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Mensajera del Señor - Contents
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    William Foy y Hazen Foss

    Más relevantes para los primeros adventistas del séptimo día son las experiencias de William Foy y Hazen Foss. Ambos tuvieron visiones similares a la primera visión dada a Elena Harmon.MDS 38.3

    William Ellis Foy (c. 1818-1893), un norteamericano negro que tenía entonces algo más de veinte años, recibió varias visiones dramáticas en 1842, algunos años antes de aquellas que recibieron Hazen Foss y Elena Harmon. La primera (18 de enero) duró dos horas y media, y la segunda (4 de febrero), ¡doce horas y media! Su condición física durante las visiones se asemejaba al estado de trance en que se hallaba Daniel. 24Se ha informado que él no respiraba, que tuvo significativa pérdida de fuerza, que no era capaz de hablar, etc. Antecedentes adicionales sobre William Foy pueden encontrarse en la obra de Delbert W. Baker, The Unknown Prophet (Washington, D.C.; Review and Herald Publishing Association, 1987). Fue un ministro bautista del grupo de “libre albedrío” poseedor de excepcional capacidad, cuya primera visión fue relatada a una congregación metodista. Después de esta visión, su vigorosa y sincera predicación se concentró en la cercanía del advenimiento y la preparación para el evento. Baker no está de acuerdo con la opinión popular de que Elena Harmon cubrió más tarde la responsabilidad dada primeramente a Foy.
    “William Foy sirvió como un portavoz de Dios al Movimiento Adventista en el período anterior al Chasco, en tanto que Elena de White llegó a ser una profetisa del período posterior al Chasco. Foy habló a los primeros adventistas, asegurándoles el interés personal de Dios, animándolos a un mayor reavivamiento y reforma. Trajo a consideración verdades oportunas que más tarde, si hubiesen sido comprendidas, le habría ahorrado a su pueblo el gran Chasco, o al menos los hubiese preparado para el mismo. Foy recibió un número limitado de visiones con un objetivo determinado. Nunca sugirió que su papel profético se extendería después de 1844, o que recibiría más visiones.
    “Una generalización engañosa que se hace a menudo es que si Foy es aceptado como un genuino profeta para el Movimiento Adventista (anterior al adventismo del séptimo día), también debe ser un profeta para el Movimiento Adventista del Séptimo Día para todo el tiempo restante. Esta creencia, aunque comprensible, no encuentra un asidero real”.—Delbert Baker, “William Foy, Messenger to the Advent Believers”, Adventist Review, 14 de enero, 1988.
    MDS 38.4

    Algún tiempo antes del 22 de octubre de 1844, Elena Harmon oyó hablar a Foy en el Salón Beethoven, en Portland, Maine. Unas pocas semanas más tarde, poco después de la primera visión de Elena en diciembre de 1844, Foy estuvo presente en una reunión celebrada cerca de Cape Elizabeth, Maine, durante la cual ella habló de su primera visión. “Cuando ella empezó, Foy se sintió absorto en lo que ella estaba diciendo; se contagió con el entusiasmo y la expresión que acompañaban a su presentación. Ella habló de cosas celestiales —de guías, de luces, de imágenes—, asuntos familiares a Foy... Arrebatado por el júbilo del momento, no pudo contenerse más. De repente, precisamente en el medio de la presentación de Elena, Foy emitió un grito de gozo, se puso de pie, y excitadamente ‘saltó hacia arriba y hacia abajo’. Como Elena lo recordó: ‘Oh, él alabó al Señor, alabó al Señor’.MDS 38.5

    “El repitió vez tras vez que la visión de ella era justamente lo que él había visto. Sabía que no había manera de falsificar una experiencia tal; la de ella era legítima”. 25Baker, The Unknown Prophet, pp. 143-144. Ver nota al fin del capítulo.MDS 38.6

    En 1906 Elena de White rememoró sus conversaciones con William Foy. Recordó que él había tenido cuatro visiones, todas antes de su primera visión. “Fueron escritas y publicadas, y es... [extraño] que no puedo encontrarlas en ninguno de mis libros. Pero nos hemos mudado tantas veces”. Y luego dio de Foy una lisonja muy significativa: “El fue el portador de testimonios notables”. 26Elena de White, “William Foy”, Centro White, Archivo del Documento 231. Sólo dos de las visiones de Foy fueron publicadas en su The Christian Experience of William E. Foy Together With the TWo Visions He received in the ‘Months of January and February 1842 (Portland, Me.: The Pearson Brothers, 1845). La tercera fue resumida por J. N. Loughborough en Rise and Progress of the Seventh-day Adventists (RPSDA), (reimpresa por Payson, AZ: Leaves of Autumn Books, Inc., 1988), p. 71. No hay información disponible en cuanto al contenido de la cuarta vision.MDS 38.7

    Hazen Foss encontró a Elena Harmon en enero de 1845, en una reunión en Poland, Maine. Allí Elena había sido invitada por Mary Foss, su hermana, para que relatase su primera visión ocurrida un mes antes. 27Ver Robinson, James White, p. 28; ver también Bio., t. 1, p. 71.MDS 38.8

    Se recuerda a Hazen, cuñado de Mary [Mary era la esposa de Samuel Foss], “como un hombre de delicada apariencia, porte agradable y educación”. Antes del 22 de octubre de 1844, había tenido una visión que describía el viaje de los adventistas (milleritas) a la ciudad de Dios. Se le instruyó a que hiciera pública esta visión junto con mensajes específicos de advertencia, pero declinó hacerlo.MDS 38.9

    Después del 22 de octubre sintió que había sido confundido por su visión anterior. En su segunda visión, se le advirtió que si no era fiel en relatar la primera visión, se le quitarían la visión y la responsabilidad y serían dadas a alguien con aptitudes mucho menores. Hazen continuó temiendo el posible ridículo y rechazo por parte de sus compañeros milleritas. Finalmente creyó haber oído una voz diciendo: “Tú has contristado y ahuyentado al Espíritu del Señor”.MDS 38.10

    Atemorizado ante esta perspectiva, convocó una reunión para relatar la visión. Pero después de varios intentos infructuosos para recordarla, declaró: “Se ha ido de mí; no pue- do decir nada, el Espíritu del Señor me ha dejado”. Algunos asistentes informaron que ésta fue “la reunión más terrible en la quejamás hayan estado”.MDS 38.11

    Después de esta experiencia, Hazen encontró a Elena en Poland, Maine. Aunque invitado a la reunión, él permaneció fuera de la puerta cerrada, aunque lo suficientemente cerca como para oír su mensaje. Al día siguiente le dijo a Elena: “El Señor me dio un mensaje para llevar a su pueblo y yo rehusé después de que se me dijo cuáles serían las consecuencias; fui orgulloso; no me resigné al chasco... Le oí hablar a usted anoche. Creo que me han sido quitadas las visiones, y le han sido dadas a usted. No se niegue a obedecer a Dios, porque será a riesgo de su alma. Yo soy un hombre perdido. Usted ha sido escogida por Dios; sea fiel en hacer su obra, y recibirá la corona que yo podría haber tenido”. 28“Hazen Foss”, en Seventh-day Adventist Encyclopedia (SDAE), ed. Don F. Neufeld, segunda edición revisada (Washington, D.C: Review and Herald Publishing Association, 1996), t. 2, p. 562.MDS 39.1

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