Espíritu de gratitud y agradecimiento

Esto es lo que deseamos hacer cuando nos reunimos en la casa de Dios. Alberguemos un espíritu de gratitud y agradecimiento. Queremos que nuestros rostros resplandezcan, que reflejen la gloria de Dios. Necesitamos orar mucho más de lo que criticamos a los demás. Necesitamos estar de rodillas delante de Dios y en comunión y compañerismo con Cristo Jesús. «Y otra vez dice Isaías: “Estará la raíz de Isaí y el que se levantará para gobernar a las naciones, las cuales esperarán en él”. Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz». (Rom. 15: 12-13).SE1 319.3

Aquí estamos. Como hijos de Dios, alegamos estar bajo la clara dirección del Espíritu de Dios, pero ¿está entre nosotros el Espíritu Santo? ¿Estamos bajo su dirección? De no ser así, no persistan en deshonrar a Dios, sino acudan con humildad delante de él, que el corazón y la mente sean renovados y los pensamientos puestos en armonía con Cristo Jesús. Después, pueden alegrarse, alabar al Señor y pronunciar exclamaciones de alabanzas con alegría.SE1 319.4

Quienes han sido bautizados pueden reclamar la ayuda de las tres grandes Personalidades del cielo para que los guarden sin caída, para que se revele a través de ellos un carácter según la semejanza divina. Esto es lo que afirmamos ser: seguidores de Jesús. Debemos ser moldeados y formados de acuerdo al modelo divino, y si han perdido su semejanza con Cristo, mis hermanos y hermanas, nunca podrán entrar en comunión con Dios de nuevo, hasta que se conviertan y se rebauticen. Necesitan arrepentirse y ser bautizados otra vez, y venir al amor, la comunión y la armonía con Cristo. Entonces tendrán el discernimiento espiritual que les permitirá ver las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Hay mucho que contemplar respecto a las cosas celestiales para llenar cada co-razón y mente, cada congregación que está en la tierra, con regocijo y alabanza y acción de gracias a Dios.SE1 319.5

«Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en la fe, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Rom. 15: 13). Si esta fuera la condición de ustedes, los pecadores se convertirían.SE1 320.1