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Sermones Escogidos Tomo 1 - Contents
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    Cristo, nuestro único mediador

    Constantemente recibo cartas, tantas que apenas puedo contestarlas. En ellas se me suplica que ore al Señor para que tenga misericordia de los remitentes. Pues bien, no soy su mediador, y no espero serlo nunca, y no abriré mi corazón como si fuera capaz de bendecir a esas personas. Estoy en la misma situación de ustedes, confiando para mi salvación en los méritos de un Salvador crucificado y resucitado. Deseo la salvación, anhelo la vida eterna, y tengo que conocer las condiciones para obtenerla. Ustedes también deben conocerlas.SE1 141.1

    ¿Cómo es que les resulta tan natural derramar todos los problemas y dudas de su alma sobre seres finitos como nosotros? Dejo que ustedes sean quienes respondan. ¿Por qué hacemos esto? La práctica sería excusable si no tuviéramos la promesa: «Pedid, y recibiréis”, y «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre ustedes y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras al-mas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga». No es mi «yugo” el que los hace trabajar tan duro, el que hace que el camino de ustedes sea tan difícil.SE1 141.2

    ¿Qué significa «mi yugo”? Consiste en la perfecta sumisión a Dios. Nuestras voluntades tienen que someterse a la voluntad de Dios. Venir a Jesús es sentir que no hay ayuda para nosotros, excepto en él. La acción del Padre de dar a su Hijo por la vida del mundo, no le aprovechará a quien no lo reciba por fe como su Salvador personal. Cuando las almas inquietas y desorientadas acuden en busca de socorro a seres humanos finitos, mortales, debemos conducirlas a Jesús. Debemos orar con ellas, y por ellas, con fe; educarlas por precepto y ejemplo para que traigan a Jesús cada prueba, sea grande o pequeña. Podemos ayudar a esas pobres almas que nos presentan sus problemas, dirigiéndolas a él, diciéndoles que lleven sus cuitas y cargas a Jesús, y las dejen allí. Deseo poder ayudar, pero lo único que puedo hacer es encomendarlos a Jesús, mostrarles el camino al Calvario.SE1 141.3

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