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Mensajera del Señor - Contents
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    No meramente una diferencia de opinión

    Unir o separar lo físico de lo espiritual no es meramente un asunto filosófico, ni una cuestión de diferencias de opinión interpersonales. La crisis de Kellogg de fines de la década de 1890 y de comienzos del siglo XX podría haber terminado como una lucha de poder pero descansaba sobre problemas mucho más profundos que una opinión personal. Se centraba sobre la dirección futura del pensamiento y la práctica adventista. Al comienzo del siglo la denominación estaba luchando con la fuerza creciente del “brazo derecho”. 32Id., ver t. 6, p. 327. Los proponentes del mensaje de salud y de su creciente poder político (denominacional) parecían estar dirigiendo el programa mundial de la iglesia. 33En 1901 la Asociación Médico-Misionera y de Benevolencia de John Harvey Kellogg empleaba a unos 2,000 obreros en comparación de sólo 1.500 bajo la dirección de la Asociación General.—Schwarz, Light Bearers, p. 278. La confrontación se complicaba debido a los puntos de vista teológicos aberrantes del Dr. Kellogg. No sólo estaba en juego la claridad de la teología adventista sino también la dirección de las finanzas denominacionales.MDS 295.1

    A la base de la lucha de poder estaba la convicción del liderazgo médico, la que tenía considerable evidencia, que los líderes ministeriales aceptaban sólo una parte del mensaje de salud. Algunos dirigentes denominacionales estaban realmente mortificados con el respaldo entusiasta de Kellogg a la visión más amplia que tenía la Sra. White de una vida sana, especialmente por la condena que ella hacía de la carne. A Kellogg le resultaba difícil aceptar la crítica de su libro, The Living Temple (El templo viviente), de parte de dirigentes denominacionales que comían carne. 34“Para Kellogg, los principales villanos responsables del descarrío denominacional respecto a los principios de salud eran los ministros adventistas. Ellos, acusaba el doctor, tendían a ‘desanimar al pueblo mediante su ejemplo’ “.—Schwarz, John Harvey Kellogg, p. 175,MDS 295.2

    Desde el punto de vista de Kellogg, aunque equivocado, el apoyo de Elena de White a los líderes “espirituales” de la denominación en 1901 (en la reorganización que limitaría también al brazo de la salud) y su ataque al The Living Temple significaban que ella había sido engañada e influida fuertemente por los enemigos de él. La ruptura subsiguiente entre el énfasis sobre la salud y el liderazgo ministerial-teológico ha separado a muchos a lo largo de los años y complicado innecesariamente la voz unificada de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.MDS 295.3

    La ”cirugía” administrativa que se efectuó en la década de 1900 y que redujo el “brazo derecho” a su relación correcta con el cuerpo, sólo profundizó la herida. El divorciar lo espiritual de lo físico creó una enfermedad aun más seria. La reducción del poder político del “brazo derecho” a su debida relación con la organización denominacional afectó negativamente las cuestiones más profundas de cómo los hábitos físicos afectan directamente la salud mental y espiritual.MDS 295.4

    Algunos dicen que el “brazo derecho” del Evangelio de la salud ha vivido en un virtual aislamiento con respecto al cuerpo espiritual, una señal de que el cuerpo espiritual ha entendido mal su propio Evangelio. Por alguna extraña razón, en la mayoría de los casos, ni los dirigentes espirituales ni los dirigentes de la salud vieron que los hábitos físicos no podían separarse del crecimiento espiritual si es que iba a mantenerse la integridad del mensaje adventista. Elena de White calificó esta separación entre los ministros del Evangelio y los obreros médico-misioneros, “el peor mal” que podía sobrevenirle a la Iglesia Adventista. 35Medical Ministry, p. 241.MDS 295.5

    Esta ruptura no es un mero desacuerdo teórico. El hecho de no incluir los principios del mensaje de salud dentro de la plenitud del ”Evangelio eterno” afecta directamente la preparación de la iglesia para cumplir su comisión evangélica. Además, obstruye el crecimiento en la gracia. 36Review and Herald, 27 de mayo, 1902.MDS 295.6

    Este divorcio entre lo que Dios mismo había unido ha limitado el potencial del testimonio adventista y debilitado el impacto pleno del “Evangelio eterno”. (1) Las instituciones denominacionales de atención de la salud pueden no sentir plenamente su propósito original de (a) instruir al mundo en la aplicación de los “remedios naturales ” para prevenir al igual que para curar la enfermedad, y (b) hacer de sus instituciones un testigo inequívoco de los principios del Evangelio como están desarrollados en el mensaje del tercer ángel. 37El ministerio de curación, pp. 88-89. “El propósito de nuestras instituciones de salud no es ser ante todo hospitales. Las instituciones de salud conectadas con la obra final del Evangelio en la tierra abogan por los grandes principios del Evangelio en toda su plenitud... Si un sanatorio relacionado con este mensaje final falla en elevar a Cristo y los principios del Evangelio según están desarrollados en el mensaje del tercer ángel, falla en su aspecto más importante y contradice el mismo propósito de su existencia”.—Medical Ministry, pp. 27-28. (2) Al mismo tiempo, algunos dirigentes espirituales han desacreditado o ignorado los principios de la salud que el Dr. Kellogg y Elena de White respaldaron vigorosamente. Tratar de promover el mensaje distintivo de Apocalipsis 14 con el brazo de- recho paralizado es virtualmente contraproducente.MDS 295.7

    Tanto los dirigentes médicos como ministeriales han olvidado a menudo que uno de los principios del tema del Gran Conflicto es que los hombres y las mujeres son responsables y que Dios no obrará “milagros ” que pasen por alto la obediencia a un deber conocido. 38Ver pp. 274, 310. Cuando tanto los dirigentes de la salud como los dirigentes espirituales promueven métodos de “curación” que pasan por alto la responsabilidad humana de efectuar decisiones correctas, se violan los principios de la vida. Por ejemplo, cuando se anima al enfermo a recibir cuidado de la salud sin adherirse a las leyes naturales que causaron la enfermedad, no se entiende el Evangelio. 39Testimonies, t. 6, p. 441. O cuando se anima al pecador a creer que Dios perdona cuando se ignora la obligación hacia un deber conocido, el Evangelio es claramente mal representado. 40Mensajes selectos, t.1, p. 463-464; El camino a Cristo, pp. 23-33.MDS 296.1

    Elena de White animó osadamente a los miembros de iglesia que percibían “el nivel muerto en el que habían caído ” a reconectar el mensaje de salud con el mensaje teológico: “Enviad a las iglesias a obreros que presenten los principios de la reforma pro salud en su relación con el mensaje del tercer ángel ante cada familia e individuo. Animad a todos a tomar parte en la obra en favor de sus semejantes, y veréis si el soplo de vida no retoma rápidamente a esas iglesias”. 41Testimonios para los ministros, p. 416. “Haced esfuerzos regulares y organizados para sacar a los miembros de la iglesia del nivel muerto en que han estado durante años. Mandad a las iglesias obreros que vivan de acuerdo con los principios de la reforma pro salud. Enviad a quienes puedan ver la necesidad de dominar el apetito, pues de lo contrario serán una trampa para la iglesia. Ved si entonces no penetrará el aliento de vida en nuestras iglesias. Es necesario introdu cir un nuevo elemento en la obra”.—Joyas de los testimonios, t 2, p. 505.MDS 296.2

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