Pioneros en la causa
Se me mostró que ninguno de ustedes realmente se conoce. Si Dios permitiera que el enemigo soltara su mano sobre ustedes, como lo hizo sobre su siervo Job, no encontraría en ustedes ese espíritu de firme integridad que encontró en Job, sino un espíritu de murmuración e incredulidad. Si hubieran estado radicados en Battle Creek durante la enfermedad de mi esposo, en el tiempo de la prueba de nuestros hermanos y hermanas allí, cuando Satanás ejerció un poder especial sobre ellos, ustedes dos habrían bebido en abundancia de su espíritu de celos y de crítica. Habrían estado entre ese grupo, tan celosos como el resto, para convertir a un hombre enfermo, agotado por las preocupaciones, paralítico, en un ofensor por una palabra.3TPI 343.1
Para compensar sus deficiencias ustedes se inclinan a magnificar y explayarse en los errores que ustedes suponen que existen en el hermano y la hermana White; y si tuvieran una oportunidad, como la tuvieron los de Battle Creek, se atreverían a ir a mayores extremos que lo que hicieron algunos de ellos en su malvada cruzada contra nosotros, porque ustedes tienen menos fe y menos reverencia que la que tenían algunos de ellos, y estarían menos inclinados a respetar nuestro trabajo y nuestra vocación.3TPI 343.2
Se me mostró que, a pesar de que tienen ante ustedes la triste experiencia y el ejemplo de otros que se han vuelto desleales y murmuradores y nos han criticado y nos han tenido celos, ustedes fallarían en ser advertidos por su ejemplo, y Dios probaría su fidelidad y revelaría los secretos de sus corazones. Se revelarían su desconfianza, sospechas y celos, y se expondrían sus debilidades, para que pudieran verlas y comprenderse ustedes mismos, si quisieran.3TPI 343.3
Los vi escuchando la conversación de hombres y mujeres, y vi que ustedes estaban sumamente complacidos en reunir sus puntos de vista e impresiones que fueran perjudiciales para nuestras labores. Algunos encontraban faltas en una cosa y otros en otra, como hicieron los murmuradores entre los hijos de Israel cuando Moisés era su dirigente. Algunos estaban censurando nuestra conducta, diciendo que no éramos tan conservadores como deberíamos serlo; que no tratábamos de agradar a la gente como podríamos hacerlo; que hablábamos demasiado directamente; que reprobábamos demasiado severamente. Algunos estaban hablando en cuanto al vestido de la hermana White, criticando insignificancias. Otros estaban expresando su insatisfacción con la conducta que seguía el hermano White, y se pasaban observaciones del uno al otro, cuestionando su comportamiento y encontrando faltas. Un ángel estaba ante estas personas, invisible para ellas, escribiendo diligentemente sus palabras en el libro que va a abrirse a la vista de Dios y de los ángeles.3TPI 343.4
Algunos están observando ansiosamente en busca de algo que les permita condenar a los esposos White, quienes han encanecido sirviendo a la causa de Dios. Algunos expresan su punto de vista de que el testimonio de la hermana White no puede ser digno de confianza. Esto es todo lo que algunas personas no consagradas desean. Los testimonios de reprensión han frenado su vanidad y orgullo; pero si se atrevieran, irían casi a cualquier extremo en materia de modas y orgullo. Dios les dará a todos una oportunidad tal para probarse ellos mismos y para desarrollar sus verdaderos caracteres.3TPI 344.1
Hace algunos años vi que aún tendríamos que enfrentar el mismo espíritu que surgió en Paris, Maine, y que nunca ha sido curado completamente. Ha estado inactivo, pero no está muerto. De tanto en tanto este espíritu de resuelta murmuración y rebeldía ha aflorado en diferentes individuos que en algún momento se han impregnado con su naturaleza malvada que nos ha seguido por años. Hermana A, en alguna medida usted ha acariciado este espíritu, y ha influido para moldear sus puntos de vista y sentimientos. Una infidelidad santurrona ha ido creciendo gradualmente en la mente de C, y ahora no es fácil, ni siquiera para ella, verse libre de la misma. Este mismo espíritu resuelto que mantuvo a D y a otros en Maine en un engaño fanático tan prolongado, contra toda influencia para guiarlos a la verdad, ha tenido una influencia poderosa, engañosa, sobre la mente de E en _____, y la misma influencia la ha afectado a usted. Usted era de ese temperamento calmo, decidido, inflexible que el enemigo podría afectar, y los mismos resultados, sólo que en un grado mayor, acompañarán a su influencia, si es errónea, como la que acompañó a la de la hermana E.3TPI 344.2
Sentimientos de sospechas, celos e incredulidad han ido por años ganando poder sobre su mente. Usted odia los reproches. Es muy sensible, y simpatiza inmediatamente por alguien que es reprobado. Este sentimiento no es santificado y no está movido por el Espíritu de Dios. Hermano y hermana A, se me mostró que cuando este espíritu de crítica y murmuración se desarrolle en ustedes, cuando esto se manifieste y aparezca la levadura de insatisfacción, celos e incredulidad que ha sido una maldición en la vida de E y su esposo, nosotros tendríamos una obra que hacer para enfrentarla decididamente y no darle ningún cuartel a ese espíritu; y que hasta que esto se desarrollara, yo debería guardar silencio, porque hay un tiempo para hablar y un tiempo para guardar silencio. Vi que si una aparente prosperidad acompañara a las labores del hermano A, a menos que él fuera un hombre cabalmente convertido, estaría en peligro de perder su alma. No ha llegado a respetar la posición ni las labores de otros; considera que él no se compara con nadie.3TPI 345.1
Se me mostró que continuamente aumentarán las tentaciones respecto a las labores de los esposos White. Nuestra obra es una obra peculiar, es de un carácter diferente a la de cualquier otro que trabaja en el campo. Dios no llama a los ministros que tienen que trabajar sólo con palabra y doctrina para que hagan nuestro trabajo, ni nos llama a nosotros para que hagamos sólo el trabajo de ellos. Cada uno de nosotros tenemos, en algunos respectos, un trabajo distinto. Dios se ha agradado en abrirme los secretos de la vida interior y los pecados ocultos de su pueblo. Se me ha impuesto el desagradable deber de reprender los errores y revelar los pecados ocultos. Cuando he sido impulsada por el Espíritu de Dios a reprobar los pecados que otros no sabían que existían, esto ha agitado los sentimientos naturales en el corazón de los no santificados. Mientras que algunos han humillado sus corazones ante Dios, y con arrepentimiento y confesión han abandonado sus pecados, otros han sentido surgir en su corazón un espíritu de odio. Su orgullo ha sido lastimado cuando se ha reprobado su conducta. Abrigan el pensamiento de que es la hermana White quien los está lastimando, en vez de sentir gratitud a Dios que en su misericordia les ha hablado a través de su humilde instrumento, para mostrarles sus peligros y sus pecados, con el fin de que puedan ponerlos a un lado antes que sea demasiado tarde para corregir los errores.3TPI 345.2
Algunos están listos para preguntar: ¿Quién le dijo estas cosas a la hermana White? Incluso me han hecho la pregunta a mí: ¿Le dijo alguien estas cosas? Pude contestarles: Sí; sí, el ángel de Dios me ha hablado. Pero lo que ellos quieren decir es: ¿Los hermanos y hermanas han estado exponiendo las faltas de ellos? Para el futuro, no empequeñeceré los testimonios que Dios me ha dado, para hacer explicaciones que traten de satisfacer a esas mentes tan estrechas, sino que trataré todas esas preguntas como un insulto al Espíritu de Dios. Dios ha visto conveniente ponerme en una posición en la que no ha colocado a ningún otro en nuestras filas. Me ha impuesto cargas de reprensión que no ha dado a ninguna otra persona. Mi esposo ha permanecido a mi lado para respaldar los Testimonios y dar su voz en unión con el testimonio de reprensión. Ha sido obligado a asumir una posición firme para rechazar la incredulidad y rebelión, que ha sido audaz y desafiante, y que derribaría cualquier testimonio que yo pudiera dar, porque los que eran reprobados se sintieron heridos y profundamente afectados por el reproche dado. Esto es exactamente como Dios lo planeó. Era su propósito que ellos se sintieran afectados. Era necesario que se sintieran así antes que sus corazones orgullosos se entregaran a sus pecados, para que ellos limpiaran sus corazones y vidas de toda iniquidad.3TPI 346.1
En cada movimiento de avance que Dios nos ha guiado para que efectuemos, en cada paso ganado por el pueblo de Dios, han estado listas las herramientas de Satanás entre nosotros, para dar un paso atrás y sugerir dudas e incredulidad, y para arrojar obstáculos en nuestro camino, a fin de debilitar nuestra fe y valor. Hemos tenido que mantenernos como guerreros, listos para forzar y pelear nuestro camino en medio de la oposición que se ha levantado. Esto ha hecho que nuestro trabajo sea diez veces más difícil de lo que habría sido de otro modo. Hemos tenido que mantenernos firmes e inflexibles como una roca. Esta firmeza ha sido interpretada como terquedad y obstinación. Dios nunca planeó que nos desviáramos, primero a la derecha y luego a la izquierda, para complacer las mentes de hermanos no consagrados. Él planeó que nuestro camino fuera recto. Una persona y otra han venido a nosotros, profesando tener una gran preocupación por nosotros para que vayamos por este camino o aquel otro, contrarios a la luz que Dios nos ha dado. ¿Qué habría pasado si hubiéramos seguido esas luces falsas e impresiones fanáticas? Seguramente, en tal caso, nuestro pueblo no debería haber puesto su confianza en nosotros. Tuvimos que poner nuestros rostros como pedernal de parte de lo recto y luego continuar en el trabajo y el deber.3TPI 346.2
Algunos entre nosotros han estado siempre listos para llevar los asuntos a los extremos, para extralimitarse en el blanco. Los tales parecen estar sin un ancla. Han perjudicado grandemente la causa de la verdad. Hay otros que parece que nunca tienen una posición donde puedan permanecer firmes y seguros, listos para batallar si es necesario cuando Dios llama a soldados fieles para que estén en el puesto del deber. Están aquellos que nunca atacarán al enemigo cuando Dios requiere que lo hagan. No harán nada hasta que otros hayan peleado la batalla y ganado la victoria por ellos, y entonces estarán listos para compartir el botín. ¿Cómo puede Dios confiar en tales soldados? Son considerados como cobardes en su causa.3TPI 347.1
Vi que este grupo no obtuvo ninguna experiencia para sí respecto a la guerra contra el pecado y Satanás. Estaban más inclinados a pelear contra los fieles soldados de Cristo que contra Satanás y su hueste. Si se hubieran ceñido la armadura y lanzado a la batalla, habrían ganado una experiencia valiosa que era su privilegio tener. Pero no tuvieron valor para contender por lo correcto, para arriesgar algo en la lucha, ni para aprender cómo atacar a Satanás y tomar sus baluartes. Algunos no tienen idea de cómo correr algún riesgo o aventurarse en algo. Pero alguien debe atreverse; alguien debe correr riesgos en esta causa. Aquellos que no se arriesgan ni se exponen a la censura estarán preparados para observar a los que llevan responsabilidades, y estarán listos, si hay algún asomo de oportunidad, para encontrar faltas en ellos y perjudicarlos, si pueden hacerlo. Ésta ha sido la experiencia del hermano y la hermana White en sus labores. Satanás y su hueste han estado en orden de batalla contra ellos, pero éstos no eran todos; cuando aquellos que deberían haberse colocado junto a ellos en la lucha los vieron sobrecargados y presionados sin medida, se dispusieron a unirse a Satanás en su obra para desanimarlos y debilitarlos y, de ser posible, expulsarlos del campo [de batalla].3TPI 347.2
Hermano y hermana A, se me ha mostrado que cuando ustedes han viajado han sido admirados y altamente estimados, y tratados con mayor respeto y deferencia de lo que convenía para su bien. No es natural para ustedes tratar con igual respeto a aquellos que han llevado las cargas que Dios ha puesto sobre ellos en su causa y trabajo. A ustedes dos les encanta la comodidad que tienen. No se inclinan a desviarse de su camino [para ayudar a otros] o a sufrir inconvenientes. Desean que las cosas se dispongan a su conveniencia. Tienen una gran autoestima y opiniones exaltadas de sus logros. No han tenido que soportar preocupaciones y cargas que causan perplejidad, ni han tenido que tomar decisiones importantes que afectaran los intereses de la causa de Dios, como ha sido la suerte de mi esposo. Dios lo ha hecho a él un consejero de su pueblo, para orientar a jóvenes como usted, que son como niños en la verdad. Y cuando usted tome esa humilde posición—la cual un verdadero sentido de su real condición lo inducirá a tomar—, estará dispuesto a ser aconsejado. Es debido a las pocas responsabilidades que usted ha llevado que no comprende por qué el hermano White debiera sentir [la carga por la obra] más profundamente que usted. Existe sólo esta diferencia entre usted y él en este asunto: él ha invertido treinta de los mejores años de su vida en la causa de Dios, mientras que usted ha tenido apenas unos pocos años de experiencia, y comparativamente, no ha tenido que enfrentar ninguna de las penurias que él ha tenido que sufrir.3TPI 348.1
Después que los que dirigieron esta obra trabajaron duramente para preparar la verdad y alistar la tarea para facilitarles todo a ustedes, usted la abraza y sale a trabajar, presentando los preciosos argumentos que otros, con ansiedad inexpresable, han investigado para usted. Mientras se ha hecho amplia provisión para usted en lo que se refiere a recursos materiales—sus salarios semanales seguros, no dejándole ninguna razón para sentir preocupación o ansiedad en esta área—, los pioneros de esta causa sufrieron privaciones de todo tipo. No tenían seguridad de nada. Dependían de Dios y de unos pocos [creyentes] leales que aceptaban sus labores. Mientras que usted tiene hermanos simpatizantes que lo sostienen y que aprecian plenamente su trabajo, los primeros obreros en esta causa no tenían sino muy pocos que los respaldaran. Podía contarse a todos en unos pocos minutos. Sabíamos lo que era estar hambrientos por falta de alimento y lo que era sufrir de frío por falta de vestimenta adecuada. Viajábamos toda la noche mediante transporte privado para visitar a los hermanos, porque no teníamos medios con los cuales sufragar los gastos de un hotel. Viajábamos largas distancias a pie, vez tras vez, porque no teníamos dinero para alquilar un carruaje. ¡Oh, cuán preciosa nos era la verdad! ¡Cuán valiosas las almas compradas por la sangre de Cristo!3TPI 349.1
No nos quejamos por padecer sufrimientos en aquellos días de estrecha necesidad y perplejidad, lo que hacía necesario el ejercicio de la fe. Fueron los días más felices de nuestra vida. Allí aprendimos la sencillez de la fe. Allí, mientras estábamos en aflicción, probamos al Señor. Él era nuestro consuelo. Él era para nosotros como la sombra de un gran peñasco en tierra calurosa. Es desafortunado que usted, mi hermano, y nuestros ministros jóvenes en general, no hayan tenido una experiencia similar en privaciones, en pruebas y en necesidad; porque una experiencia tal sería para usted más valiosa que casas o tierras, oro o plata.3TPI 349.2
Cuando nos referimos a nuestra experiencia pasada de trabajo excesivo y de necesidades, de trabajar con nuestras manos para sostenernos y publicar la verdad al mismo comienzo de la obra, algunos de nuestros predicadores jóvenes de apenas unos pocos años de experiencia en la obra parecen sentirse molestos y nos acusan de jactarnos de nuestras propias obras. La razón de esto es que sus propias vidas han estado tan exentas de preocupaciones agobiadoras, de necesidades y renunciamiento, que no saben cómo simpatizar con nosotros, y el contraste no es compatible con sus sentimientos. El conocimiento de la experiencia de otros, que contrasta tan ampliamente con su propio curso de acción, no les permite ver sus labores en una luz tan favorable como ellos quisieran.3TPI 350.1
Cuando comenzamos este trabajo ambos teníamos una salud débil. Mi esposo era dispéptico; sin embargo, tres veces al día, con fe, le pedíamos a Dios fuerza. Mi esposo salía a cortar heno con su guadaña y, con la fuerza que Dios le daba en respuesta a nuestras oraciones previas, ganaba en la siega los medios suficientes para compramos ropa pulcra y sencilla, y para pagar nuestro pasaje a un Estado distante a fin de presentar la verdad a nuestros hermanos.3TPI 350.2
Tenemos derecho para referirnos al pasado, como hizo el apóstol Pablo: “Y cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso. Por la verdad de Cristo que está en mí, que no se me impedirá esta mi gloria en las regiones de Acaya”. 2 Corintios 11:9, 10. Al referirnos a nuestra experiencia pasada, llevamos a cabo la exhortación del apóstol a los Hebreos: “Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos; por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante”. Hebreos 10:32, 33.3TPI 350.3
Nuestras vidas están entretejidas con la causa de Dios. No tenemos otros intereses aparte de esta obra. Y cuando vemos el progreso que ha hecho la causa desde un comienzo muy pequeño, avanzando lenta pero seguramente a una posición de fuerza y seguridad; cuando vemos el éxito de la causa en la cual nos hemos afanado, y sufrido, y casi sacrificado nuestras vidas, ¿quién nos impedirá o prohibirá nuestra jactancia en Dios? Nuestra experiencia en esta causa nos es valiosa. Hemos invertido todo en ella.3TPI 351.1
Moisés era el hombre más manso que haya vivido; sin embargo, a causa de las murmuraciones de los hijos de Israel, se vio repetidamente forzado a hacer mención de la conducta pecaminosa del pueblo después de dejar Egipto, y a vindicar su propia conducta como el líder de ellos. Justo antes de dejar al pueblo de Israel, cuando estaba a punto de morir, repitió ante ellos su trayectoria de rebelión y murmuración desde que habían dejado Egipto, y cómo su interés y amor por ellos lo habían inducido a interceder ante Dios en su favor. Les mencionó cómo le había rogado fervientemente al Señor que le permitiera pasar el Jordán y entrar en la Tierra Prometida; “pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó”. Deuteronomio 3:26. Moisés presentó ante ellos sus pecados, y les dijo: “Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco”. Deuteronomio 9:24. Les refirió cuántas veces había intercedido ante Dios y humillado su alma en angustia a causa de sus pecados.3TPI 351.2
Era el plan de Dios que Moisés le recordara frecuentemente a Israel sus transgresiones y rebelión, para que pudieran humillar sus corazones ante Dios por causa de sus pecados. El Señor no quería que olvidaran los errores y pecados que habían provocado su ira contra ellos. El recuerdo de sus transgresiones y de las misericordias y bondades de Dios que ellos no habían apreciado, no complacía sus sentimientos. No obstante, Dios indicó que esto debía hacerse.3TPI 351.3
Se me mostró que a jóvenes como usted, que no han tenido sino pocos años de experiencia imperfecta en la causa de presentar la verdad, Dios no les confiará la tarea de llevar responsabilidades pesadas ni que sean dirigentes en esta obra. Los tales debieran manifestar gran discreción y no adoptar posiciones que estén en pugna con el juicio y las opiniones de aquellos de experiencia madura, cuyas vidas han estado entretejidas con la causa de Dios casi tantos años como los que usted ha vivido y que han tenido una parte activa en esta obra desde su pequeño comienzo. Dios no seleccionará a hombres de poca experiencia y de considerable confianza propia para que dirijan esta obra sagrada, importante. Mucho está en juego aquí. Hombres que han tenido poca experiencia en los sufrimientos, pruebas, oposición y privaciones que se han soportado para llevar la obra hasta su condición actual de prosperidad deberían desconfiar grandemente de ellos mismos.3TPI 352.1
Los jóvenes que ahora se ocupan de la obra de predicar la verdad deberían cultivar la modestia y la humildad. Deberían tener cuidado de no exaltarse, para no ser derrocados. Se los hará responsables por la clara luz de verdad que ahora brilla sobre ellos. Vi que a Dios le desagrada la disposición que tienen algunos de murmurar contra las personas que han peleado las batallas más pesadas para bien de ellos y que han soportado tanto al comienzo del mensaje, cuando el progreso de la obra era muy difícil.3TPI 352.2
Dios considera a los obreros de experiencia, que han trabajado esforzadamente bajo el peso y las cargas opresivas cuando había pocos que ayudaran a llevarlas, y él cuida celosamente a los que han demostrado ser fieles. Siente desagrado por aquellos que están listos para encontrar faltas y reprobar a los siervos de Dios que han encanecido en la edificación de la causa de la verdad presente. Sus reproches y murmuraciones, jóvenes, seguramente se levantarán en contra de ustedes en el día de Dios. Mientras Dios no haya puesto sobre ustedes pesadas responsabilidades, no actúen en forma inapropiada y no confíen en su propio juicio independiente, ni asuman responsabilidades para las que no son idóneos.3TPI 352.3
Querido hermano y hermana, ustedes necesitan cultivar la vigilancia y la humildad, y ser diligentes en oración. Cuanto más cerca vivan de Dios, más claramente discernirán sus debilidades y peligros. Una comprensión práctica de la ley de Dios, un discernimiento claro de la expiación de Cristo, les permitirá conocerse y les mostrará lo que les falta para perfeccionar un carácter cristiano. En síntesis, ambos necesitan una experiencia diaria en la práctica de la voluntad de Dios hacia ustedes. Cuando vean su gran carencia espiritual comprenderán el hecho de que la depravación humana, especificada en la Palabra de Dios, se aplica ciertamente en su experiencia. Ustedes dos son farisaicos y están en peligro de permanecer voluntaria y terriblemente a oscuras respecto a sus peligros y a su verdadera situación ante Dios.3TPI 353.1
Ambos necesitan aprender los deberes que les incumben en las diversas circunstancias y relaciones de la vida. Ustedes han descuidado sus deberes para con Dios y para con el hombre. Necesitan mucho conocerse ustedes mismos. La ignorancia de sus propios corazones los conduce a descuidar la necesidad de una experiencia diaria y diligente en la vida divina. En cierta medida ustedes descuidan la importancia de que los acompañe constantemente una influencia divina. Esto es absolutamente necesario al hacer la obra de Dios. Si descuidan esto y actúan con confianza propia y autosuficiencia, serán abandonados para cometer errores muy grandes. Necesitan valorar constantemente la humildad de mente y un espíritu de dependencia. El que siente su propia debilidad mirará por encima de sí mismo y sentirá la necesidad de una constante fuerza que viene de arriba. La gracia de Dios lo guiará para ejercitar y acariciar un espíritu de constante gratitud. El que está mejor familiarizado con su propia debilidad sabrá que sólo la gracia incomparable de Dios es lo que triunfará sobre la rebelión del corazón.3TPI 353.2
Ustedes necesitan familiarizarse con los puntos débiles que hay en sus caracteres como también con los fuertes, para que puedan estar constantemente en guardia, no sea que se ocupen en empresas y asuman responsabilidades para las que Dios nunca los destinó. No debieran comparar sus acciones y medir sus vidas por ninguna norma humana, sino con la regla del deber revelada en la Biblia. Ustedes tienen una obra que hacer, hermano y hermana A, que nunca han soñado que era necesaria. Por años han estado acariciando tentaciones y celos respecto a nosotros y nuestro trabajo. Esto no es agradable a Dios. Pueden pensar que creen en los Testimonios que Dios ha dado, pero la incredulidad en cuanto a que sean de Dios está ganando terreno en ustedes.3TPI 353.3
Sus labores, hermano A, serían más efectivas en la conversión de las almas a la verdad si se explayara sobre los aspectos prácticos, así como sobre los teóricos, teniendo los elementos vivientes y provechosos en su propio corazón y cumpliéndolos en su propia vida. Usted necesita aferrarse más firmemente al poder que viene de arriba. Depende demasiado de lo que lo rodea. Si tiene una congregación grande, se siente inspirado y desea dirigirles la palabra. Pero a veces sus congregaciones disminuyen, su espíritu se hunde y tiene poco valor para trabajar. Seguramente algo le falta. Su asidero no es suficientemente firme en Dios. Algunas de las verdades más importantes en las enseñanzas de Cristo fueron predicadas por él a una sola mujer samaritana que vino a extraer agua cuando él, estando cansado, se sentó junto al pozo para descansar. La fuente de aguas vivas estaba dentro de él. La fuente de aguas vivas debe estar en nosotros, brotando para refrescar a las personas que son puestas bajo nuestra influencia.3TPI 354.1
Cristo buscaba a los hombres doquiera pudiera encontrarlos: en las calles públicas, en las casas particulares, en las sinagogas, junto al mar. Trabajaba todo el día, predicando a la multitud y sanando a los enfermos que eran traídos ante su presencia; y frecuentemente, después que había despedido a la gente para que regresaran a sus hogares a descansar y dormir, él pasaba la noche entera en oración para salir por la mañana y renovar sus labores. Oh, hermano y hermana, en realidad ustedes no saben nada de abnegación y sacrificio propio por Cristo y por causa de la verdad. Deben depender más plenamente de Dios y menos de sus propias habilidades. Necesitan ocultarse en Dios.3TPI 354.2
Usted se siente inclinado, hermano A, a reprender severamente y formar sus propias conclusiones en cuanto a otras personas, especialmente si su camino se cruza con el de ellos; y, de acuerdo con su punto de vista sobre el caso, usted a veces los trata de un modo despiadado. Usted no ha sido un hombre bondadoso, compasivo, cortés, como lo fue su Ejemplo. Necesita ablandar su espíritu, ser más cortés y amable, y tener una mayor benevolencia desinteresada. Necesita que su alma tenga una comunión más estrecha con Dios mediante la oración ferviente combinada con la fe viviente. Cada oración ofrecida con fe eleva al suplicante por encima de las dudas desanimadoras y las pasiones humanas. La oración da fuerza para renovar el conflicto con las potencias de las tinieblas, para llevar pruebas pacientemente y para soportar rigores como buenos soldados de Cristo.3TPI 355.1
Mientras usted consulte con sus dudas y temores, o trate de resolver todo lo que no puede ver claramente antes de tener fe, sus perplejidades sólo aumentarán y se profundizarán. Si acude a Dios, sintiéndose impotente y dependiente, tal como realmente es, y en una oración humilde y confiada le da a conocer sus necesidades a Aquel cuyo conocimiento es infinito, que ve todo lo que hay en la creación y que gobierna todo por su voluntad y palabra, él puede atender su clamor y lo hará, y dejará que brille la luz en su corazón y a su alrededor; porque a través de la oración sincera su alma es puesta en conexión con la mente del Infinito. Puede ser que usted no tenga una evidencia notable del momento en que el rostro de su Redentor se inclina sobre usted con compasión y amor, pero esto es así. Puede ser que usted no sienta su toque visible, pero su mano está sobre usted con amor y ternura compasiva.3TPI 355.2
Dios los ama a ambos y quiere salvarlos con una salvación abundante. Pero esto no sucederá en la manera como ustedes piensan, sino en la manera designada por Dios. Ustedes deben cumplir con las condiciones expuestas en las Escrituras de verdad, y Dios cumplirá su parte tan ciertamente como su trono es seguro. Debido a que las admoniciones que Dios envía a su pueblo son humillantes para la naturaleza humana, usted no debe, mi hermano, rebelarse contra estos reproches y advertencias. Necesita morir diariamente, para experimentar una crucifixión diaria del yo.3TPI 355.3
De acuerdo con la luz que Dios me ha dado en visión, la maldad y el engaño están aumentando entre el pueblo de Dios que profesa guardar sus mandamientos. Está disminuyendo entre el pueblo de Dios el discernimiento espiritual para ver el pecado tal como existe y para luego expulsarlo del campamento; y la ceguera espiritual está cayendo rápidamente sobre ellos. Debe revivirse el testimonio directo que separará de Israel a los que siempre han estado en guerra con los medios que Dios ha establecido para mantener la corrupción fuera de la iglesia. Los errores deben llamarse errores. Los pecados serios deben llamarse por el nombre que corresponde. Todo el pueblo de Dios debiera acercarse a él y lavar las ropas de su carácter en la sangre del Cordero. Entonces verán el pecado en la verdadera luz y comprenderán cuán ofensivo es a la vista de Dios.3TPI 356.1
A nuestros primeros padres, cuando fueron tentados, les pareció un asunto insignificante transgredir la orden de Dios en un pequeño acto y comer de un árbol que era hermoso a la vista y agradable al paladar. Para los transgresores éste era apenas un acto pequeño, pero destruyó su lealtad a Dios y abrió un diluvio de dolor y culpa que inundó el mundo. ¡Quién puede saber, en el momento de la tentación, las terribles consecuencias que resultarán de un solo paso equivocado, precipitado! Nuestra única seguridad se encuentra en estar protegidos por la gracia de Dios en todo momento, y en no extinguir nuestro discernimiento espiritual de modo que llamemos a lo malo bueno, y a lo bueno malo. Sin vacilación o discusión, debemos cerrar y guardar las avenidas del alma contra el mal.3TPI 356.2
Nos costará un esfuerzo asegurarnos la vida eterna. Es sólo por un esfuerzo largo y perseverante, por penosa disciplina y severo conflicto que seremos vencedores. Pero si paciente y decididamente, en el nombre del Conquistador que triunfó en nuestro favor en el desierto de la tentación, vencemos como él venció, tendremos la vida eterna. Nuestros esfuerzos, nuestra abnegación, nuestra perseverancia, deben estar en proporción al valor infinito del objetivo que estamos persiguiendo.3TPI 356.3
No deben permitir que su amor propio les impida a ustedes mismos y a otros percibir que están en el error puesto que no ven nada que condenar en las apariencias externas. Dios ve; él puede leer los motivos y propósitos del alma. Les imploro en el nombre de nuestro Maestro, que nos ha llamado y asignado nuestro trabajo, que se aparten y nos dejen hacer la obra que Dios nos ha encomendado. Reserven sus palabras de simpatía y compasión para quienes realmente las merecen: los que están impulsados por el Espíritu de Dios para mostrar a su pueblo sus transgresiones y a la casa de Israel sus pecados. En estos últimos días el error y el pecado se aceptan más fácilmente que la verdad y la justicia. Se requiere ahora que los soldados de Cristo se ciñan la armadura cristiana y rechacen la oscuridad moral que está inundando el mundo.3TPI 357.1
Dios les dará a ambos victorias preciosas si se rinden enteramente a él y permiten que su gracia subyugue sus corazones orgullosos. Su justicia propia no les aprovechará de nada ante Dios. Nada debiera hacerse irregularmente o con un espíritu arrebatado. No pueden corregirse los errores ni hacerse reformas de carácter mediante unos pocos esfuerzos débiles e intermitentes. La santificación no es una obra de un día o un año, sino de toda la vida. Sin esfuerzos continuos y actividad incesante, no puede haber progreso en la vida divina, ni obtenerse la corona del vencedor. Estamos preparándonos para el juicio, y no es seguro trabajar con nuestra propia sabiduría ni confiar en nuestro propio criterio. Con el espíritu de confianza propia que ahora poseen, ninguno de ustedes podría ser feliz en el Cielo; porque allí todos, aun los ángeles exaltados, están subordinados. Ustedes tienen que aprender todavía la subordinación y la sumisión. Ambos deben ser transformados por la gracia de Dios.3TPI 357.2
Hermana A, vi que usted debiera cuidar de no abrir una puerta de tentación a su esposo, que no pueda cerrar a voluntad. Es más fácil invitar al enemigo a sus corazones que despedirlo después que ha ocupado el territorio. Su orgullo se hiere fácilmente y usted necesita acercarse a Dios y buscar gracia fervientemente—la gracia divina—, para soportar las privaciones como un buen soldado de Jesucristo. Dios será su ayudador si lo elige a él como su fuerza. Ambos debieran cultivar una mayor devoción a Dios. La única manera de velar humildemente es velar con oración. No piensen por un momento que pueden sentarse cómodamente y gozar de la vida, y pensar en su propio placer y conveniencia. La vida de Cristo es nuestro ejemplo. Él era un hombre de dolores y experimentado en quebrantos; fue herido y lastimado. Ustedes están demasiado satisfechos con su posición. Necesitan constante vigilancia, no sea que Satanás los seduzca mediante sus sutilezas, corrompa sus mentes y los haga caer en contradicciones y en una grosera oscuridad. Su vigilancia debiera caracterizarse por un espíritu de humilde dependencia de Dios. No debiera realizarse con un espíritu orgulloso y de confianza propia, sino con un sentido profundo de su debilidad personal y una confianza infantil en las promesas de Dios.3TPI 357.3
Ahora es una tarea fácil y placentera predicar la verdad del mensaje del tercer ángel, en comparación con lo que era cuando recién comenzó a proclamarse, cuando los números eran pocos y se nos miraba como fanáticos. Aquellos que llevaban la responsabilidad del mensaje durante sus comienzos y progreso inicial del mensaje sabían lo que eran conflictos, aflicción y angustia del alma. La carga pesaba sobre ellos día y noche. No pensaban en descanso ni en conveniencias, aunque estaban abrumados por el sufrimiento y la enfermedad. La brevedad del tiempo requería actividad y los obreros eran pocos.3TPI 358.1
Frecuentemente, cuando teníamos que vernos en situaciones de apremio, pasábamos toda la noche en oración ferviente y agonizante, con lágrimas, en busca de la ayuda de Dios y de luz que resplandeciera sobre su Palabra. Cuando llegaba la luz y las nubes habían sido rechazadas, ¡qué gozo y qué felicidad agradecida descansaba sobre los ansiosos y fervientes investigadores! Nuestra gratitud a Dios era tan completa como había sido nuestro ferviente y anhelante clamor por luz. Algunas noches no podíamos dormir porque nuestros corazones estaban desbordando de amor y gratitud a Dios.3TPI 358.2
Los hombres que salen ahora a predicar la verdad tienen a su disposición materiales que han sido preparados para ellos. No pueden ahora experimentar privaciones como las que soportaron los obreros en la verdad presente antes que ellos. La verdad ha sido publicada, eslabón tras eslabón, hasta formar una cadena clara y unida. Presentar la verdad con tal claridad y armonía ha requerido cuidadosa investigación. La oposición, sumamente amarga y resuelta, condujo a los siervos de Dios al Señor y a sus Biblias. Ciertamente les fue preciosa la luz que vino de Dios.3TPI 359.1
Se me ha mostrado que la razón por la que algunos no pueden distinguir lo bueno es porque han halagado durante mucho tiempo al enemigo que ha trabajado lado a lado con ellos mientras no han discernido su poder. A veces parece difícil esperar pacientemente hasta que llega el tiempo de Dios para vindicar el bien. Pero se me ha mostrado que si nos volvemos impacientes perdemos una rica recompensa. Como fieles labradores en el gran campo de Dios, debemos sembrar con lágrimas y ser pacientes y llenos de esperanza. Debemos enfrentar problemas y tristezas. Tentaciones y trabajos penosos afligirán el alma, pero debemos esperar pacientemente con fe para cosechar con gozo. Durante la victoria final Dios no necesitará a las personas que en tiempos de riesgo y peligro no se encuentran en ninguna parte, cuando se requieren la fuerza, el valor y la influencia de todos para arremeter contra el enemigo. Aquellos que permanecen como soldados fieles para batallar contra el mal y vindicar el bien, luchando contra principados y potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en los lugares celestes, recibirá cada uno la alabanza del Maestro: “Bien, buen siervo y fiel;... entra en el gozo de tu Señor”. Mateo 25:21.3TPI 359.2
Nunca hubo mayor necesidad de advertencias y reprensiones fieles, y un trato estricto y directo, como en este tiempo. Satanás ha descendido con gran poder, sabiendo que tiene poco tiempo. Está inundando el mundo con fábulas agradables, y al pueblo de Dios le encanta que se le hablen cosas halagadoras. El pecado y la iniquidad no son aborrecidos. Se me mostró que el pueblo de Dios debe hacer esfuerzos más firmes y resueltos para rechazar las tinieblas que están por llegar. Se necesita ahora como nunca antes la obra cabal del Espíritu de Dios. Hay que liberarse de toda tontería. Debemos despertar del letargo que traerá nuestra destrucción a menos que lo resistamos. Satanás tiene una influencia poderosa, dominante, sobre las mentes. Los predicadores y la gente están en peligro de ser hallados del lado de las potestades de las tinieblas. No hay tal cosa ahora como una posición neutral. Estamos decididamente en favor de lo bueno o decididamente de parte de lo malo. Cristo dijo: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama”. Mateo 12:30.3TPI 359.3
Siempre se encontrarán aquellos que simpatizarán con los que están equivocados. Satanás tuvo simpatizantes en el Cielo, y tomó consigo una gran cantidad de los ángeles. Dios y Cristo y los ángeles celestiales estaban de un lado, y Satanás del otro. Pese al poder infinito y a la majestad de Dios y de Cristo, hubo ángeles que se volvieron desleales. Las insinuaciones de Satanás tuvieron efecto y ellos realmente llegaron a creer que el Padre y el Hijo eran sus enemigos y que Satanás era su benefactor. Satanás tiene el mismo poder y el mismo control sobre las mentes ahora, sólo que lo ha centuplicado mediante el ejercicio y la experiencia. Actualmente los hombres y las mujeres son engañados, cegados por sus insinuaciones y ardides, y no lo saben. Al dar lugar a las dudas y la incredulidad respecto a la obra de Dios, y al acariciar sentimientos de desconfianza y celos crueles, se están preparando para un engaño completo. Se levantan con sentimientos amargos contra aquellos que se atreven a hablar de sus errores y reprobar sus pecados.3TPI 360.1
Aquellos que en el temor de Dios se han aventurado a enfrentar fielmente el error y el pecado, llamando al pecado por el nombre que le corresponde, han cumplido con un deber desagradable que les ha acarreado gran sufrimiento emocional: consiguen la simpatía de unos pocos y sufren el menosprecio de muchos. Pero los simpatizantes de los pecadores reprendidos están del lado equivocado y cumplen los propósitos de Satanás para derrotar el designio de Dios.3TPI 360.2
Las reprensiones siempre lastiman la naturaleza humana. Sin embargo muchas son las almas que han sido destruidas por la simpatía imprudente de sus hermanos; porque, debido a que los hermanos simpatizaron con ellos, pensaron que ciertamente se había abusado de ellos, y que el reprensor estaba completamente equivocado y demostraba mal espíritu. La única esperanza para los pecadores en Sion es ver completamente sus errores y confesarlos, y apartarse de ellos. Los que se interponen para destruir el filo del reproche cortante que Dios envía, diciendo que el reprensor estaba parcialmente equivocado y que el reprobado no estaba justamente en lo correcto, agradan al enemigo. Cualquier medio que Satanás pueda idear para hacer que los reproches pierdan completamente su efecto, logrará su propósito. Algunos culparán al que Dios ha enviado con un mensaje de advertencia, diciendo: Es demasiado severo; y al hacerlo, llegan a ser responsables por el alma del pecador a quien Dios deseaba salvar, y a quien, porque lo amaba, envió una corrección para que pudiera humillar su alma ante Dios y desechar sus pecados. Estos falsos simpatizantes tendrán una cuenta que arreglar con el Maestro en una ocasión futura por su obra de muerte.3TPI 361.1
Hay muchos que profesan creer la verdad, que están ciegos hacia sus propios peligros. Acarician la iniquidad en sus corazones y la practican en sus vidas. Sus amigos no pueden leer sus corazones, y frecuentemente piensan que los tales están en lo correcto.3TPI 361.2
Black Hawk, Colorado, 12 de agosto de 1873.