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Sermones Escogidos Tomo 1 - Contents
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    Perdón pleno y total

    Hubo alguien que se me acercó y me dijo: «Hermana White, ¿puede decirme cómo puedo saber que Jesús perdona mis pecados, luego que me arrepiento de ellos?». Sí que puedo. Mire al Calvario, al Salvador agonizando en la cruz. Ahí está la evidencia que presentamos. Es la prueba de que Cristo perdona los pecados. La luz reflejada desde la cruz del Calvario nos habla de la sangre de Jesucristo que fue derramada para remisión de los pecados, y que nos permite ser limpiados y santificados.SE1 103.2

    Recuerdo a una mujer que dijo: «¡Oh, si tan solo el Señor me mostrara en un sueño que él va a tener misericordia de mí y que me va a salvar!». Bien, él se lo mostró, hizo que lo viera en un sueño. Su primera impresión fue: «¿Es acaso este sueño más poderoso que un “Así dice el Señor?”». Deseo que todos acepten eso, porque he descubierto que cada vez que he pedido se me conceda una luz especial, alguna prueba contundente, tenía que esperar un buen tiempo antes de obtenerla. He reconocido que debo aceptar lo que el Señor dijo, y creerlo como me fue dicho. Soy una de las hijas de Adán, alguien por quien Cristo murió, y porque soy una pecadora tengo el derecho de aferrarme a los méritos de la sangre de un Salvador crucificado y resucitado.SE1 103.3

    Cuando el diablo venga y señale los pecados y crímenes detestables de ustedes, díganle: «Sí, soy un pecador, pero Cristo es mi Salvador, y él dice: “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”» (Mat. 9: 13). De esa manera se vestirán ustedes de toda la armadura de la justicia de Cristo. ¿Cómo es que no tienen puesta dicha armadura de justicia? ¿Para qué vino a este mundo? Si hubiera sido posible llevarnos de vuelta a la observancia de los mandamientos de Dios, Jesús jamás habría venido a este mundo. Sin embargo, lo hizo porque le era imposible al hombre redimirse y regresar a la condición de Adán antes de la caída. Entonces, ¿qué se podía hacer? Vino Cristo, nuestro sustituto y nuestro garante.SE1 103.4

    Antes de que él viniera, todos estaban bajo un mismo yugo. Sin embargo, Cristo se encontraba por encima de la ley; como él fue el autor de la ley, él no estaba bajo el yugo de esta. Y los ángeles estaban en obediencia a Cristo. Èl podía venir como uno igual al Padre y abrir su corazón a toda aflicción, pena, pecado y miseria. Mediante su sacrificio pudo impartir vida e inmortalidad a través del evangelio que es la única esperanza de vida. Cuando Cristo exclamó: «Consumado es», dio cumplimiento al plan que se había preparado. Jesús murió a favor de la raza humana, como una ofrenda voluntaria presentada a Dios. No fue forzado a hacerlo, pero lo hizo a fin de salvar a la raza caída. Descendió hasta el sepulcro y luego resucitó.SE1 104.1

    Aunque Satanás creyó que había triunfado cuando Cristo murió, no pasó mucho tiempo antes de que descubriera que se había extralimitado. Al provocar la muerte y la crucifixión del Hijo de Dios, ¿qué logró? Alegó en el cielo, y alega hoy en el mundo cristiano, que si se abolía la ley de Dios, se podría establecer una ley mejor. Todo el universo estaba a la espera para ver lo que ocurriría.SE1 104.2

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