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Mensajera del Señor - Contents
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    Un contraste entre lo verdadero y lo falso

    En vista del gran conflicto entre Cristo y Satanás, uno podría esperar que Satanás usase su mente brillante para socavar el sistema de comunicación de Dios con los seres humanos. El ha hecho eso en el pasado. Y aun habrá mayor número de profetas falsos en los últimos días de la crisis final. 11Ver predicciones de Cristo en Mat. 24:11.MDS 35.1

    Un incidente registrado en 1 Reyes 22 ilustra ciertas estrategias que Satanás usa al tratar de subvertir la obra de los profetas verdaderos. Acab, rey de Israel, le había pedido al rey Josafat, del reino del sur, que uniese fuerzas con él para luchar contra el rey de Siria. Entusiastamente Josafat concordó, pero luego recapacitó aprensivamente. Sintiendo la necesidad de una confirmación de parte del Señor, le preguntó a Acab dónde podía preguntársele a un profeta en cuanto a la empresa. Acab estaba preparado con sus propios profetas, “como cuatrocientos hombres, a los cuales dijo: ¿Iré a la guerra contra Ramot de Galaad, o la dejaré? Y ellos dijeron: Sube, porque Jehová la entregará en mano del rey” (vers. 6).MDS 35.2

    Pero Josafat sentía que algo no andaba bien. Podía ver que estos 400 eran profetas cortesanos. De modo que preguntó: “¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, por el cual consultemos?” (vers. 7).MDS 35.3

    Acab replicó: “Aun hay un varón..., Micaías hijo de Imla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal” (vers. 8).MDS 35.4

    Cuando trajeron a Micaías para que se uniese a los 400 que continuaban insistiendo en que el Señor entregaría a los sirios en sus manos, él contestó: “Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré” (vers. 14).MDS 35.5

    Acab le preguntó a Micaías si deberían ir a la guerra contra el rey de Siria. En velada ironía, replicó: “Sube, y serás prosperado, y Jehová la entregará en mano del rey” (vers. 15).MDS 35.6

    Acab captó el tono burlón —Micaías había repetido textualmente las palabras de los profetas falsos—. y replicó: “¿Hasta cuántas veces he de exigirte que no me digas sino la verdad en el nombre de Jehová?” (vers. 16).MDS 35.7

    El resto de la historia (vers. 24-28) es una ejemplificación de cómo profetas genuinos son atacados y ridiculizados por aquellos que no desean oír la verdad. Poco después, Acab fue muerto en batalla, tal como Micaías lo había predicho.MDS 35.8

    En base a este incidente es evidente que la mentira y el engaño son herramientas del negocio de Satanás. El se cerciora en cuanto a los deseos de los seres humanos, y luego produce lo que parece ser una confirmación religiosa para esos deseos. En otras palabras, las personas generalmente encuentran el mensaje “profético” que sus corazones desean. De una manera u otra, obtendrán algún tipo de afirmación “espiritual” para lo que realmente quieren hacer. Si los deseos de uno no pueden ser fácilmente afirmados por aquellos que hablan en nombre de Dios, hombres y mujeres egocéntricos y decididos ridiculizarán y/o atacarán al profeta genuino.MDS 35.9

    Josafat deseaba sinceramente oír el mensaje del profeta verdadero en medio de todas las otras voces religiosas de sus días. Micaías prefirió sufrir el abuso de la prisión antes que cambiar su testimonio. Pero los eventos le dieron la razón.MDS 35.10

    Como Josafat, los cristianos de la actualidad deben detectar el aire de engaño e ilegitimidad mientras escuchan el mensaje de aquellos que falsamente pretenden hablar en el nombre de Dios. Deben saber rápidamente cómo aplicar las pruebas de un profeta genuino. Nadie debería confundirse en cuanto a cómo puede determinar si un profeta es falso o verdadero. 12Jeremías registra lo que el Señor ha dicho sobre los “falsos profetas”: “Los profetas y los sacerdotes son impíos; los he encontrado haciendo maldad en el mismo Templo... He visto a los profetas en Jerusalén..cometen adulterio y dicen mentiras, le ayudan a la gente a hacer lo malo, de modo que nadie deje de cometer maldades...; os llenan de falsas esperanzas. Os dicen lo que ellos se han imaginado y no lo que yo he dicho... Ninguno de estos profetas ha conocido jamás los pensamientos secretos del Señor. Ninguno de ellos ha jamás oído o comprendido su mensaje, o jamás escuchado o prestado atención a lo que él dijo... Yo no envié a estos profetas, pero aun así ellos fueron. No les di ningún mensaje, pero aun hablaron en mi nombre... Sé lo que esos profetas han dicho que hablan mentiras en mi nombre y sostienen que les he dado mis mensajes en sus sueños. ¿Durante cuánto tiempo más esos profetas engañarán a mi pueblo con las mentiras que han inventado?... El profeta que ha tenido un sueño debiera decir que es sólo un sueño, pero el profeta que ha oído mi mensaje debiera proclamar fielmente ese mensaje... Estoy en contra de esos profetas que toman las palabras cada uno de los otros y las proclaman como mi mensaje. También estoy en contra de esos profetas que hablan sus propias palabras y alegan que vinieron de mí. ¡Escuchen lo que yo, el Señor digo! Estoy en contra de los profetas que dicen sus sueños que están llenos de mentiras... No los envié ni les ordené que fuesen, y ellos no son de ninguna ayuda para el pueblo. Yo, el Señor, he hablado” (cap. 23:11-32, TEV); ver también cap. 28; 29:8,15-19,31.MDS 35.11

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