40—Lecciones de las visiones de Ezequiel

Primera parte: Exhortación a la fidelidad

En visiones de la noche me pareció estar hablando con gran vehemencia ante un grupo de personas. Una pesada carga oprimía mi alma. Yo estaba presentando ante ellos el mensaje del profeta Ezequiel respecto a los deberes de los centinelas del Señor.SE1 333.1

(Se cita Ezequiel 33: 1-11).SE1 333.2

El profeta, por mandato de Dios, había acabado de profetizar a los judíos justamente en el momento cuando llegó la noticia de que Jerusalén había sido invadida y sitiada. En el capítulo 24 Ezequiel registra la visión que se le dio en cuanto al castigo que vendría sobre todos los que rechazaran la palabra del Señor. La gente fue sacada de Jerusalén y castigada con la muerte y el cautiverio. No se echarían suertes sobre ella para determinar quién debería salvarse y quién debería morir.SE1 333.3

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Escrito desde el Sanatorio, en California, el 4 de julio de 1907, para que sea leído en Battle Creek, Oakland, Chicago y otras iglesias importantes. Manuscrito 125, 1907.

(Se cita Ezequiel 24: 6, 7, 9, 10, 12-24).SE1 334.1

Se me instruyó que presente estas palabras ante aquellos que han recibido la luz y evidencias, pero que han transitado en dirección contraria a ella. El Señor hará que el castigo de los que no reciben sus amonestaciones y advertencias sea tan grande como el mal que hayan cometido. Las intenciones de los que han tratado de cubrir su mal mientras obran en secreto contra los propósitos de Dios, se revelarán plenamente. La verdad será reivindicada. Dios pondrá de manifiesto que él es Dios.SE1 334.2

Hay un espíritu de maldad obrando en la iglesia y tratando de aprovechar cada oportunidad para invalidar la ley de Dios. Aunque puede que el Señor no castigue con la muerte a aquellos que han llevado su rebelión hasta el extremo, la luz no volverá a brillar con poder de persuasión sobre los obstinados opositores de la verdad. A cada alma se le otorgan suficientes pruebas sobre qué es verdad y qué es error; pero algunos están tan aferrados al poder engañoso del mal que ni siquiera recibirán el testimonio ni responderán a él por medio del arrepentimiento.SE1 334.3

Resistir prolongadamente la verdad endurecerá el corazón más susceptible. Los que rechazan el Espíritu de verdad se colocan bajo el control de un espíritu que se opone a la Palabra y a la obra de Dios. Pueden seguir enseñando algunos aspectos de la verdad durante un tiempo, pero su negativa a aceptar toda la luz que Dios ha enviado, les colocará, después de un tiempo, donde harán la obra de un centinela falso.SE1 334.4

Los intereses de la causa de la verdad presente requieren que los que profesan estar del lado del Señor, empleen todas sus facultades para reivindicar el mensaje del advenimiento, el mensaje más importante que alguna vez escuchará el mundo. Si los representantes de la verdad presente dedican ahora su tiempo y energía a responder las preguntas de los que abrigan dudas, ello pone de manifiesto que han dado un uso imprudente al tiempo, porque eso no disipará las dudas. Nuestra gran responsabilidad no es trabajar por aquellos que, a pesar de que han tenido abundante luz y evidencia, todavía permanecen del lado de la incredulidad. Dios nos pide que dediquemos nuestro tiempo y energías a la tarea de predicar los mensajes que conmovieron a hombres y mujeres en 1843 y 1844.SE1 334.5

En este tiempo hemos de trabajar arduamente para llevar la verdad tanto a judíos como a gentiles. En lugar de repasar una y otra vez el mismo terreno a fin de edificar la fe de los que nunca debieron haber abrigado ninguna duda respecto al mensaje del tercer ángel, hemos de dedicar nuestros esfuerzos para dar a conocer la verdad a los que nunca la han escuchado. Dios nos llama a llevar a todos los seres humanos el conocimiento de las verdades que nos han hecho lo que somos: adventistas del séptimo día.SE1 334.6

Dios está hablando a su pueblo hoy como habló a Israel por medio de Moisés, diciendo: «¿Quién está de parte del Señor?». Mis hermanos, colóquense del lado que el Señor les ha indicado. Apártense de aquellos que después de haber recibido reiteradamente la luz, se han colocado en el lado opuesto. No dediquen su valioso tiempo en repetirles lo que ya ellos saben, y así perder la oportunidad de entrar en nuevos territorios con el mensaje de la verdad presente. Emprendan el trabajo que nos ha sido encomendado. Con la Palabra de Dios como su mensaje, ubíquense en la plataforma de la verdad y proclamen el pronto regreso de Cristo. La verdad, la verdad eterna, prevalecerá.SE1 335.1

Durante más de medio siglo se han objetado y combatido diferentes aspectos de la verdad presente. Se han presentado nuevas teorías como si fueran verdad, pero estas no constituyen la verdad, y el Espíritu de Dios reveló que estaban erradas. A medida que se presentaban las grandes columnas de nuestra fe, el Espíritu Santo ha dado testimonio de ellas, especialmente en cuanto a las verdades relacionadas con el tema del santuario. Una y otra vez el Espíritu Santo apoyó de manera notable la predicación de esta doctrina. Pero hoy, como en el pasado, algunos serán impulsados a elaborar nuevas teorías y a negar las verdades sobre las cuales el Espíritu de Dios ha colocado su sello de aprobación.SE1 335.2

No debería ser aceptado como maestro quien pretenda presentar teorías que pudieran apartarnos de la luz que hemos recibido en cuanto al ministerio del santuario celestial. Como pueblo la verdadera comprensión del tema del santuario significa mucho para nosotros. Cuando buscamos fervorosamente al Señor para recibir luz sobre este asunto, la recibimos. En visión se me mostró una escena del santuario celestial y del ministerio relacionado con el lugar santo, y por muchos días no pude hablar de ella.SE1 335.3

Por la luz que el Señor me ha otorgado sé que debería haber un reavivamiento de los mensajes que se han dado en el pasado, porque algunos procurarán introducir nuevas teorías y tratarán de probar que estas son bíblicas. En cambio, son errores que si se les da cabida, socavarán la fe en la verdad. No debemos aceptar estas suposiciones y hacerlas circular como si fueran verdad. No, no; no debemos movemos de la plataforma de verdad sobre la cual hemos sido establecidos.SE1 335.4

Siempre existirán los que buscan algo nuevo, los que exageran y manipulan la Palabra de Dios para fundamentar sus ideas y teorías. Hermanos, tomemos las cosas que Dios nos ha concedido y las que su Espíritu nos ha enseñado y creamos en ellas, abandonando esas especulaciones que su Espíritu no ha aprobado.SE1 336.1