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Mensajera del Señor - Contents
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    4. Testimonio inequívoco sobre la naturaleza divino-humana de Jesucristo

    Juan ofreció una prueba adicional de un profeta genuino: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios” (1 Juan 4:1-3).MDS 32.2

    Como dijimos en el capítulo 1, el Evangelio no es acerca de Jesús, el Evangelio es Jesús. Pero durante los últimos veinte siglos el mundo ha oído raramente la verdad acerca de Jesús. De ahí que se difúnda un Evangelio vago y confuso.MDS 32.3

    La prueba de Juan no consiste en que el profeta debiera meramente concordar en que Jesús de Nazaret vivió una vez en la tierra. La mayoría de los cristianos creen eso, aunque muchos no creen que él es Dios encarnado. Muchos otros creen que él es ciertamente Dios en la carne, pero que no llegó a ser verdaderamente hombre, como un hombre “en la carne”.MDS 32.4

    Juan vio el problema en su tiempo, y su advertencia es aun más relevante hoy. Toda la verdad acerca de por qué Jesús vino, por qué llegó a ser nuestro Salvador y Ejemplo, por qué murió y ahora sirve como nuestro Sumo Sacerdote: todo esto está implicado en esta prueba de un profeta genuino. Este reconocimiento de Jesús “en la carne” es más que un asentimiento intelectual. Jesús no es nuestro Señor si no nos sometemos a su señorío. Jesús no es nuestro Salvador si no le permitimos que nos salve de nuestros pecados (Mat. 1:21). Las acciones revelan la genuinidad de una entrega personal. Y un conocimiento correcto nos ayuda a hacer un compromiso espiritual de calidad, que nos capacita para producir acciones que honren a Dios.MDS 32.5

    De modo que ésta es la prueba: ¿Enseña el profeta toda la verdad sobre el propósito de la venida de Cristo “en la carne”?MDS 32.6

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