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Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 - Contents
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    Independencia individual

    Apreciado hermano A: Mi mente está preocupada en cuanto a su caso. Le he escrito algunas cosas que me han sido mostradas respecto a su conducta pasada, presente y futura. Siento ansiedad por usted porque he visto sus peligros. Su experiencia anterior en el espiritismo lo expone a tentaciones y conflictos severos. Una vez que la mente ha cedido al control directo del enemigo a través de ángeles malignos, esa persona debiera desconfiar grandemente de impresiones y sentimientos que la conduzcan a un camino independiente, lejos de la iglesia de Cristo. El primer paso que tal persona dé independientemente de la iglesia debiera ser considerado como un ardid del enemigo para engañar y destruir. Dios ha hecho a su iglesia un canal de luz, y mediante ella comunica sus propósitos y su voluntad. No da una experiencia independiente de la iglesia. No da a un hombre un conocimiento de su voluntad para toda la iglesia, mientras que la iglesia, el cuerpo de Cristo, es dejada en tinieblas.3TPI 455.1

    Hermano A, usted necesita vigilar con el mayor interés cómo edifica. Viene una tormenta que probará su esperanza hasta lo sumo. Usted debiera cavar profundo y colocar su fundamento seguro. “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca”. Mateo 5:24, 25. El constructor coloca firmemente una piedra sobre otra hasta que la estructura se eleva, piedra sobre piedra. El constructor del evangelio frecuentemente lleva adelante su trabajo en medio de lágrimas y pruebas, tormentas de persecución, oposición amarga y reproches injustos; pero trabaja con profunda seriedad porque está construyendo para la eternidad. Tenga cuidado, hermano A, de que su fundamento sea roca sólida, de que usted está asegurado firmemente a ella, siendo Cristo esa Roca.3TPI 455.2

    Usted tiene una voluntad fuerte, obstinada, un espíritu muy independiente, y siente que debe preservarlo a toda costa. Y usted ha introducido este mismo espíritu en su experiencia y en su vida religiosa. No siempre ha estado en armonía con la obra de Dios como es llevada adelante por sus hermanos de América del Norte. No ha visto las cosas como ellos las ven ni se ha identificado con su manera de proceder. Usted ha estado muy poco familiarizado con la tarea en sus distintos departamentos. No ha sentido mucho deseo de conocer las diferentes ramas de la obra. Ha mirado la obra con suspicacia y desconfianza, como también a los dirigentes escogidos por Dios para llevarla adelante. Ha estado más dispuesto a cuestionar y suponer y sentir celos de aquellos sobre quienes Dios ha colocado las responsabilidades más pesadas de su obra, que a investigar y vincularse con la causa de Dios para familiarizarse con su funcionamiento y progreso.3TPI 455.3

    Dios vio que usted no estaba en condiciones de ser un pastor, un ministro de justicia para proclamar la verdad a otros, hasta que fuera un hombre completamente transformado. Permitió que usted pasase por verdaderas pruebas y sintiera privación y necesidad, para que pudiera saber cómo ejercer compasión y apoyo, así como tierno amor hacia los infortunados y oprimidos, y por los que sufren necesidad y pasan por pruebas y aflicción.3TPI 456.1

    Mientras usted oraba en su aflicción pidiendo la paz en Cristo, una nube negra parecía oscurecer su mente. El descanso y la paz no vinieron como usted lo esperaba. A veces su fe parecía ser probada hasta lo sumo. Al mirar usted a su vida pasada, veía tristeza y chascos; al contemplar el futuro, todo era incertidumbre. La Mano divina lo condujo maravillosamente para llevarlo a la cruz y enseñarle que Dios ciertamente es un galardonador de aquellos que lo buscan diligentemente. Las personas que piden correctamente recibirán. El que busca con fe encontrará. La experiencia ganada en el horno de prueba y aflicción vale más que todos los inconvenientes y la experiencia dolorosa que cuesta.3TPI 456.2

    Las oraciones que usted ofreció en su soledad, su cansancio y sus pruebas, Dios las contestó no siempre de acuerdo con sus expectativas, pero sí para su bien. Usted no tenía una opinión clara y correcta de sus hermanos, ni se veía a usted mismo en una luz correcta. Pero en la providencia de Dios, él ha obrado para contestar las oraciones que usted ha ofrecido en su angustia y salvarlo, para la gloria de su divino nombre. Desconociéndose a usted mismo, pidió cosas que no eran las mejores para usted. Dios oyó sus oraciones sinceras, pero la bendición concedida fue algo muy diferente de lo que usted esperaba. En su providencia, Dios dispuso colocarlo más directamente en relación con su iglesia, para que tuviera menos confianza propia y confiara más en otros a quienes él está guiando para promover su obra.3TPI 456.3

    Dios oye cada oración sincera. Lo colocó a usted en conexión con su obra para poder conducirlo más directamente a la luz. Y a menos que cierre sus ojos contra las evidencias y la luz, se convencerá de que si desconfía más de usted mismo y menos de sus hermanos prosperará más en Dios. Es Dios quien lo ha conducido en medio de dificultades. Él tenía un propósito en esto, para que la tribulación pudiera obrar en usted paciencia, y la paciencia piedad, y la piedad esperanza. Permitió que le sobrevinieran pruebas para que, mediante ellas, usted pudiera experimentar los apacibles frutos de justicia.3TPI 457.1

    Pedro negó al Hombre de Dolores en su encuentro con la tristeza en la hora de su humillación. Pero después se arrepintió y fue reconvertido. Tuvo verdadera contrición de alma y se entregó nuevamente a su Salvador. Cegado por las lágrimas va a la soledad del Jardín de Getsemaní y se postra donde vio la forma abatida de su Salvador cuando brotaron gotas de sangre de sus poros debido a su gran agonía. Pedro recuerda con remordimiento que se quedó dormido cuando Jesús oró durante esas horas terribles. Su orgulloso corazón se quebranta, y lágrimas penitentes humedecen la tierra herbosa tan recientemente manchada por las gotas de sudor sanguinolento del querido Hijo de Dios. Dejó ese jardín como un hombre convertido. Estaba entonces listo para compadecerse de los tentados. Fue humillado y podía simpatizar con los débiles y errantes. Podía advertir y amonestar a los presuntuosos, y estaba plenamente capacitado para fortalecer a sus hermanos.3TPI 457.2

    Dios lo condujo a usted a través de la aflicción y las pruebas para que pudiera confiar más perfectamente en él, y apoyarse menos en a su propio juicio. Usted puede sobrellevar la adversidad mejor que la prosperidad. El ojo de Jehová que todo lo ve detectó en su persona mucha escoria que usted consideraba como oro demasiado valioso para desecharlo. El poder del enemigo sobre usted ha sido a veces directo y muy fuerte. Los engaños del espiritismo han enredado su fe, pervertido su juicio y confundido su experiencia. En su providencia, Dios lo probó, para purificarlo, como a los hijos de Leví, para que usted pudiera ofrecerle una ofrenda en justicia.3TPI 458.1

    El yo está mezclado demasiado con todas sus labores. Su voluntad debe ser moldeada por la voluntad de Dios, o usted caerá en tentaciones deplorables. Vi que cuando usted trabaje confiando en Dios, pasando por alto el yo, obtendrá una fuerza de él que le dará acceso a los corazones. Los ángeles de Dios trabajarán conjuntamente con sus esfuerzos cuando usted sea humilde y se considere pequeño ante sus propios ojos. Pero cuando piense que sabe más que aquellos a quienes Dios ha estado dirigiendo por años, y a quienes ha estado instruyendo en la verdad y capacitando para la extensión de su obra, se habrá vuelto jactancioso y caerá en tentaciones.3TPI 458.2

    Usted necesita cultivar la bondad y la ternura. Necesita ser compasivo y cortés. Sus labores están demasiado impregnadas de severidad y de un espíritu exigente, dictatorial, arrogante. Usted no siempre considera bondadosamente los sentimientos de otros, y crea pruebas e insatisfacción innecesarias. Más cariño y ternura en sus labores, le darían acceso a los corazones y ganarían almas para Cristo y la verdad.3TPI 458.3

    Usted está constantemente inclinado a la independencia individual. No comprende que la independencia es pobre cuando lo conduce a tener demasiada confianza propia y a actuar conforme a su propio juicio antes que respetar el consejo y estimar altamente el juicio de sus hermanos, especialmente de aquellos que están en los cargos que Dios ha designado para la salvación de su pueblo. Dios ha investido a su iglesia con autoridad y poder especiales que nadie puede sentirse justificado para desatender y menospreciar, porque al hacerlo menosprecia la voz de Dios.3TPI 458.4

    No es seguro para usted confiar en sus impresiones y sentimientos. Usted ha tenido la desgracia de caer bajo el poder de ese engaño satánico, el espiritismo. Este manto de muerte lo ha cubierto, y su imaginación y nervios han estado bajo el control de los demonios; y cuando confía en usted mismo y no se aferra con firme confianza en Dios, está en un peligro seguro. Usted puede bajar las barreras, y frecuentemente lo hace, e invita al enemigo a que entre, y él controla sus pensamientos y actos, mientras que usted realmente se engaña y se jacta de que tiene el favor de Dios.3TPI 459.1

    Satanás ha tratado de impedir que usted confíe en sus hermanos norteamericanos. Los ha considerado con suspicacia, al igual que sus iniciativas y experiencia, cuando ellos son precisamente quienes podrían ayudarlo y ser una bendición para usted. Será el esfuerzo premeditado de Satanás separarlo de aquellos que son como canales de luz, a través de los cuales Dios ha comunicado su voluntad y mediante quienes ha obrado para levantar y extender su obra. Sus puntos de vista y sus sentimientos y experiencia son completamente estrechos, y sus labores son del mismo carácter.3TPI 459.2

    A fin de ser una bendición para su pueblo, usted necesita mejorar en muchas cosas. Debiera cultivar la cortesía y manifestar una tierna compasión por todo el mundo. Debiera tener la virtud máxima de Dios, el amor. Usted critica demasiado y no es tan paciente como debiera si quiere ganar almas. Podría tener una influencia mucho mayor si fuese menos formal y rígido, y fuera impulsado más por el Espíritu Santo. Su temor de ser guiado por hombres es demasiado grande. Dios usa a los hombres como sus instrumentos y los usará en tanto el mundo dure.3TPI 459.3

    Los ángeles que cayeron estaban ansiosos de independizarse de Dios. Eran muy hermosos, muy gloriosos, pero dependían de Dios para su felicidad y para la luz y la inteligencia que disfrutaban. Cayeron de su elevada posición mediante la insubordinación. Cristo y su iglesia son inseparables. Descuidar o despreciar a aquellos a quienes Dios ha designado como dirigentes y para llevar responsabilidades relacionadas con su obra y con el progreso y la difusión de la verdad es rechazar los medios que Dios ha ordenado para la ayuda, el aliento y la fortaleza de su pueblo. Pasarlos por alto y pensar que la luz suya debe venir a través de ningún otro canal sino directamente de Dios, lo coloca a usted en una posición donde está expuesto al engaño y a ser destruido.3TPI 459.4

    Dios lo ha colocado en relación con sus colaboradores designados en su iglesia para que ellos puedan ayudarlo. Su conexión anterior con el espiritismo hace que su peligro sea mayor que el que sería de otro modo, porque su juicio, sabiduría y criterio han sido pervertidos. Usted no puede discernir siempre los espíritus por cuenta propia y decir qué espíritus son, porque Satanás es muy artero. Dios lo ha puesto en conexión con su iglesia para que puedan ayudarle.3TPI 460.1

    A veces usted es demasiado formal, frío y poco amigable. Debe encontrar a la gente donde está y no colocarse demasiado por encima de ellos ni requerir demasiado de ellos. Necesita ser completamente enternecido y subyugado por el Espíritu de Dios mientras predica a la gente. Debiera educarse en cuanto a la mejor manera de trabajar para obtener el fin deseado. Su trabajo debe caracterizarse por el amor de Jesús abundando en su corazón, ablandando sus palabras, moldeando su temperamento y elevando su alma.3TPI 460.2

    Usted frecuentemente habla demasiado largo cuando no tiene la influencia vivificadora del Espíritu del cielo. Cansa a los que lo oyen. Muchos al predicar cometen el error de no terminar mientras se mantiene el interés. Siguen perorando hasta que muere el interés que se había levantando en las mentes de los oyentes y la gente realmente se cansa con palabras que no tienen peso ni interés especial. Pare antes de llegar a ese punto. Deténgase cuando no tiene nada de importancia especial para decir. No siga con palabras aburridas que sólo excitan el prejuicio y no ablandan el corazón. Usted necesita estar unido a Cristo hasta el punto de que sus palabras derritan el corazón y lleguen ardientes hasta el alma. Meras palabras tediosas son insuficientes para este tiempo. Los argumentos son buenos, pero puede haber demasiados argumentos y muy poco del espíritu y la vida de Dios.3TPI 460.3

    Sin el poder especial de Dios para trabajar con sus esfuerzos, sin su espíritu subyugado y humillado ante Dios, sin que su corazón esté enternecido y que sus palabras manen de un corazón de amor, sus labores serán cansadoras para usted y no producirán resultados bendecidos. Hay un punto al cual llega el ministro de Cristo, más allá del cual el conocimiento y la habilidad humanas son impotentes. Estamos luchando con errores gigantescos, y males que somos impotentes para remediar o para despertar a la gente de modo que vea y entienda, porque no podemos cambiar el corazón. No podemos avivar el alma para que discierna la pecaminosidad del pecado y sienta la necesidad de un Salvador. Pero si nuestras labores llevan el sello del Espíritu de Dios, si un poder más elevado y divino acompaña a nuestros esfuerzos para sembrar la semilla del evangelio, veremos frutos de nuestras labores para la gloria de Dios. Sólo él puede regar la semilla sembrada.3TPI 461.1

    Así sucede con usted, hermano A. No debe apresurarse demasiado y esperar demasiado de mentes oscurecidas. Debe albergar la humilde esperanza de que Dios impartirá bondadosamente la influencia misteriosa, vivificadora de su Espíritu, sólo mediante la cual sus labores no serán en vano en el Señor. Necesita aferrarse a Dios mediante una fe viviente, comprendiendo a cada momento sus peligros y su debilidad, y buscando constantemente esa fuerza y poder que sólo Dios puede dar. Por más que se esfuerce lo mejor que pueda, por usted mismo no puede hacer nada.3TPI 461.2

    Usted necesita educarse para poder tener sabiduría a fin de tratar con las mentes. Con algunos debiera mostrarse compasivo, haciendo una diferencia, mientras que a otros puede salvarlos con temor, sacándolos del fuego. Nuestro Padre celestial frecuentemente nos deja en la incertidumbre en cuanto a nuestros esfuerzos. Debemos sembrar junto a todas las aguas, no sabiendo qué prosperará, si esto o aquello. Podemos estimular nuestra fe y energía en base a la Fuente de nuestra fuerza, y apoyarnos en él con plena y completa dependencia.3TPI 461.3

    Hermano A, usted necesita trabajar con la máxima diligencia para controlar el yo y desarrollar un carácter en armonía con los principios de la Palabra de Dios. Necesita educarse y prepararse a fin de llegar a ser un pastor de éxito. Necesita cultivar un temperamento bueno: amable, alegre, animado, generoso, compasivo, cortés, con rasgos compasivos de carácter. Debiera vencer un espíritu malhumorado, intolerante, estrecho, criticón, arrogante. Si está vinculado a la obra de Dios necesita batallar vigorosamente contra el yo y formar su carácter tras el Modelo divino.3TPI 462.1

    Sin un esfuerzo constante de su parte aparecerá alguna manifestación negativa, bajo la influencia de una mente corrupta, la que obstruirá su camino; ante este obstáculo usted se sentirá inclinado a acusar a algo que no es la verdadera causa. Usted necesita autodisciplina. Nuestra piedad no debiera ser agria, fría y adusta, sino amante y dócil. Un espíritu censurador pondrá barreras en su camino y cerrará los corazones contra usted. Si no depende humildemente de Dios, frecuentemente cerrará su propio camino con obstáculos y causará lo mismo en la senda de otros.3TPI 462.2

    Usted necesita estar en guardia para no enseñar la verdad ni cumplir sus deberes con un espíritu intolerante, lo que excitará el prejuicio. Necesita estudiar cómo puede mostrarse aprobado ante Dios, como un obrero que no tiene de qué avergonzarse. Pregúntese cuál es su disposición natural, qué carácter ha desarrollado. Debiera esforzarse, como también todo ministro de Cristo, en practicar la mayor vigilancia para no cultivar hábitos de acción, y tendencias mentales y morales, que no quisiera que aparecieran entre aquellos a quienes usted les está enseñando la verdad.3TPI 462.3

    Se les ordena a los ministros de Cristo que sean ejemplos del rebaño de Dios. La influencia de un ministro puede hacer mucho para moldear el carácter de su pueblo. Si el ministro es indolente, si no es puro en el corazón y en la vida, y si es hiriente, criticón, censurador, egoísta, independiente y carente de dominio propio, en gran medida enfrentará estos mismos elementos desagradables entre su pueblo, y es un trabajo difícil poner las cosas en orden donde las influencias erróneas han creado confusión. Lo que se ve en su ministro producirá una gran diferencia en cuanto al desarrollo de las virtudes cristianas en la gente. Si su vida es una combinación de excelencias, aquellos a quienes él conduce al conocimiento de la verdad mediante sus labores, en gran medida, si verdaderamente aman a Dios, reflejarán su ejemplo e influencia, porque él es un representante de Cristo. Así el ministro debiera sentir su responsabilidad de adornar la doctrina de Dios nuestro Salvador en todas las cosas.3TPI 462.4

    Los mayores esfuerzos del ministro evangélico debieran ser para dedicar todos sus talentos a la obra de salvar almas; entonces tendrá éxito. Todo aquel que nombra el nombre de Cristo necesita ejercer una disciplina sabia y vigilante; pero esto es esencial en un sentido mucho más elevado para el ministro evangélico, que es un representante de Cristo. Nuestro Salvador infundía temor por su pureza y moralidad elevada, mientras que su amor y benignidad los inspiraba con entusiasmo. Los más pobres y humildes no temían acercarse a él; aun los niñitos se sentían atraídos a él. Les encantaba subir a su regazo y besar su rostro pensativo, benigno y lleno de amor. Usted necesita esta ternura amante. Debiera cultivar el amor. Las expresiones de solidaridad y los actos de cortesía y respeto por los demás no le restarán nada de su dignidad, sino que le abrirán muchos corazones que ahora están cerrados contra usted.3TPI 463.1

    Cristo fue precisamente lo que cada ministro debiera tratar de ser. Debiéramos aprender a imitar su carácter y combinar la justicia estricta, la pureza, la integridad, el amor y la noble generosidad. Un rostro agradable en el cual se refleja el amor, con modales amables y corteses, hará más, además de los esfuerzos desde el púlpito, de lo que puede hacer el trabajo en el escritorio sin estas virtudes. Conviene que cultivemos una deferencia hacia el juicio de otras personas cuando, en mayor o en menor medida, dependemos absolutamente de ellas. Debiéramos cultivar la verdadera cortesía cristiana y una compasiva ternura, aun hacia los casos más rudos y difíciles de la humanidad. Jesús vino de las cortes puras del cielo para salvar precisamente a personas como esas. Usted cierra su corazón demasiado pronto a muchos que aparentemente no tienen interés en el mensaje que usted lleva, pero que todavía son súbditos de la gracia y preciosos a la vista del Señor. “El que gana almas es sabio”. Proverbios 11:30. Pablo se hizo todas las cosas a todos los hombres si por algún medio podía salvar a alguno. Usted debe adoptar una posición similar. Debe renunciar a su independencia. A usted le falta humildad en su manera de pensar. Necesita la influencia suavizadora de la gracia de Dios sobre su corazón, para no irritarse sino suavizar su camino a los corazones de los hombres, aunque esos corazones puedan estar afectados por el prejuicio.3TPI 463.2

    La causa de Dios necesita grandemente hombres concienzudos, hombres que abunden en celo, esperanza, fe y valor. No son los hombres obstinados los que pueden enfrentar las demandas para este tiempo, sino los hombres sinceros, responsables. Tenemos demasiados ministros susceptibles que son débiles en su experiencia, deficientes en las virtudes cristianas, que carecen de consagración y se desaniman fácilmente; que procuran intensamente gratificar su propia voluntad y son perseverantes en sus esfuerzos para cumplir sus propios propósitos egoístas. Tales hombres no satisfarán las demandas para este tiempo. En estos últimos días necesitamos hombres que estén siempre alertas. Se necesitan soldados de la cruz que sean sinceros en su amor por la verdad y que estén dispuestos a trabajar sacrificadamente si así pueden promover la causa de Dios y salvar almas preciosas. Se necesitan hombres en este trabajo que no murmurarán ni se quejarán ante las dificultades o pruebas, sabiendo que esto es parte del legado que Jesús les ha dejado. Debieran estar dispuestos a salir del campamento y sufrir oprobios y llevar cargas como buenos soldados de Cristo. Llevarán la cruz de Cristo sin quejas, sin murmuraciones ni malhumor, y serán pacientes en la tribulación.3TPI 464.1

    A nosotros se nos ha confiado la verdad solemne, decisiva, para estos últimos días, y debiéramos hacer de ella una realidad. Hermano A, usted debiera evitar de convertirse en el criterio para otros. Evite, le ruego, llamar la atención a sus propias dificultades. Todo lo que podemos sufrir, y todo lo que alguna vez podamos ser llamados a sufrir por causa de la verdad, parecerá demasiado pequeño en comparación de lo que nuestro Salvador soportó por nosotros pecadores. No necesita esperar siempre que se lo juzgue o describa correctamente. Cristo dice que en el mundo tendremos aflicción, pero en él tendremos paz.3TPI 464.2

    Usted ha cultivado un espíritu combativo. Cuando alguien se cruza en su camino, usted inmediatamente asume una posición defensiva; y aunque pueda estar entre sus hermanos que aman la verdad y que han dado sus vidas a la causa de Dios, usted se justificará a sí mismo, mientras los critica y siente celos de sus palabras y desconfía de sus motivos, y de ese modo pierde grandes bendiciones que es su privilegio obtener mediante la experiencia [espiritual] de sus hermanos.3TPI 465.1

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