Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents
El Ministerio Pastoral - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    El ganador de almas

    Cristo vino a dar un ejemplo correcto de lo que es un ministro ganador de almas—El vino para dar un ejemplo correcto de un ministro del Evangelio. Trabajó constantemente por un objetivo; todos sus poderes fueron empleados en favor de la salvación del hombre, y cada acto de su vida llevaba ese fin. Viajaba a pie, mientras enseñaba a sus seguidores por el camino. Sus vestidos estaban polvorientos y manchados, y su apariencia no era halagadora. Pero las verdades claras y sencillas que brotaban de sus labios divinos hacían que pronto sus oyentes olvidaran su apariencia, y se sintieran encantados, no con el hombre, sino con la doctrina que enseñaba.—Testimonies for the Church 4:373.MPa 327.2

    El buen pastor busca diligentemente a las ovejas perdidas y las recibe amorosamente de vuelta al redil—Tengo un mensaje para aquellos que laboran en el ministerio. Al Señor no le ha agradado el trabajo hecho, y no lo acepta de vuestras manos por haber descuidado lo que es más importante para la salvación de las almas y para la salud de la iglesia. El ministro ha de ser un pastor. ... El deja a las noventa y nueve en el redil; no importa cuan negra y tempestuosa la noche, o cuan peligroso o desagradable el camino, o cuan larga y tediosa la búsqueda, él no se fatiga, no se da por vencido, hasta encontrar la perdida. Y cuando la encuentra, ¿actúa indiferente? ¿Llama a la oveja, y le ordena a la extraviada que lo siga? ¿La amenaza o la golpea, o la empuja delante de él, recordándole la amargura, decepción y ansiedad que ha sufrido por su culpa? No; él coloca a la oveja cansada, exhausta, extraviada sobre sus hombros, y con gozosa gratitud porque su búsqueda no ha sido en vano, la lleva de vuelta al redil. Su gratitud halla expresión en cantos melodiosos de regocijo, y los coros celestes responden a las notas gozosas del pastor. Cuando la perdida es hallada, el cielo y la tierra se unen en regocijo y agradecimiento.—The Review and Herald, 23 de agosto de 1892.MPa 327.3

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents