Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents
Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Idolatría ruin

    En ausencia de Moisés, la congregación le demandó a Aarón que les hiciera dioses que fuesen delante de ellos y los guiaran de regreso a Egipto. Esto era un insulto a su Dirigente principal, el Hijo del Dios infinito. Sólo unas pocas semanas antes, habían estado temblando de pavor y terror delante del monte, escuchando las palabras del Señor: “No tendrás dioses ajenos delante de mí”. Éxodo 20:3. La gloria que santificó el monte cuando se oyó la voz que lo sacudió hasta sus fundamentos, todavía se cernía sobre la montaña a la vista de la congregación; pero los hebreos apartaron sus ojos y pidieron otros dioses. Moisés, su dirigente visible, se hallaba conversando con Dios en el monte. Olvidaron la promesa y la advertencia de Dios: “He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él”. Éxodo 23:20, 21.3TPI 372.1

    Los hebreos fueron cruelmente incrédulos y vilmente ingratos en su pedido profano: “Haznos dioses que vayan delante de nosotros”. Éxodo 32:1. Si bien Moisés estaba ausente, la presencia del Señor permaneció con ellos; los israelitas no fueron abandonados. El maná continuó cayendo, y mañana y noche eran alimentados por una mano divina. La columna de nube durante el día y la columna de fuego por la noche significaban la presencia de Dios, la que era un memorial viviente ante ellos. La presencia divina no dependía de la presencia de Moisés. Pero al mismo tiempo en que él intercedía ante el Señor en el monte en su favor, ellos se precipitaban para cometer errores vergonzosos, para caer en la transgresión de la ley que les había sido dada tan recientemente en forma grandiosa.3TPI 372.2

    Aquí vemos la debilidad de Aarón. Si él hubiera permanecido con verdadero valor moral y hubiera rechazado firmemente a los dirigentes en este vergonzoso pedido, sus palabras oportunas habrían evitado esa terrible apostasía. Pero su deseo de ser popular con la congregación y su temor de incurrir en su desagrado, lo condujeron a sacrificar cobardemente la lealtad de los hebreos en ese momento decisivo. Levantó un altar, hizo un ídolo, y proclamó un día para consagrar esa imagen como un objeto de adoración y para anunciar ante todo Israel: “Estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto”. Éxodo 32:4. Mientras la cumbre del monte todavía está iluminada por la gloria de Dios, él presencia serenamente el regocijo y las danzas en torno a esta imagen sin sentido; y el Señor envía a Moisés para que descienda del monte a fin de reprender al pueblo. Pero Moisés no consintió en dejar el monte hasta que sus ruegos en favor de Israel fueron oídos y hasta que se le concedió su pedido de que Dios los perdonara.3TPI 372.3

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents