Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents
Mensajera del Señor - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Los principios bíblicos no tienen valor a menos que sean internalizados

    Actitudes.Una de las lecciones más importantes que debe aprenderse de la experiencia de 1888 es que Elena de White estaba más interesada en vivir la verdad que en discutirla. Hizo eso claro en muchas ocasiones. Si un estudiante de la Biblia estaba motivado por un espíritu opuesto al de Cristo, eso le sugería a ella que algo erróneo podría estar pasando con su teología. 17ldquo;Por la actitud que han asumido mis hermanos y el espíritu evidenciado, me veo obligada a decir: ‘Que Dios me libre de vuestras ideas sobre la ley en Gálatas, si al recibirlas me volviera tan anticristiana en mi espíritu, palabras y obras como han sido tantos que debieran saber de sobra [cómo conducirse]... El hecho de explayarse constantemente sobre la ley en Gálatas, sin presentar el Evangelio de Jesucristo en términos claros, está extraviando a las almas. Nuestro pueblo ha descuidado extrañamente la predicación de Cristo crucificado. Muchos que pretenden creer en la verdad no tienen un conocimiento de fe en Cristo por experiencia. — Manuscrito 55,1890, en The Ellen G. White 1888Materials, pp. 841, 843. En una reunión de dirigentes de la iglesia hecha a su pedido en marzo de 1890, ella nuevamente suplicó: “Si vuestro punto de vista sobre la ley en Gálatas y los frutos son del carácter que he visto en Minneapolis y en todo momento desde entonces hasta ahora, mi oración es que yo pueda estar tan lejos como me sea posible de vuestra comprensión e interpretación de las Escrituras. Me atemoriza cualquier aplicación de la Escritura que necesita tal espíritu y lleva tal fruto como el que vosotros habéis manifestado. Una cosa es cierta, nunca llegaré a armonizar con tal espíritu mientras Dios me dé uso de razón”. —Carta 83,1890, Id, p. 632. Ver pp. 373-374.MDS 417.7

    Otro evento cargado de emoción ocurrió el día anterior al congreso de la Asociación General de 1901 en Battle Creek. Los delegados enfrentaban muchos desafíos, pero probablemente el mayor era la necesidad de reorganizar la Asociación General la cual, por muchos años, involucraba solamente a unos pocos dirigentes con demasiada autoridad. Elena de White la llamaba “un poder de gobierno real, semejante a un rey ”. 18Informe al pie de la letra de las observaciones hechas por Elena de White en una reunión celebrada en la biblioteca del Colegio de Battle Creek, el l.°de abril de 1901, el día anterior a que se inaugurase oficialmente el congreso de la Asociación General. —Manuscrito 41, 1901, citado en Unpublished Manuscript Testimonies of Ellen White, de Spalding y Magan (Graham, Wash.: Comer Stone Publishing, 1992), pp. 165-177. Junto a este problema fundamental, los dirigentes debían enfrentar la enorme deuda denominacional, la cantidad y clase de impresión comercial que se estaba haciendo en la Review and Herald, y el creciente desacuerdo con el Dr. Kellogg.MDS 417.8

    Sin embargo, debajo de todos estos problemas visibles fluía una corriente de inercia con respecto al cambio. Esta inercia no sólo se resistía a mejores reglamentos para el gobierno de la iglesia sino también a una mentalidad abierta hacia la verdad presente y a una profundización de las actitudes espirituales. Elena de White les recordó a los dirigentes el consejo que les había dado por años: “Se ha dicho suficiente, vez tras vez, tras vez, pero esto no hizo ninguna diferencia. La luz brilló sobre ellos, y otra vez ellos profesaron aceptarla, pero no efectuaron ningún cambio. Eso es lo que me alarma ”. La raíz de este problema espiritual era que el consejo de la Sra. White, aunque se lo usaba a menudo, era aplicado erróneamente para acomodarlo a un punto de vista particular, mientras que los principios eran ignorados: “El [Dios] quiere que comáis sus principios, que viváis sus principios; pero aquellos que ahora están allí [los dirigentes de la iglesia de entonces] nunca los apreciarán. Ellos han tenido su prueba,... han recibido sus amonestaciones, y ahora debe ocurrir un cambio ”. 19Id, p. 171.MDS 418.1

    Elena de White no quería más que fingieran estar de acuerdo con sus consejos: “Dejad totalmente a un lado a la Hna. White... Nunca volváis a citar mis palabras mientras viváis, hasta que podáis obedecer la Biblia. Cuando toméis la Biblia y hagáis de ella vuestro alimento... y la hagáis los elementos de vuestro carácter, cuando podáis hacer aso sabréis mejor cómo recibir algún consejo de Dios. Pero aquí está Ja Palabra, exaltada hoy ante vosotros. Y no repitáis más la canción de que ‘la Hna. White dijo’, ‘la Hna. White dijo esto’ y ‘la Hna. White dijo aquello’, y ‘la Hna. White dijo lo demás allá’. Pero decid, ‘Así dijo el Señor Dios de Israel’, y entonces haced exactamente lo que el Señor Dios de Israel hace y lo que él dice ”. 20Id, p. 170.MDS 418.2

    Ella quería que los dirigentes de la iglesia viviesen los principios del Evangelio, no para esconderse detrás de citas de la Sra. White como si cumpliendo algunos de sus consejos sobre el trabajo de la iglesia pudiesen compensar por su falta de carácter cristiano. Los muchos testimonios de ella respecto a la unión indivisible de la obra médicomisionera con el ministerio habían sido generalmente ignorados. Su consejo en cuanto a la relación entre la mente y un cuerpo sano también había sido en gran medida desatendido. 21En este mismo mensaje a los dirigentes de 1901, ella dijo: “Lo que vosotros queréis es esto: Tenéis un cuerpo, maraviIlosamente hecho, y queréis que el cuerpo sea, oh, tan cuidadosamente tratado... Dios no hizo estos órganos preciosos para que se los hinche como a un globo. Nunca los hizo para eso, y él quiere que cada alma viviente trate esta maquinaria como maquinaria de Dios; debe mantenerse en perfecto orden para mantener el poder del cerebro en buenas condiciones. El cerebro debe trabajar, y cada carga que le añadís a vuestro estómago nublará el cerebro. He aquí como vais a la sesión del congreso: os sentáis e ingerís comidas abundantes y descuidáis de hacer ejercicio, y luego venís a la reunión del congreso, y estáis todo somnolientos; vuestras ideas no sirven para nada y en realidad no sabéis a qué estáis dando vuestra aprobación”. —Spalding y Magan, Unpublished Manuscript Testimonies of Ellen White, p. 172.MDS 418.3

    En este marco de Battle Creek en 1901, Elena de White no estaba analizando la relación entre sus escritos y el desarrollo de la doctrina cuando dijo más adelante: “No citéis a la Hna. White. No quiero que jamás citéis a la Hna. White hasta que alcancéis una posición ventajosa en la que sepáis dónde estáis... Citad la Biblia. Hablad de la Biblia. Está llena de alimento... Llevadla a la práctica en vuestra vida, y conoceréis más de la Biblia que lo que conocéis ahora... Y yo os pido que os pongáis la armadura, cada parte de ella, y os aseguréis que vuestros pies están calzados con el apresto del Evangelio ”. 22Id, pp. 176-177. Ella les estaba simplemente diciendo a estos dirigentes de la iglesia que era un yerro apelar a sus escritos por cualquier propósito que fuese cuando, hablando en términos generales, no estaban internalizando los principios del Evangelio encontrados ya sea en la Biblia o en sus escritos. Vivir el Evangelio era más importante que “hacer el papel de dirigir la iglesia”, no importa cuántas citas sobre el Evangelio hubiera en sus cabezas.MDS 418.4

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents