Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents
Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Confinamiento estrecho en la escuela

    El sistema de educación llevado a cabo por generaciones ha sido destructivo para la salud y aun para la vida misma. Muchos niños han pasado cinco horas diarias en aulas indebidamente ventiladas, que no son suficientemente grandes como para acomodar en forma saludable a los estudiantes. El aire de esas aulas se convierte pronto en veneno para los pulmones que lo inhalan. A niños pequeños, cuyos miembros y músculos no son fuertes, y cuyos cerebros no están bien desarrollados, se los mantiene encerrados puertas adentro para su perjuicio. Para comenzar, muchos apenas se aferran a la vida. El encierro en la escuela día tras día los vuelve nerviosos y enfermizos. Sus cuerpos han quedado pequeños a causa de su sistema nervioso agotado. Y si la lámpara de la vida se apaga, los padres y maestros no consideran que ellos tuvieron una influencia directa en la extinción de la chispa vital. Cuando están junto a la tumba de los hijos, los afligidos padres consideran su pérdida como un designio especial de la Providencia, cuando, por una ignorancia inexcusable, su propio mal proceder ha destruido la vida de ellos. Atribuir entonces su muerte a la Providencia es una blasfemia. Dios quería que los pequeños viviesen y fuesen disciplinados, para que pudieran tener caracteres hermosos que lo glorificaran en este mundo y lo alabaran en el mundo mejor.3TPI 152.1

    Los padres y maestros, al asumir la responsabilidad de educar a estos niños, no comprenden el compromiso que asumen ante Dios de familiarizarse con el organismo físico, para que puedan tratar los cuerpos de sus niños y alumnos de tal manera que preserve la vida y la salud. Miles de niños mueren debido a la ignorancia de padres y maestros. Las madres pasarán horas de trabajo innecesario con sus propios vestidos y los de sus hijos arreglándolos a fin de exhibirlos, y luego asegurarán que no pueden encontrar tiempo para leer y obtener la información necesaria a fin de cuidar de la salud de su familia. Piensan que es menos problemático confiar los cuerpos de ellos a los médicos. A fin de estar en conformidad con la moda y las costumbres, muchos padres han sacrificado la salud y las vidas de sus hijos.3TPI 152.2

    Familiarizarse con el maravilloso organismo humano, los huesos, músculos, estómago, hígado, intestinos, corazón y los poros de la piel, y entender la relación de un órgano con otro para la acción saludable de todos, es un estudio en el cual la mayoría de las madres no se interesan. No saben nada de la influencia del cuerpo sobre la mente y de la mente sobre el cuerpo. Parecen no entender la mente, que vincula lo finito con lo infinito. Cada órgano del cuerpo fue hecho para servir a la mente. La mente es la capital del cuerpo. Por lo general a los niños se les permite comer carnes, especias, manteca, queso, puerco, pasteles grasosos y condimentos. También se les permite comer alimentos insalubres en forma irregular y entre las comidas. Estas cosas hacen su obra de trastornar el estómago, excitando los nervios para una acción antinatural, y debilitando el intelecto. Los padres no comprenden que están sembrando la semilla que producirá enfermedad y muerte.3TPI 153.1

    Muchos niños se han arruinado para toda la vida exigiendo demasiado al intelecto, sin fortalecer las facultades físicas. Muchos han muerto en la infancia debido al proceder de padres y maestros poco juiciosos, que forzaron sus jóvenes intelectos mediante la adulación o el temor, cuando eran demasiado tiernos para ver el interior de un aula. Sus mentes fueron abrumadas con lecciones cuando ni siquiera se las tendría que haber expuesto a la actividad intelectual sino esperar hasta que la constitución física fuera suficientemente fuerte como para soportar el esfuerzo mental. A los niñitos se los tendría que dejar tan sueltos como corderitos para que corran afuera y sean libres y felices; se les deberían conceder las oportunidades más favorables para colocar en ellos el fundamento de una constitución sana.3TPI 153.2

    Los padres deberían ser los únicos maestros de sus hijos hasta que éstos hayan llegado a los ocho o diez años de edad. Tan pronto como sus mentes puedan comprenderlo, los padres deberían abrir ante ellos el gran libro de la naturaleza de Dios. La madre tendría que tener menos interés por lo artificial en su casa y por la preparación de su vestido para exhibirlo, y encontrar tiempo con el fin de cultivar—en ella y en sus hijos—, un amor por los capullos hermosos y las flores que se abren. Al atraer la atención de sus hijos a los diferentes colores y la variedad de formas de las flores, ella puede hacer que conozcan a Dios, quien hizo todas las cosas hermosas que los atraen y deleitan. Ella puede conducir sus mentes a su Creador y despertar en sus tiernos corazones el amor por su Padre celestial, quien ha manifestado tan grande amor hacia ellos. Los padres pueden asociar a Dios con todas sus obras creadas. La única aula para niños de ocho a diez años debería ser al aire libre, en medio de las flores que se abren y de las hermosas escenas de la naturaleza. Y su único libro de texto debería ser el de los tesoros de la naturaleza. Estas lecciones, grabadas en las mentes de los niños en medio de las escenas agradables y atractivas del ambiente natural, no se olvidarán pronto.3TPI 153.3

    A fin de que los niños y jóvenes tengan salud, alegría, vivacidad, y músculos y cerebros bien desarrollados, deberían estar mucho al aire libre y tener ocupación y entretenimiento bien regulados. Los niños y jóvenes a quienes se confina en la escuela con sus libros, no pueden tener una constitución física sana. El ejercicio del cerebro aplicado al estudio, sin el ejercicio físico correspondiente, tiene la tendencia de atraer la sangre al cerebro, y la circulación de la sangre a través del sistema se altera y funciona en forma desequilibrada. El cerebro tiene demasiada sangre y las extremidades muy poca. Debería haber normas que limiten sus estudios a ciertas horas, y luego se debiera dedicar una porción de su tiempo al trabajo físico. Y si sus hábitos de alimentación, vestimenta y sueño armonizan con las leyes físicas, obtendrán una educación que no sacrifique la salud física y mental.3TPI 154.1

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents