Mensaje dirigido a dos jóvenes
- Los tiempos del tomo tres
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- Una apelación a los que llevan cargas
- Capacidad no santificada
- Mentes desequilibradas
- Adventistas opositores
- Amistad íntima con mundanos
- La causa en Nueva York
- Parientes en la iglesia
- Obreros para Dios
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- La fidelidad en los deberes domésticos
- Orgullo y pensamientos vanos
- La obra en Battle Creek
- Pruebas peculiares
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- A padres ricos
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- La educación debida
- Confinamiento estrecho en la escuela
- Deterioro físico de la humanidad
- Importancia de la educación en el hogar
- Trabajo físico para los estudiantes
- La reforma pro salud
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- La Escuela Sabática
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- La iglesia de Battle Creek
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- La iglesia de Laodicea
- Testimonios directos en la iglesia
- La lucha contra el espíritu de Dios
- El caso de Acab, una advertencia
- Pecado y castigo de Acán
- El deber de reprender el pecado
- Codicia entre el pueblo de Dios
- Confesiones hechas demasiado tarde
- Elías reprende al rey Acab
- El sacrificio en el Monte Carmelo
- La humildad de Elías
- Elías se desanima
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- A un joven ministro y su esposa
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- La rebelión no está curada
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Peligros y deberes de la juventud
Mensaje dirigido a dos jóvenes
En diciembre pasado se me mostraron los peligros y tentaciones de la juventud. Los dos hijos menores del Padre O necesitan convertirse. Tienen que morir diariamente al yo. Pablo, el fiel apóstol, tenía diariamente una experiencia nueva. Él dice: “Cada día muero”. Ésta es exactamente la experiencia que estos jóvenes necesitan. Están en peligro de no hacer caso de los deberes presentes y de descuidar la educación esencial para la vida práctica. Consideran la educación de los libros como el asunto supremamente importante que se debe atender a fin de tener éxito en la vida.3TPI 246.1
Estos jóvenes tienen deberes domésticos que pasan por alto. No han aprendido a asumir sus deberes ni a cumplir las responsabilidades caseras que son su obligación atender. Tienen una madre fiel, práctica, que ha llevado muchas cargas que sus hijos no tendrían que haberle permitido llevar. Han fracasado en su deber de honrar a su madre. No han compartido las cargas de su padre como debían, y han descuidado de honrarlo como deberían haberlo hecho. Siguen la inclinación en vez del deber. Han seguido una conducta egoísta en sus vidas, rehuyendo cargas y trabajos, y han fracasado al no obtener la experiencia valiosa que no podían darse el lujo de desperdiciar si deseaban que su vida fuera un éxito. No han captado la importancia de ser fieles en las cosas pequeñas, ni han sentido la obligación de ser leales a sus padres: cuidadosos y fieles en el cumplimiento de los humildes y modestos deberes de la vida que se hallan directamente en su camino. Subestiman las ramas comunes del conocimiento, tan necesarias para la vida práctica.3TPI 246.2
Si estos jóvenes quieren ser una bendición en todo lugar, deberían serlo en la casa. Si ceden a la inclinación, en vez de ser guiados por la decisión cautelosa de la razón sensata, el juicio correcto y la conciencia esclarecida, no podrán ser una bendición para la sociedad o para la familia de su padre, y sus perspectivas en este mundo y en el mundo mejor pueden verse comprometidas. Muchos jóvenes reciben la impresión de que sus primeros años de vida no son para llevar cargas, sino para malgastarlos en deportes ociosos, en bromas y en indulgencias insensatas. Mientras están ocupados en tonterías y en la satisfacción de las exigencias de los sentidos, algunos piensan únicamente en la gratificación momentánea que con ello derivan. Su deseo de divertirse, su afición por estar en sociedad y por charlar y reír, aumentan con la complacencia [propia], y pierden todo gusto por las realidades serias de la vida; los deberes domésticos parecen no tener atractivo. No hay suficientes cambios para desafiar sus mentes, y se vuelven inquietos, quisquillosos e irritables. Estos jóvenes debieran sentir que es su deber hacer feliz y alegre el hogar. Deberían traer alegría a la casa en vez de una sombra por quejas innecesarias y por una actitud de descontento.3TPI 246.3
Estos jóvenes debieran recordar que son responsables por todos los privilegios que han disfrutado, que tienen que responder por el aprovechamiento de su tiempo y rendir una cuenta exacta por el perfeccionamiento de sus aptitudes. Pueden preguntar: ¿No tendremos diversiones o recreación? ¿Trabajaremos y trabajaremos y trabajaremos, sin variación? Cualquier diversión en la que puedan ocuparse pidiendo la bendición de Dios sobre ella con fe, no será peligrosa. Pero cualquier entretenimiento que los descalifique para la oración secreta, para la devoción ante el altar de la oración, o para participar en la reunión de oración, no es segura, sino peligrosa. Por un tiempo puede ser muy necesario realizar un cambio respecto al trabajo físico que ha desgastado severamente las fuerzas, para que las energías puedan ocuparse nuevamente en el trabajo, con mayor éxito. Pero quizás no sea necesario un descanso completo, ni siquiera que tenga los mejores resultados en lo que se refiere a su fuerza física. Aunque estén cansados con una clase de trabajo, no necesitan malgastar sus momentos preciosos. Pueden entonces tratar de hacer algo no tan agotador, pero que será una bendición para su madre y sus hermanas. Al aligerar sus preocupaciones tomando sobre ellos las cargas más difíciles que ellas tienen que llevar, pueden encontrar esa distracción que surge de la práctica de los principios y que les producirá verdadera felicidad, y su tiempo no será gastado en frivolidades o en complacencias egoístas. Su tiempo puede siempre emplearse en forma ventajosa, y pueden renovarse constantemente con actividades variadas, y sin embargo estar redimiendo el tiempo, de modo que cada momento revelará un buen informe para alguien.3TPI 247.1
Ustedes han pensado que era de suprema importancia obtener una educación en las ciencias. No hay virtud en la ignorancia, y el conocimiento no reducirá necesariamente el crecimiento cristiano; pero si ustedes lo buscan en base a un principio, teniendo ante la vista el objetivo correcto y sintiendo la obligación hacia Dios de usar las facultades para hacer bien a otros y para promover su gloria, el conocimiento les ayudará a cumplir este fin; les ayudará a poner en ejercicio las facultades que Dios les ha dado, y a emplearlas en su servicio.3TPI 248.1
Pero, jóvenes, si ustedes obtienen mucho conocimiento y sin embargo fallan en aplicarlo a un uso práctico, han fracasado en su objetivo. Si al obtener una educación, llegan a absorberse tanto en sus estudios que descuidan la oración y los privilegios religiosos, y se vuelven descuidados e indiferentes hacia el bienestar de sus almas, si dejan de aprender en la escuela de Cristo, están vendiendo su primogenitura por un potaje de lentejas. No debieran perder ni por un momento el objetivo por el cual están obteniendo una educación: desarrollar sus facultades y dirigirlas de tal manera que puedan ser más útiles y bendecir a otros en la medida de su capacidad. Si al obtener conocimiento aumentan su amor propio y su inclinación a excusarse de llevar responsabilidades, estarían mejor sin una educación. Si aman e idolatran los libros, y permiten que se interpongan entre ustedes y sus deberes, de modo que están poco dispuestos a dejar sus estudios y su lectura para realizar un trabajo esencial que alguien debe hacer, debieran refrenar su deseo de estudiar, y cultivar un interés por hacer las cosas por las cuales ahora no sienten atracción. El que es fiel en lo poco también será fiel en lo mucho.3TPI 248.2
Ustedes necesitan cultivar amor y afecto por sus padres y por sus hermanos y hermanas. “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad”. Romanos 12:10-13. Jóvenes, no pueden permitirse sacrificar sus intereses eternos por sus estudios escolares. Sus maestros pueden estimularlos mediante el aplauso, y ustedes pueden ser engañados por la sofistería de Satanás. Pueden ser inducidos, paso a paso, a tratar de destacarse y a obtener la aprobación de sus maestros, pero su conocimiento en la vida divina, en la religión experimental, disminuirá más y más. Sus nombres estarán registrados ante los ángeles santos y exaltados y ante el Creador del universo y Cristo, la Majestad del cielo, bajo una luz muy pobre. Enfrente de ellos habrá un registro de pecados, de errores, fracasos, negligencias, y una ignorancia tal en el conocimiento espiritual que el Padre y su Hijo, Jesús nuestro Abogado, y los ángeles ministradores se sentirán avergonzados de reconocerlos como hijos de Dios.3TPI 249.1
Al asistir al colegio ustedes están expuestos a una variedad de tentaciones a las que no se expondrían en el hogar paterno, bajo la vigilancia de padres temerosos de Dios. Si mientras estaban en casa ustedes oraban dos o tres veces por día en busca de gracia para escapar de la corrupción que hay en el mundo a través de la concupiscencia, necesitan orar tanto más ferviente y constantemente estando en el colegio, expuestos a tentaciones e influencias contaminadoras que prevalecen en las escuelas de esta era degenerada, considerando que las circunstancias que los rodean son más desfavorables para la formación de un carácter cristiano.3TPI 249.2
Estos jóvenes no tienen suficiente fuerza de carácter cristiano; especialmente éste es el caso de A O. No está afirmado, enraizado ni fundado en la verdad. Su asidero de Dios ha sido tan leve que no ha estado recibiendo fuerza y luz desde lo alto, sino que ha estado reuniendo tinieblas para su propia alma. Ha oído tantas conversaciones incrédulas y ha tomado tan poco interés práctico en la verdad que no está preparado para dar una razón de su esperanza. Es inestable como una caña que tiembla bajo el viento. Es bondadoso de corazón, sin embargo ama la diversión, la ociosidad y la compañía de sus jóvenes amigos. Ha cedido a esta inclinación a expensas del interés de su alma. Es importante, mi hermano, que evite mezclarse demasiado con la juventud irreligiosa. La cultura de su mente y corazón, en conexión con los deberes prácticos de la vida, requiere que una gran porción de su tiempo sea gastada en la compañía de aquellos cuya conversación y fe aumentarán su fe y amor por la verdad.3TPI 249.3
Usted ha tratado de deshacerse de las restricciones que impone la creencia en la verdad, pero no se ha atrevido a ser demasiado audaz en su incredulidad. Demasiado a menudo ha elegido las frivolidades del mundo, y la compañía de aquellos que excluyen el recogimiento y la religión, y, desde el punto de vista práctico, usted ha sido considerado parte de ese grupo que desprecia la verdad. Usted no es suficientemente fuerte en la fe o en sus propósitos como para estar en esa sociedad. A fin de matar el tiempo ha consentido con un espíritu de frivolidad que le ha hecho un daño positivo al embotar su conciencia. Usted ama la aprobación. Si gana esto en una forma honorable, no es tan pecaminoso; pero usted está en peligro de engañarse a sí mismo y a otros; necesita estar en guardia sobre este punto y ver que gana toda la aprobación que recibe. Si usted es aprobado por sus principios íntegros y valor moral, ésta es su ganancia. Pero si es mimado, cortejado y adulado porque puede dar discursos brillantes y comentarios apropiados, y porque es alegre, vivaz e ingenioso, y no por su valor intelectual y moral, será considerado por hombres y mujeres sensatos y piadosos como un objeto digno de lástima antes que de envidia. Usted debiera precaverse contra la adulación. Cualquiera que es suficientemente insensato como para adularlo no puede ser su verdadero amigo. Sus verdaderos amigos le advertirán, le implorarán y lo amonestarán, y reprobarán sus faltas.3TPI 250.1
Usted ha abierto su mente a la oscura incredulidad. Ciérrela en el temor de Dios. Busque las evidencias, los pilares de nuestra fe, y aférrese a ellos con firmeza. Usted necesita esta confianza en la verdad presente, porque le servirá de ancla. Le impartirá a su carácter una energía, eficiencia y noble dignidad que ganará respeto. Estimule hábitos de laboriosidad. Usted está fallando seriamente en esto. Tanto usted como su hermano tienen ideas brillantes de éxito, pero recuerden que su única esperanza está en Dios. Sus perspectivas pueden a veces parecerles halagadoras, pero las expectativas que los exaltan por encima de los deberes sencillos y humildes, y de los deberes religiosos, resultarán un fracaso. Ustedes, mis queridos amigos, necesitan humillar sus corazones ante Dios y obtener una experiencia rica y valiosa en la vida cristiana perseverando para conocer al Señor y bendecir a otros con vidas diarias de inmaculada pureza, de noble integridad, de minucioso cumplimiento del deber cristiano y de las obligaciones de la vida práctica. Ustedes tienen deberes que cumplir en el hogar; tienen que desempeñar responsabilidades que todavía no han asumido.3TPI 251.1
Aquello que se siembra eso es también lo que se cosecha. Estos jóvenes están ahora sembrando la semilla. Cada acto de sus vidas, cada palabra hablada, es una semilla para bien o para mal. Como es la semilla, así será la cosecha. Si complacen pasiones precipitadas, sensuales, pervertidas o se entregan a la gratificación del apetito o la inclinación de sus corazones no santificados; si fomentan el orgullo o los principios erróneos y acarician hábitos de infidelidad o disipación, segarán una abundante cosecha de remordimiento, vergüenza y desesperación.3TPI 251.2
Los ángeles de Dios están tratando de guiar a estos jóvenes para que clamen al Señor con sinceridad: “Sé tú el guiador de mi juventud”. Los ángeles los están invitando, y tratando de sacarlos de las trampas de Satanás. El cielo puede ser de ellos si procuran obtenerlo. Recibirán una corona de gloria inmortal si dan todo por el cielo.3TPI 251.3