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Mensajera del Señor - Contents
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    Aplicando el sentido común

    Note cómo Elena de White ponía en práctica su principio de sentido común y moderación: “Su sistema [el de esa esposa] ansiaba ingredientes para convertirlos en sangre, pero él no se los proveía. Una cantidad moderada de leche y azúcar, un poco de sal, pan blanco leudado con levadura para variar, harina de trigo entero preparada en una diversidad de formas por otras manos que no fuesen las de ella, bizcochos sencillos con pasas de uva ocasionalmente, y muchos otros platos que podría mencionar, habrían satisfecho la demanda del apetito. Si él no podía obtener algunas de estas cosas, un poco de vino doméstico [para propósitos medicinales] no le habría hecho daño a su esposa; y habría sido mejor para ella tenerlo que pasar sin ello. En algunos casos, incluso una pequeña cantidad de la carne menos perjudicial sería menos dañina que sufrir fuertes ansias de ella”. 45Id., p. 384. Ver también pp. 95-97, 305-306, 311, 326-327.MDS 306.7

    La Sra. White se refirió luego a otra familia que había perdido a un ser amado a causa de un médico culpable de “maltrato” bajo el disfraz de la reforma pro salud. Aparentemente un joven había muerto después de una fiebre severa Después de reconocer que “la abstinencia de alimento por un corto tiempo disminuirá la fiebre”, ella notó que cuando se interrumpe Ja fiebre, “debiera darse alimento en una manera cuidadosa, juiciosa”. Sin embargo, cada persona debiera ser tratada sobre una base individual. “Si se ha expresado un gran deseo de alimento, aun durante la fie bre, gratificar ese deseo con una cantidad moderada de alimento sencillo sería menos dañino que negárselo al paciente”. 46Id., pp. 384-385.MDS 306.8

    En el caso de este joven, Elena de White señaló específicamente un mal manejo del caso que condujo a su muerte innecesaria: “Un poco de buen vino y de comida lo habría traído de regreso a su familia ”. El padre también habría muerto si no hubiese sido por la “presencia y el consejo oportuno de un médico del Instituto de Salud ”. Hacer lo mejor posible bajo las circunstancias era un principio básico de salud de Elena de White. 47Ver. p. 310.MDS 307.1

    Ella advirtió respecto a los extremistas: “Es imposible para los promotores de la reforma pro salud mejor calificados eliminar plenamente de la mente del público los prejuicios recibidos mediante el comportamiento equivocado de estos extremistas y colocar el gran tema de la reforma pro salud sobre una base correcta en la comunidad donde estos hombres han actuado. En gran medida la puerta también está cerrada, de modo que los incrédulos no pueden ser alcanzados con la verdad presente sobre el sábado y el pronto regreso de nuestro Salvador”. 48Id, pp. 386-387.MDS 307.2

    En 1868 Jaime White escribió un editorial indicando que los extremistas hacían la obra de la Sra. White innecesariamente difícil: “Mientras Satanás tienta a muchos a ser demasiado lentos, siempre tienta a éstos [algunos con más celo que prudencia] a avanzar demasiado rápidamente. Las labores de la Sra. White se vuelven muy difíciles, y a veces llenas de perplejidad, a causa de la conducta de extremistas, quienes piensan que la única posición segura es escoger el punto de vista extremo de cada expresión que ella ha escrito o hablado sobre puntos donde podrían adoptarse diferentes puntos de vista”.49 Review and Herald, 17 de marzo, 1868. Jaime White continuó considerando el desafío de su esposa: “Ella trabaja en esta situación desventajosa, a saber, dirige fuertes llamados a la gente que conmueven profundamente a unos pocos, quienes toman posiciones firmes y se van a los extremos. Luego, para salvar la causa de la ruina como consecuencia de estos extremos, ella se ve obligada a reprender a los extremistas en una manera pública. Esto es mejor que permitir que las cosas se desmoronen; pero la influencia de ir a los extremos y de los reproches es terrible para la causa, y coloca sobre la Sra. White una triple carga. He aquí la dificultad: Lo que ella pueda decir para urgir a los lentos es tomado por los rápidos para instarlos a irse más allá de lo que deben. Y lo que ella pueda decir para advertir a los rápidos, celosos, incautos, es tomado por los lentos como una excusa para quedarse demasiado rezagados”.
    En 1871, Jaime White expuso nuevamente el consejo equilibrado de su esposa mientras ambos guiaban a los miembros de iglesia en forma gradual, incluso mientras ellos mismos estaban avanzando gradualmente en su adaptación a la luz progresiva: “Mientras ella [Elena de White] no considera la leche —tomada en grandes cantidades, como se la come habitualmente con pan — como el mejor artículo de alimento, su mente, sin embargo, sólo ha sido dirigida a la importancia de la condición mejor y más saludable posible de las vacas donde se usa la leche... Ella no puede unirse a la difusión de publicaciones que adoptan una posición extrema sobre la importante cuestión de la leche, con la luz que ella tiene actualmente sobre el tema... La Sra. White piensa que un cambio desde las clases más simples de carne a un uso abundante de azúcar, es ir de ‘mal en peor’. Ella recomendaría un uso muy frugal tanto del azúcar como de la sal. El apetito puede y debiera ser conducido a un uso muy moderado de ambos”. —Review and Herald, 8 de noviembre, 1870.
    MDS 307.3

    Tanto Jaime White como su esposa Elena reconocían las diferencias individuales.50ldquo;Nuestro régimen alimenticio debe adaptarse a la estación del año, al clima en que vivimos y a nuestra ocupación”. — El ministerio de curación, p. 228. “Existe una amplia diferencia en las constituciones y los temperamentos, y las exigencias del organismo difieren grandemente en distintas personas. Lo que sería alimento para uno podría ser veneno para otro; de manera que no pueden sentarse reglas precisas que cuadren con todos los casos. Yo no puedo comer habichuelas (judías verdes), porque son veneno para mí; pero que yo diga que por esta razón nadie debe comerlas, sería sencillamente ridículo”. —Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 593.Eran pacientes con otros porque sabían cuánto tiempo habían necesitado ellos para ver la lógica y la belleza en los principios de salud que fueron afirmados mediante visiones. 51“Algunos de nosotros hemos necesitado años para llegar a nuestra posición actual en cuanto a la reforma pro salud. Lograr una reforma en la dieta es un trabajo lento... Si le concediéramos a la gente tanto tiempo como nosotros hemos requerido para llegar al actual estado avanzado en la reforma, seríamos muy pacientes con ellos y les permitiríamos avanzar paso a paso, como lo hemos hecho nosotros, hasta que sus pies estén firmemente establecidos sobre la plataforma de la reforma pro salud. Pero debiéramos ser muy cautelosos para no avanzar demasiado rápidamente, no sea que nos veamos obligados a desandar nuestros pasos”. — Testimonies, t. 3, pp. 20-21.MDS 307.4

    Ellos sabían además que no podían ser conciencia para nadie. Sólo podían guiar a otros mediante el ejemplo y una enseñanza clara.MDS 307.5

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