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Mensajera del Señor - Contents
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    Rumores y acusaciones

    ¿Qué debiéramos deducir de los rumores y acusaciones que han circulado a lo largo de los años respecto a las propias decisiones dietéticas de Elena de White?MDS 314.6

    Jamón sobre la mesa de los White. Se ha informado que D. M. Canright, un ex predicador adventista hostil a nuestra iglesia, había dicho que vio a los White comer jamón en su propia casa. Probablemente tenía razón puesto que él “abrazó el sábado” por influencia de la predicación de Jaime White en 1859. Los primeros adventistas no comprendían la distinción entre carnes limpias e inmundas. A fines de la década de 1850, los White todavía comían carne de cerdo. 37Testimonies, t. 1, pp. 206-207 No fue sino hasta después de la visión de Otsego en junio de 1863 que ellos dejaron de comerla. 38Spiritual Gifts, t. 4, pp. 124, 146. Entre 1859 y 1863, Canright habrá tenido muchas oportunidades para ver a los White comiendo carne de cerdo.MDS 314.7

    Durante toda su vida Elena de White fue una apóstata en cuanto al consumo de carne. Elena de White no sostuvo que después de la visión de Otsego sobre salud, en 1863, ella nunca volvió a comer carne. Antes de la visión, ella creía que “dependía de una dieta de carne para tener vigor”. Debido a su condición física débil, especialmente por su tendencia a desmayarse cuando se sentía débil y mareada, pensaba que la carne era “ indispensable ”. 39Id., t. 4, pp. 153-154. En realidad, en ese entonces ella era una gran “consumidora de came”; la came era su “principal artículo alimenticio”. 40Testimonies, t. 2, pp. 371-372; Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 584.MDS 315.1

    Pero ella obró de acuerdo con la luz que recibió. Eliminó de inmediato “la came de” su “menú”, junto con la mantequilla y la práctica de tener tres comidas por día. ¿Cuál fue el resultado? “Los antiguos desmayos y sensaciones de mareo me han abandonado”. Años más tarde, a los 82 años de edad, ella pudo escribir: “Tengo mejor salud ahora, a pesar de mi edad, de la que tuve en mis días más jóvenes”. 41 Manuscrito 50, 1904, citado en Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 578; Carta 83, 1901, citada en Id. , pp. 585, 594; Testimonies, t. 2, p. 371; Spiritual Gifts, t. 4, p. 154; Testimonies, t. 9, p. 150.MDS 315.2

    Sin embargo, como hemos estudiado antes (ver p. 312), Elena de White comía came ocasionalmente; en 1901 ella indicó que hubo ocasiones en el pasado cuando se “veía obligada a comer un poco de carne”. 42 Carta 83, 1901, citada en Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 585. Condiciones de viaje difíciles, nuevas cocineras y emergencias médicas demandaban que se hiciesen ajustes razonables. En otras palabras, ella no era una fanática respecto al consumo de carne, especialmente en el consejo que daba a otros: “Nunca he sentido que era mi deber decir que nadie debe probar la carne bajo ninguna circunstancia. Decir esto... sería llevar las cosas a los extremos. Nunca he sentido que era mi deber hacer declaraciones categóricas. Lo que he dicho lo he dicho dominada por un sentido del deber, pero he sido cuidadosa en mis declaraciones, porque no quería dar ocasión para que nadie fuera conciencia de otra persona”. 43 Carta 76, 1895, citada en Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 556.MDS 315.3

    También es importante notar que Elena de White distinguía entre “carne” y “pescado”. En 1876 ella le escribió a su esposo que estaba de viaje: “No hemos tenido una partícula de carne en la casa desde tu partida y mucho tiempo antes de que partieras. Hemos tenido salmón unas pocas veces. Ha sido más bien alto [en precio]”. 44 Carta 13, 1876, citada en MR, t.14, p. 336.MDS 315.4

    En la Australia azotada por la pobreza a mediados de la década de 1890, ella reconoció que el pescado sería una parte apropiada de la dieta de los trabajadores que estaban construyendo el Colegio de Avondale. En una carta a su hijo Willie, escribió: “No podemos alimentarlos a todos, pero ¿quisieras por favor conseguimos bacalao y pescado seco de cualquier descripción, nada envasado? Esto le dará buen sabor a la comida” 45 Carta 149. 1895, citada en Roger Coon, Ellen White and Vegetarianism (Boise, Idaho: Pacific Press Publishing Association, 1986), pp. 20-21.MDS 315.5

    Dos años después de su promesa personal en el campestre de Brighton (Australia) de no comer carne, la Sra. White le escribió a su sobrina no adventista, Mary Clough Watson: “Hace dos años llegué a la conclusión de que era peligroso usar la carne de animales muertos, y desde entonces no he comido carne en absoluto. Nunca se coloca en mi mesa. Uso pescado cuando puedo conseguirlo. Conseguimos hermosos pescados del lago de agua salada que hay aquí cerca. Tampoco uso té ni café. Como trabajo contra estas cosas, no puedo sino practicar lo que sé que es lo mejor para mi salud, y mi familia está en perfecto acuerdo conmigo. Tú ves, mi querida sobrina, que te estoy diciendo las cosas tal como son”. 46 Carta 128, 1896, citada en MR, t.14, p. 330.MDS 315.6

    Ostras. Fannie Bolton,47 Ver pp. 479-482 una ex ayudante literaria de la Sra. White, escribió que Elena de White, en una estación de ferrocarril, comió “grandes ostras blancas crudas con vinagre, pimienta y sal... Me sentí abrumada ante esta inconsecuencia y aturdida de horror. El pastor Starr se apresuró a sacarme de ahí e hizo toda suerte de excusas y justificaciones de la acción de la Hna. White; sin embargo, me quedé pensando en mi corazón, ‘¿Qué significa esto? ¿Qué ha dicho Dios? ¿Cómo se atreve ella a comer estas abominaciones? ” 48 Carta de Frances E. Bolton a la Sra. E. C. Slauson, 30 de diciembre, 1914, citada en The Fannie Bolton Story: A Collection of Source Documents (Centro White, abril, 1982), pp. 108-109.MDS 315.7

    Cuando G. B. Starr oyó de esta carta, quedó estupefacto. Le contestó a W. C. White: “Sólo puedo decir que considero esto como el disparate más absurdo y falso que jamás haya visto o leído respecto a nuestra querida Hna. White.MDS 315.8

    “El evento simplemente nunca ocurrió. Nunca vi a su madre comer ostras o carne de cualquier clase, ya sea en un restaurante o en su propia mesa. La declaración de Fannie Bolton... es una mentira de primer orden. Nunca tuve dicha experiencia y es demasiada absurda como para que la crea cualquiera que haya conocido a su madre...MDS 316.1

    “Creo que toda esta carta fue escrita por Fannie Bolton en uno de sus momentos de mayor locura. 49 Fannie Bolton pasó trece meses como una paciente demente en el Hospital Estatal de Kalamazoo, 1911-1912, y otros tres meses y medio en la misma institución en 1924-1925; murió en 1926....MDS 316.2

    “Cuando visitamos Florida en 1928, nos dijeron a la Sra. Starr y a mí que en un campestre Fannie Bolton declaró públicamente que había mentido respecto a la Hna. White, y que se arrepentía de ello”. 50 Carta de G. B. Starr a W. C. White, 30 de agosto, 1933, citada en Id,, pp. 118-119..MDS 316.3

    Aunque el informe de Fannie Bolton era falso, Elena de White pidió ostras en 1882 en una carta a Mary, su nuera: “Si puedes conseguirme una buena caja de arenques frescos, por favor hazlo. Estos últimos que Willie consiguió están amargos y viejos. Si puedes comprar... media docena de latas de tomates buenos, por favor hazlo. Los necesitaremos. Y si puedes conseguir unas pocas latas de buenas ostras, consíguelas”. 51 Carta 16, 1882, citada en Coon, Ellen White and Vegetarianism, p. 19.MDS 316.4

    ¿Qué deducción sacaremos de este pedido de ostras? De acuerdo con Levítico 11, ¿no se considera que las ostras son inmundas? La respuesta a esa pregunta no era más clara para los adventistas en la década de 1880 que lo que era su actitud hacia el puerco en la década de 1850. 52 En el documento titulado, “El desarrollo del pensamiento adventista sobre las carnes limpias e inmundas”, Ron Graybill declaró que “los adventistas del siglo XIX,.. no aceptaban generalmente esta distinción [entre carnes limpias e inmundas] basada en la ley levítica, aunque [eventualmente] condenaron claramente el puerco... Mientras los adventistas argumentaban vigorosamente contra el puerco, el peso de su argumento seguía basándose en un criterio fisiológico. Uriah Smith rechazaba explícitamente la aplicabilidad de la distinción mosaica: ‘Creemos que hay un fundamento mejor sobre el cual apoyar [la prohibición acerca del puerco] que la ley ceremonial de la dispensación antigua, porque si adoptamos la posición deque todavía está vigente la ley [ceremonial], debemos aceptarla en su totalidad, y entonces tendremos en nuestras manos más de lo que podemos deshacemos con facilidad’...
    “La propia comprensión de Elena de White de la distinción entre animales limpios e inmundos parece haberse fortalecido con el transcurso del tiempo. En 1864 ella indicó de paso que a Noé se le permitió comer bestias ‘limpias’ después del Diluvio. Y en 1890, cuando se publicó Patriarcas y profetas, ella señaló que se les había instruido a los padres de Sansón que lo hicieran abstenerse de ‘toda cosa inmunda’. Esta distinción ‘entre artículos alimenticios limpios e inmundos’ no era, dijo ella, ‘una regulación meramente ceremonial y arbitraria, sino que estaba basada sobre princi pios sanitarios’. Además, la ‘vitalidad maravillosa’ del pueblo judío durante miles de años podía atribuirse a esta distinción. “
    Probablemente eran más familiares para los primeros adventistas los comentarios de James C. Jackson sobre las ostras, incluidos junto con sus otras críticas contra el uso de la carne en un artículo que Jaime y Elena White reimprimieron en Health: or How to Live. Jackson objetaba las ostras porque eran animales que se alimentan de carroña”. Graybill notó que probablemente S. N. Haskell fue el que usó más explícitamente Levítico 11 como una prohibición bíblica clara sobre todas las carnes inmundas. Concluyó su investigación con esta perspectiva: “Sin embargo, en comparación con la cantidad de material en la literatura [adventista] contra el puerco, las objeciones a las ostras y otras carnes ‘inmundas’ son tan minúsculas que apenas se las nota”.—Ron Graybill, “The Development in Adventist Thinking on Clean and Unclean Meats”; se lo puede conseguir del Centro White (Ellen G. White Estate).
    MDS 316.5

    En 1883 W. H. Littlejohn, pastor del Tabernáculo de Battle Creek, atendía una columna de preguntas y respuestas en la revista o boletín de la iglesia. Al contestar si las ostras están incluidas entre los alimentos inmundos de Levítico 11, Littlejohn dijo: “Es difícil decidir con certeza si las ostras estarían con propiedad bajo la prohibición de Levítico 11:9-12... Sin embargo, por el lenguaje parecería como si pudieran estarlo”. 53Review and Herald, 14 de agosto, 1883.MDS 316.6

    En aquello sobre lo cual no recibían una instrucción directa por una visión, los adventistas, como cualquier otro, debían resolver poco a poco estas cuestiones de alimentos.MDS 316.7

    Elena de White era una hipócrita. Esta acusación se basa en el hecho de que Elena de White era lúcida y directa respecto al peligro de comer carne pero ocasionalmente comía alimentos con carne.MDS 316.8

    Su hijo William C. le escribió a G. B. Starr en 1933 que la familia White había sido vegetariana pero no siempre abstemios totales de alimentos con carne.MDS 316.9

    En 1894, Elena de White le escribió a un no adventista activo en la causa de la temperancia en Australia que había preguntado sobre la posición adventista en cuanto a ser “abstemios totales”: “Me alegro de asegurarle que como denominación somos, en el sentido más pleno de la palabra, abstemios totales del uso de licores, vino, cerveza, sidra [fermentada], y también del tabaco y todos los demás narcóticos... Todos somos vegetarianos, muchos absteniéndose del uso de la carne como alimento, mientras que otros la usan sólo en el grado más moderado”. 54 Carta 99,1894, citada en Bio., 14, p. 119. Muchas de las declaraciones más fuertes de Elena de White contra la carne fueron escritas después que ella hubo renovado su promesa de una abstinencia total en 1894.MDS 316.10

    Aquí notamos que para Elena de White un vegetariano no era necesariamente un abstemio total, sino alguien que no comía carne habitualmente. Aquí tenemos un ejemplo claro de la diferencia entre un principio y una norma o regla El vegetarianismo era una norma basada sobre un principio: debiéramos comer la mejor comida que se pueda conseguir dentro de las circunstancias. Los principios son declaraciones claras, siempre ciertas en toda circunstancia. Las normas o reglas pueden cambiar debido al tiempo, el lugar y las circunstancias. Las normas desarrollan los principios haciendo siempre lo mejor posible dentro de las circunstancias. Sólo la conciencia del individuo sabe cuándo se han concretado esas decisiones de hacer “lo mejor que uno pueda hacer”.MDS 316.11

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