingresos suficientes no sólo para pagar los gastos corrientes necesarios, sino también para proporcionar a los alumnos durante el curso escolar algunas cosas esenciales para su desarrollo.6TPI 214.2
No se debe acumular las deudas año tras año. La mejor educación que pueda impartirse consiste en evitar las deudas así como se evitaría la enfermedad. Cuando pasa un año tras otro y no hay señales de que la deuda disminuya, sino más bien que aumente, debe hacerse un alto. Digan los administradores: “Nos negamos a dirigir el colegio por más tiempo a no ser que se provea algún plan seguro”. Será mejor, sí, mucho mejor, cerrar el colegio hasta que los administradores aprendan la ciencia de hacerlo funcionar sobre uina base de solvencia. Por causa de Cristo, como pueblo escogido de Dios, dedicaos a la tarea de establecer un sólido sistema financiero en nuestras instituciones.6TPI 215.1
Siempre que sea necesario elevar las tarifas en algún colegio, primero hay que someter el asunto a los patrocinadores de la institución, y explicarles que los precios se fijaron a un nivel demasiado bajo y como resultado, las deudas se acumularon y estorban la obra. Aumentar debidamente los precios por concepto de enseñanza, disminuirá posiblemente la matrícula; pero una numerosa asistencia no debiera causar tanto regocijo como el estar libres de deuda.6TPI 215.2
Uno de los resultados de los costos inferiores de enseñanza que regían en Battle Creek ha sido la concentración en un solo sitio de un gran número de alumnos y familias, mayor que el aconsejado por la prudencia. Si los dos tercios de las personas que viven en Battle Creek fueran testigos del Señor en otras localidades, tendrían un mayor espacio para crecer. Se habrían visto mejores resultados si una parte del tiempo y de la energía dedicados a mantener en buenas condiciones higiénicas la gran institución de Battle Creek se hubiese empleado en colegios de otras localidades donde hay espacio para llevar a cabo trabajos agrícolas que podrían incorporarse como una parte de la misma educación. Si hubiese habido voluntad para seguir los caminos del Señor y sus planes, muchos establecimientos estarían ahora desarrollándose en otros lugares. Vez tras vez nos ha llegado la palabra del Señor diciéndonos que debieran levantarse templos y colegios en otras localidades, que había ya un número excesivo de instituciones en un solo lugar. La instrucción dada es: salga la gente de los grandes centros y establezca facilidades en otros lugares. Si se hubiese prestado oído a esta instrucción, si hubiese habido una distribución de medios y facilidades, el dinero empleado en los edificios adicionales del colegio de Battle Creek habría servido sobradamente para dos nuevos edificios en otras localidades. Así el árbol habría crecido y llevado fruto en una forma que no ha sido posible porque los hombres prefirieron seguir su propia sabiduría.6TPI 215.3
Nuestros hermanos dicen que de parte de pastores y padres llegan informes y solicitudes suplicantes acerca de que veintenas de jóvenes de la iglesia necesitan los beneficios de nuestras escuelas preparatorias y no pueden asistir a menos que el costo de la enseñanza sea más bajo. Pero quienes abogan por precios reducidos debieran pesar con cuidado el asunto en todas sus dimensiones. Si los alumnos no pueden disponer por sí mismos de medios suficientes para pagar los gastos reales de un buen trabajo para su educación, ¿no es mejor que sus padres, sus amigos, las iglesias a que pertenecen, o algunos hermanos generosos de su asociación les ayuden, en vez de dejar que se acumule una deuda sobre la escuela? Será mucho mejor que los numerosos alumnos de la institución compartan los gastos, y no que la escuela funcione con deudas.6TPI 216.1
Se han de idear métodos para impedir la acumulación de deudas sobre nuestras instituciones. No debe hacerse sufrir a la causa entera por deudas que no se cancelarán, a menos que haya un cambio completo y la obra se rija por principios diferentes. Que todos los que han tenido una parte en atraer sobre sí esta nube de deudas, sientan ahora que es su deber hacer todo cuanto puedan para que desaparezca.6TPI 216.2